Un sentido homenaje dio el pueblo colombiano a las víctimas que fallecieron en el accidente aéreo el pasado lunes 28 de diciembre en las montañas del departamento de Antioquia. La tragedia enlutó principalmente al fútbol pues entre las víctimas se encuentra la plantilla del equipo brasileño de fútbol Chapecoense. En el estadio Atanasio Girardot de Medellín, donde se debía jugar dos días después el partido de ida por la final de la Copa Suramericana ante el campeón de América Atlético Nacional, se realizó un sentido homenaje al equipo que ahora está en el corazón del mundo.
Chapecoense es un equipo llamado chico, pero en los últimos años había conquistado títulos que le permitieron en menos de cinco años alcanzar la liga mayor en su país y alcanzar una final internacional. “El fútbol no tiene fronteras ni colores”, dijeron los hinchas de Atlético Nacional y de todos los equipos de Colombia, que acompañaron el dolor de las familias de los futbolistas, demostrando así que la solidaridad en el balompié también hace parte de la ternura de los pueblos.