Redacción internacional
La magistrada Caryslia Rodríguez Rodríguez, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, TSJ, leyó la sentencia de la Sala Electoral de ese organismo y aseguró que, con base en el peritaje, los boletines de resultados del Consejo Nacional Electoral, CNE, son congruentes con los informes de las máquinas electorales y los centros de totalización de resultados. Por lo tanto, el TSJ convalida los resultados de la elección presidencial ofrecidos por la rama del poder electoral.
La sentencia se emitió el pasado 22 de agosto y tuvo como fundamento una minuciosa investigación originada en un recurso contencioso interpuesto por el presidente Nicolás Maduro, relativo a los resultados de los comicios presidenciales del 28 de julio anterior.
La magistrada señaló que hubo un peritaje exhaustivo y en profundidad de los materiales en físico-digital sobre las elecciones, ejecutado conforme a los más altos estándares nacionales e internacionales.
Proceso transparente
Los resultados del máximo tribunal de justicia provocaron de inmediato una rabiosa campaña internacional de deslegitimación de un proceso, a todas luces transparente, y que fue objeto de un intenso hackeo que buscaba anular los resultados de las planillas electorales. No lo lograron y ahora dicen que no son fiables, ni los resultados del Consejo Nacional Electoral, ni los del Tribunal Supremo de Justica.
Como dijo horas más tarde el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) Jorge Rodríguez, a la derecha fascista venezolana no les sirve ningún acta electoral, ningún peritaje. No eran los resultados electorales lo que les interesaba, era un golpe de Estado lo que querían.
La derecha internacional se ha alineado, una vez más, a un libreto diseñado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, con el que se pretende reeditar la figura de un Guaidó-2, pretendiendo darle legitimidad al derrotado candidato Edmundo González y abrir un escenario, bien sea de repetición de elecciones, de un gobierno de cohabitación con la derecha fascista, o de ‘transición’, que liquide el proyecto bolivariano. Eso no va a suceder, ha dicho claramente el ejecutivo venezolano.
Injerencia inaceptable
A última hora, con el desconocimiento de los resultados electorales por parte de una docena de gobiernos latinoamericanos, Venezuela rechazó lo que podría ser una reedición del denominado Grupo de Lima. Un duro comunicado oficial señala al respecto:
“La República Bolivariana de Venezuela rechaza, en los términos más enérgicos, el grosero e insolente comunicado de los gobiernos de Argentina, Costra Rica, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, quienes pretenden continuar violando el Derecho Internacional cometiendo un acto inaceptable de injerencia en asuntos que solo competen a los venezolanos.
»Venezuela exige absoluto respeto a su soberanía e independencia, ganadas luego de intensas luchas en contra de los más hostiles imperios que se empeñan en poner las manos en los recursos naturales que no les pertenecen, e intentan imponer hoy otra vez, una política de cambio de régimen típica de los golpes de Estado que el imperio estadounidense por más de 100 años promovió en América Latina y el Caribe”.
A la ultraderecha golpista y a los paises que los dirigen y financian, no les interesa la democracia en Venezuela, y menos el bienestar de la sociedad. Su interés, por lo cual quieren tumbar como sea al Presidente Maduro, son las grandes reservas de petróleo, gas y oro.
Mexico, Colombia y Brasil deben reconocer el legitimo triunfo de Nicolas Maduro