El pesimismo se extiende por Washington, incluso el director de la CIA, William Burns, trazó un pronóstico desfavorable para las tropas de Kiev
Alberto Acevedo
La Cámara de Representantes de los Estados Unidos, por petición del presidente Joe Biden, aprobó un multimillonario paquete de ayuda para la guerra en Ucrania, Israel y Taiwán. En total son 95 000 millones de dólares que, en el caso de Ucrania e Israel, incluyen el envío de armamento pesado de inmediato. La ayuda más voluminosa, de 60 800 millones, es para Ucrania; 26 400 millones para Israel y 8100 millones para Taiwán.
A pesar de la astronómica cifra, por la que el gobernante norteamericano debió hacer un largo lobby para que surtiera su aprobación en la Cámara, analistas occidentales y rusos coinciden en señalar que el dinero y las armas adicionales no cambiarán sustancialmente la situación en el terreno de operaciones en Ucrania. Más aún, pronostican una debacle militar para las fuerzas de Zelenski.
Político, un acreditado medio de prensa con sede en California, ha dicho, en nota del 17 de abril pasado, que la escasez de armamento y la falta de ayuda occidental, junto con la baja moral de los soldados, está llevando al país a una derrota, según fuentes del alto gobierno de Ucrania, consultadas por el medio informativo.
La ayuda no sería suficiente
A medida que disminuye el apoyo a Ucrania por parte de Occidente, se agotan los arsenales de armas y se producen derrotas en el frente, la moral de los soldados se desvanece y se vuelve sombría, lo que acerca la derrota, que podría llegar en el próximo verano, señala la nota de prensa.
“Existe un riesgo muy real de que los ucranianos pierdan en el campo de batalla a finales de 2024 o, al menos, de que pongan a Putin en una posición en la que pueda dictar esencialmente los términos de un acuerdo político”, añadió. Otros medios señalan que ese acuerdo sería la rendición de Ucrania, para lo cual Occidente debería estar preparado.
Los militares ucranianos que hablaron con Político bajo condición de anonimato afirmaron que la moral de las Fuerzas Armadas se ve socavada por la escasez de armamento y pronosticaron que la línea del frente podría colapsar este verano bajo una posible ofensiva de las fuerzas rusas, que superan a las de Ucrania en número. Para detener la ofensiva rusa, el Ejército del régimen de Kiev necesita unos 500 000 soldados más, opinó el anterior jefe militar ucraniano, Valeri Zaluzhny.
Salir del agujero
Mucho más incisivo ha sido el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, quien en desarrollo de una rueda de prensa el pasado 17 de abril, dijo en forma rotunda que Rusia puede tener nuevos ‘éxitos tácticos’ en el frente en las próximas semanas. La afirmación la hizo después de conocerse que el presidente Biden había salido adelante con la aprobación por parte del Congreso de una abultada ayuda económica y militar para Kiev.
“El anuncio de hoy es una muy buena noticia para Ucrania, que sigue sometida a una fuerte presión en el campo de batalla”. “El hecho es que vamos a tener que cavar para salir del agujero que fue creado por seis meses de retraso antes de que el Congreso aprobara el suplemento”, precisó Sullivan.
Ese pesimismo es compartido por el propio director de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, William Burns, quien trazó un pronóstico desfavorable para las tropas de Kiev, si no reciben más asistencia por parte de Estados Unidos. Después de conocida la noticia de la ayuda de 60 mil millones de dólares para Ucrania, el director de la CIA advirtió que ese país podría ser derrotado a finales del presente año, si no recibe nuevos recursos. Con esto, el funcionario estaría admitiendo que tal ayuda es un barril sin fondo, que no reporta mayores avances en el campo de batalla para los ucranianos.
Situación elocuente
La nueva ayuda militar de Occidente a Ucrania “no cambiará la dinámica del frente”, dijo el portavoz presidencial ruso Dmitri Peskov, mostrando las primeras reacciones del Kremlin a la publicitada ayuda a Kiev. “La situación en el campo de batalla es demasiado elocuente e inequívoca”, puntualizó el funcionario.
Acerca de la elocuencia de la situación en el campo de batalla que menciona Peskov, se refirió un informe del 14 de abril pasado de la agencia noticiosa Telesur, apoyada en fuentes del Ministerio de Defensa ruso.
Señala el despacho que las tropas rusas avanzan en 129 zonas ucranianas, provocando la rendición de centenares de soldados ucranianos, o sencillamente la estampida para evitar la confrontación directa. Al momento de reportar el informe, las Fuerzas Armadas rusas en un ataque eliminaron a 1225 militares ucranianos, destruyeron un depósito de municiones y un sistema de defensa antiaérea IRIS-T de fabricación alemana.
Desde que inició la operación militar especial, las tropas de Rusia han destruido 583 aviones militares ucranianos, 270 helicópteros y más de 30 mil drones.
La situación se agrava
De los éxitos tácticos hablan no solo los estrategas del Pentágono. También los altos mandos militares ucranianos. La situación en el frente oriental se ha agravado significativamente en los últimos días, con las tropas rusas logrando ‘éxitos tácticos’ en varias direcciones, declaró la semana pasada el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexánder Syrski.
“El enemigo está atacando activamente nuestras posiciones en las direcciones de Limán y Bajmut (Artiómovsk) con grupos de asalto apoyados por vehículos blindados”, escribió Syrski en sus redes sociales.
La injerencia de Estados Unidos en el conflicto de Ucrania resultará en un “fiasco estrepitoso y humillante como en Vietnam”, manifestó la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova. “Las élites gobernantes de Estados Unidos, al margen de su afiliación partidista, están dispuestas a suministrar armas al régimen de Kiev para que sea capaz de luchar hasta el último ucraniano, continuando con los ataques terroristas en territorio ruso”, señaló la portavoz.
No hay ninguna duda en que Rusia está derrotando a Ucrania, y muy seguramente se anexará todo su territorio.