El acuerdo entre el Gobierno y las bases del transporte de carga y pasajeros va más allá del precio del diésel, incluye compromisos para mejorar la seguridad social y regular las relaciones económicas. Entrevista con el líder gremial Manuel Chitiva
Óscar Sotelo Ortiz
@oscarsopos
Cuatro días duró el primer experimento de paro patronal en contra del Gobierno. Lo que comenzó como una ofensiva de los poderosos empresarios del sector transporte, terminó siendo una victoria de la camionera y camionero de base. En otras palabras, a los magnates del negocio les salió el tiro por la culata.
El acuerdo firmado entre el ejecutivo y las bases del transporte de carga y pasajeros va más allá del precio del diésel, estableciendo compromisos puntuales en temas sensibles como mejorar la seguridad social y las normas que regulan las relaciones económicas en el sector.
Al respecto, VOZ dialogó con Manuel José Chitiva Medellín, director de la Asociación Colombiana de Pequeños Propietarios y Conductores del Transporte Tradicional de Carga Terrestre, Educamión, agrupación que representa a más de 800 personas afiliadas e hizo parte de la mesa de negociación con el Gobierno nacional.
El acuerdo
¿Cuál es el balance que ustedes hacen de la negociación con el Gobierno?
Es importante recalcar el diálogo social. Iniciando las conversaciones se abrió el espacio y se escucharon a todos los actores de la cadena del servicio público de transporte. Agradecer y reconocer ese proceso porque nos permitieron participar. Por primera vez en la historia se hacen las reuniones de manera pública.
El resultado inmediato del acuerdo fue la nueva resolución con el reajuste en el precio del ACPM y el inicio de las mesas de trabajo para asegurar garantías laborales al conductor y pequeño propietario.
¿Qué puntos destacaría como fundamentales en el acuerdo?
Estamos contentos porque el compromiso es revisar la regulación actual del Sistema de Información de Costos Eficientes para el Transporte Automotor de Carga, Sice-tac, así como estructurar este sistema para otros prestadores en el servicio de transporte de carga que hoy no están incluidos.
El Sice-tac nos da una referencia de cómo debemos cobrar nuestros servicios a las empresas de transporte con respecto a costos operativos, que son variables y otros fijos. Como las empresas no están cumpliendo y las entidades de control no están investigando y sancionando, el compromiso del Gobierno es revisar esa regulación del sistema y también del Registro Nacional de Carga.
El berenjenal del ACPM
También hay compromisos en materia de seguridad social…
Puntualmente es incluir en la Reforma laboral un artículo especial para trabajadores del sector y abrir una mesa técnica para el tema de pensiones. En la actualidad, por evadir su responsabilidad en temas de parafiscales, las empresas hacen la contratación por intermedio de temporales y el camionero, de su bolsillo, cotiza sobre el mínimo. Es delicado el tema porque acá vemos evasión de responsabilidades por parte del empleador.
Sobre el tema de la jubilación, mi papá fue camionero y no está pensionado. Parte de estar acá metido en esta lucha es construir esas garantías en beneficio de esos viejos sin pensión, muchos de ellos aún activos manejando por las carreteras del país.
Todo este paro fue por la decisión del Gobierno en subir el precio del ACPM. Si bien el ejecutivo se compromete en no aumentar drásticamente el precio del combustible, es un hecho que el subsidio produce un enorme déficit fiscal. ¿Cuál es la propuesta de ustedes para ayudar a resolver este tema puntual?
La inmovilización fue convocada por las grandes empresas debido al precio del diésel. Pero nosotros no podíamos caer en ese juego porque detrás están los costos eficientes. Si a nosotros realmente nos pagaran lo que dice ese sistema de información, no tendríamos problemas con el precio del combustible.
Somos conscientes que el subsidio al ACPM no es sano para las finanzas del Estado. Como camioneros dijimos que mientras nos acomodamos al mercado, la voluntad negociadora eran 400 pesos para aportar ya, pero con una brecha de tiempo para hablar con las empresas y clientes. También nos comprometimos con otro incremento antes de finalizar 2024.
Y, finalmente, está el compromiso de abrir una mesa técnica con los ministerios de Hacienda y Minas y Energía para analizar otra fórmula para fijar el precio del combustible. Pero esta vez garantizando la participación de los gremios que representan la base de transportadores. Creo que en esa negociación todos ganamos.
Las bases
¿Ustedes se oponen, como el señor Henry Cárdenas de Fedetranscarga, a la propuesta de reactivar los trenes en Colombia?
Como administrador logístico, líder gremial, camionero y colombiano, creo que el proyecto de reactivar el sistema férreo es algo que favorece al país. La multimodalidad en el transporte trae desarrollo y progreso. Lo que tenemos que aprender como colombianos es construir equipos de trabajo y, en este caso, analizar con seriedad el tema. El tren y el camión, en el transporte de carga, pueden complementarse.
¿Cómo quedaron ustedes después de este paro?
Desde el 1 de septiembre de 2024 somos visibles frente a la sociedad colombiana. Junto con las organizaciones pequeñas, poco a poco hemos logrado visibilizar a las personas que están detrás de esas operaciones o mega operaciones logísticas.
Hay expectativas por los acuerdos. También existe cierto temor porque venimos de una tradición de incumplimientos. Más de un camionero de base está contento porque se respetó el acuerdo del combustible o que se iniciaron las mesas de trabajo con el fin de involucrar al conductor y al pequeño propietario en la reforma laboral. Son muestras de compromiso y lealtad del Gobierno con nosotros.
Para la competitividad del pais, urge reactivar el tren de carga y de pasajeros, con estándares internacionales.