martes, marzo 19, 2024
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Hernando López, el otro Lozano

Al conmemorar los cinco años sin Carlos Lozano Guillen, el consejo de redacción también recuerda la excelsa pluma de Hernando López, el cronista anónimo que desafió sin vacilaciones a los enemigos de la paz

Simón Palacio
@Simonhablando

En la historia de la escritura y del arte son muchos los casos de las personas que han utilizado el recurso del seudónimo. Las razones para cambiar el nombre, ya sea en la obra o en las publicaciones, son subjetivas. Pueden ser por deseo de anonimato, por cuestiones de seguridad, por dedición editorial o por contextos históricos específicos.

Por ejemplo, la novelista inglesa Mary Ann Evans utilizó el nombre en masculino de George Eliot, convirtiéndose en uno de los referentes literarios más importantes de la época victoriana en el siglo XIX. En un momento donde las mujeres escritoras eran asociadas solo al género romántico, Mary Ann quería que su trabajo fuera tomado en serio y uso el nombre de su esposo. Después de publicar seis novelas, reveló su identidad y todo fue un escándalo.

En el periodismo

Son muchos los casos de seudónimos en el periodismo. Por ejemplo, la marxista alemana Rosa Luxemburgo firmó varios artículos en contra de la primera guerra mundial con el nombre Junius. En otros casos, como el del inglés Eric Hobsbawm, se uso el recurso del seudónimo como un homenaje. El famoso historiador escribió múltiples artículos sobre la música jazz con el nombre de Francis Newton, un olvidado trompetista afroamericano y militante comunista.

En Colombia, es famoso el seudónimo del político conservador Laureano Gómez en el diario El Siglo, donde firmaba artículos incendiarios como Cornelio Nepote. Desde otra orilla ideológica, mientras fue director de VOZ Proletaria, el periodista y revolucionario Manuel Cepeda Vargas firmó su columna Flecha en el Blanco con el nombre de Antonio.

López, de columnista a cronista

El 16 Congreso del Partido Comunista, realizado en 1991, designó al dirigente y periodista Carlos Lozano Guillén como director del semanario VOZ. La primera edición que estuvo a su cargo fue la 1653 publicada el 15 de agosto de 1991.

Las dificultades propias de sacar adelante un periódico de veinte páginas, llevaron a que el director construyera un seudónimo, Hernando López. La primera columna se encuentra en la edición 1670 del 12 de diciembre de 1991. El tema fue el nombramiento del civil Rafael Pardo como ministro de Defensa en el gobierno de César Gaviria.

Siete ediciones después, reapareció como cronista para denunciar maltratos al interior de las fuerzas armadas. En la sección ‘El pueblo uniformado’, Hernando López denunció bajos salarios y ausencia de seguridad social para el personal del Ejército y la Policía.

Directores de VOZ

Durante los 26 años que fueron directores de VOZ, tanto Carlos Lozano y Hernando López escribieron artículos sobre paz y conflicto, coyuntura política, análisis teórico e incluso, sobre temas culturales y deportivos.

La última crónica de Hernando López fue sobre el caso Supercundi, el falso positivo judicial que puso en marcha la Fiscalía General de Néstor Humberto Martínez, que no solo estaba direccionado a hacer trizas el Acuerdo de Paz, sino que también afecto la economía de la familia Mora Urrea, que nada tenía que ver con los delitos imputados.

Al conmemorar los cinco años sin el recordado director de esta casa periodística, el consejo de redacción también recuerda la excelsa pluma de Hernando López, el cronista anónimo que también desafió sin vacilaciones a los enemigos de la paz. A él, como a Carlos Lozano, jamás los pudieron silenciar.

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