Gloria Inés Ramírez vuelve a anotarse un exitoso reconocimiento en su gestión al ser elegida por unanimidad presidenta de la Conferencia Interamericana de ministras y ministros del Trabajo
René Ayala
@reneayalab
Gloria Inés Ramírez tiene vivo en su hablar, a pesar de llevar muchos años en la capital, la rítmica entonación, los dichos y el entretenido dejo del acento paisa. Ella tiene lo que llaman los abuelos el don de la palabra, escucharla estremece al sentir la potencia de sus argumentos y la pasión de una mujer forjada en la pelea.
Hija de la universidad pública. Allí, en la Universidad Tecnológica de Pereira se formó como matemática y física, y se organizó como luchadora social. Ingresó al magisterio donde rápidamente despuntó llegando a ser presidenta de FECODE, destacada dirigente del Comité ejecutivo Rde la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, y senadora de la República por el Polo Democrático Alternativo, donde desplegó una creativa y prolífica actividad parlamentaria.
Su decidida voz por los derechos y la emancipación de las mujeres la llevó a ser reconocida como vicepresidenta para América Latina y el Caribe de la Federación Internacional de Mujeres Demócratas. En este cargo, jugó un papel protagónico como parte de la sociedad civil en los esfuerzos de paz que llevaron al Acuerdo firmado en La Habana en el 2016.
Su trayectoria en el movimiento popular y la lealtad con la lucha de los trabajadores la llevaron a ser designada desde el inicio del Gobierno como ministra del Trabajo, la primera ministra comunista en la historia de Colombia, un homenaje a esta fuerza política comprometida con la lucha por la paz y la democracia y víctima del genocidio político junto con la Unión Patriótica.
Gloria Inés Ramírez asumió, desde el primer momento, la tarea de dignificar el mundo del trabajo, recuperar los derechos de las y los trabajadores que fueron vulnerados por el régimen neoliberal, que precarizó la vida laboral, entregó al capital el ahorro de los cotizantes, dejó a millones a la merced de la miseria en la vejez y persiguió al movimiento obrero al someter a miles al destierro y a la muerte.
Fue así como impulsó como banderas centrales la Reforma laboral y pensional, logrando ─a pesar de la furiosa oposición de los representantes de los intereses egoístas de quienes no quieren que nada cambie─ avanzar en medidas que representan profundas transformaciones a favor de los trabajadores y el pueblo colombiano.
Ahora su liderazgo ha sido reconocido en otras latitudes siendo elegida como presidenta de la Conferencia Interamericana de ministros del Trabajo en la región, en el marco de la vigésima segunda Conferencia Interamericana de jefes de la cartera laboral. Frente a esta designación declaró: “Seguiremos construyendo un futuro de trabajo para las Américas que esté cimentado en la paz, la justicia social y la acción climática”.
Gloria Inés Ramírez, una mujer de lucha y acción; una ministra de racamandaca.