El campus de la principal sede en Bogotá de la Universidad Nacional tiene una extensión de 121,5 hectáreas. En ellas no solo transcurre la vida académica y el desarrollo científico que es su esencia, también hay vivencias humanas, económicas y sociales
Zabier Hernández Buelvas
La Universidad Nacional de Colombia en Bogotá es el campus más grande del país y uno de los más extensos de América Latina. Conocida también como Ciudad Universitaria, cuenta con una variedad de edificaciones académicas y administrativas. En su núcleo histórico, denominado Ciudad Blanca, se encuentran diecisiete construcciones declaradas Monumento nacional. Esta sede alberga cerca 35 mil estudiantes.
En toda esta área funcionan más de 20 pequeños restaurantes, cafeterías y kioscos dispersos, pero existe algo que pocas universidades tienen: un mercado permanente cuyo fuerte son las comidas rápidas, almuerzos tipo corriente con precios muy económicos, artesanías, manualidades y toda clase de cachivaches y accesorios. Son las chazas de la Che.
VOZ habló con estudiantes que trabajan, son dueñas o consumen en estas chazas. Esto nos contaron.
“Creen que estamos de feria o de carnaval”
Rubiela Martín*, 21 años: “Estaba estudiando en la universidad, ya estoy en proceso de grado. Actualmente trabajo en la chaza desde las 9:00 a.m. hasta las 4:00 p.m., las chazas de la Che funcionan sobre todo en horas de almuerzo”.
Para algunas personas, incluso fuera del país, ver un mercado en una plaza de una universidad puede parecer extraño, exótico, ¿te parece sorprendente que haya un mercado dentro de la universidad?
Sí, incluso para la gente de Bogotá que no estudia en la universidad, cuando llegan a la plaza Che, siempre creen que estamos de feria o de carnaval y me preguntan que cuántos días va a durar esto, ya que les parece extraño que estemos aquí de manera permanente.
En términos económicos, ¿cómo les va?, ¿es un “buen plante” como dicen ustedes?
Creería que sí. No soy la dueña, trabajo acá, pero se mueve. Por lo menos, en esta chaza vendo dos productos, hamburguesas y arepas, se vende todo. Hay chazas que tienen hasta seis y diez productos y llevan aquí muchos años, si se mantienen es porque les va bien.
¿Quiénes son los consumidores o clientes?
En la UNAL, los restaurantes universitarios no dan abasto. Los precios acá son muy económicos, es como una ayuda mutua entre estudiantes y quienes tenemos las chazas.
¿Cómo es la relación con las directivas de la universidad? ¿Les dan permiso? ¿Les cobran?
La administración de Leopoldo Múnera ha sido más flexible, ha permitido más el trabajo. Con la administración pasada era una pelea permanente, nos querían sacar, cuando veníamos con nuestras cosas en las entradas de la universidad no nos dejaban pasar, era una sola pelea. Con la actual administración, por ejemplo, cuando hay eventos en la plaza, la administración nos avisa con tiempo y nosotros dejamos el espacio libre.
“Escoger entre el transporte, las fotocopias o comer”
Aura Carrillo*, estudia Terapia Ocupacional. Está en décimo semestre, extrabajadora de las chazas y clienta diaria de las mismas.
¿Cuál es tu visión de esta economía que se desarrolla aquí en la plaza Che?
Necesaria porque la universidad lamentablemente no nos ofrece los apoyos para que un estudiante pueda sostenerse, ya sea foráneo o de Bogotá, de forma segura y digna. Uno como estudiante tiene que escoger entre el transporte, las fotocopias o comer, pero las tres no se puede. En las convocatorias de becas alimentarias se presentan cuarenta y escogen dos. Estas chazas sostienen a muchos estudiantes.
¿Cuál es tu opinión sobre el servicio y la calidad de los alimentos que compras?
Trabajé casi tres años en las chazas de todo tipo, de comida, dulces, empanadas, prácticamente saqué mi carrera adelante con ellas. Hay chazas muy serias y muy exigentes con sus procesos: lavan bien los alimentos, usan guantes, gorro, pero, como en todo, hay gente que, para tener un margen mayor de ganancia, se ahorran todos esos cuidados y eso produce situaciones de riesgo. Hay chazas donde uno ve qué y cómo lo están haciendo y estas inspiran confianza y son seguras.
¿Tener un mercado dentro de la universidad es un poco exótico?
No es exclusivo de Bogotá. En la Universidad Tecnológica de Pereira hay chazas, también en la Universidad de Manizales, en la de Antioquia y hasta en la Universidad del Sinú, tal vez no tan organizadas como las de aquí, pero las hay. Yo siento que es más una necesidad de la universidad pública.
Si visita a Bogotá, no deje de venir a la Universidad Nacional y recorrer en su Plaza central las chazas Che.
* Por petición de las entrevistadas, sus nombres han sido cambiados
