martes, marzo 19, 2024
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“La economía mejora cuando la hacemos juntos”

Salomón Sotelo Castiblanco, experto en economía solidaria, explica la importancia de las economías solidaria, comunitaria y cooperativa, que serán impulsadas en el Gobierno de Gustavo Petro

Redacción Economía

Salomón Sotelo Castiblanco es economista, especialista en finanzas y en gerencia de empresas de economía solidaria. Desde 1998 trabaja con el sector de la economía solidaria, y labora en la Central de Integración y Capacitación Cooperativa, Cincoop, entidad que propende por una economía equitativa. Habló con VOZ sobre las economías solidaria, comunitaria y cooperativa, formas que el Gobierno nacional ayudará a desarrollar.

Empecemos por los conceptos de economía popular, solidaria y comunitaria.

-La economía solidaria, la economía social es un proceso que se ha creado desde 1870 en Inglaterra, que diferenciaba los procesos del capitalismo, de la economía arrasadora con los modelos asociativos que llevan a economías más justas.

A la economía comunitaria se le ha dado importancia en los últimos años en países de Latinoamérica como Bolivia, Argentina y Ecuador. Y, el actual presidente colombiano ha trabajado para que la economía popular sea un bastión de los diferentes procesos de desarrollo del país.

Antes de la pandemia, en la pandemia y posterior a ella se ha demostrado que las formas sociales, las formas comunitarias, las formas de la economía popular son las que hacen que se desarrollen diferentes aspectos de la sociedad. En otras palabras, son la economía popular, la economía solidaria, la economía social las que pueden ayudar a cambiar la economía del país.

De lo popular a lo solidario

En esos conceptos, ¿dónde entra el cooperativismo?

-En las organizaciones solidarias, en la economía social y solidaria. Pero lo que se quiere desde la Presidencia, el Ministerio del Trabajo y la Unidad Solidaria es enlazar todas estas economías transformadoras. La economía popular no es una economía solidaria, es una economía del sobrevivir y el 42% de la población colombiana vive de esa economía.

Hay unos seis millones de personas asociadas a la economía cooperativa, y si juntamos la economía cooperativa con la economía de las asociaciones mutuales y de los fondos de empleados, juntamos unos ocho millones de colombianos asociados. Pero si esos ocho millones que se asocian están en familias de cuatro personas, estamos hablando de 32 millones de colombianos que viven en la economía social y solidaria.

Lo que queremos es que la economía popular se pueda volver solidaria, que el tendero, que la señora que vende las arepas, el señor que vende los helados, el del coco rallado se unan para poder tener mejores alternativas de economía. Que, en lugar de comprar un bulto de papa para fritar, se compren 100 bultos, pero que se los compren directamente al campesino. Eso hace que haya menos intermediarios y que los precios bajen.

Las cooperativas

Deme ejemplos de ese tipo de economía.

Salomón Sotelo Castiblanco. Foto cortesía Unidad Solidaria

-Cooratiendas, que es una cooperativa de tenderos que ya casi son supermercados. Ellos compran directamente en Corabastos, en los grandes sitios de proceso y por eso pueden vender un poco más barato en los barrios.

En Medellín está Consumo, que es una cooperativa que también son supermercados que nace de los procesos urbanos, de los procesos de los barrios.

Y, ¿en países desarrollados?

-En Suiza y Suecia los supermercados son cooperativos, lo mismo que en Alemania. En algunos lugares de España la mayor cooperativa de transformación en el mundo la hace el grupo Mondragón, que tiene sedes en Europa, en Asia, en Estados Unidos, en Sudamérica, más exactamente en Brasil, ahí hay procesos de economía solidaria de cooperativas con muchísimos trabajadores, con muchísimas personas que intervienen, pero además industrializa los procesos.

No solamente es coger la papa y venderla, sino que podamos hacerle transformación, para poder hacer circuitos cortos de comercialización y circuitos largos de transformación. Ese es el sueño que tenemos en estos procesos donde la economía popular se puede convertir en economía social y solidaria, y podamos ayudar a los millones de colombianos que no tienen un empleo, y que no tienen un ingreso fijo, por lo que no pueden cotizar para la salud ni para pensión.

Producir y consumir

¿Este tipo de economías puede garantizar que más personas tengan seguridad social?

-Claro, lo que hay que lograr es que el señor que vende en la caseta pueda tener seguridad social, que si se enferma él o su familia, tengan una seguridad social adecuada, caja de compensación de la que han excluido todo el tiempo a los vendedores. Que después de trabajar 50 años en la caseta tenga una pensión digna.

¿Qué es ser consumidores y prosumidores?

-Los proconsumidores, productores y consumidores. Productores, los que siembran la tierra, los que cuidan los animales, etcétera, y venden de manera directa a los consumidores. Ya tenemos ejemplos en Colombia como Agrosolidaria, que es un proceso de consumidores que le compran directamente alimentos limpios al productor. Entonces, los campesinos tienen sus productos y no se les va a perder porque ya tienen los consumidores. Se le garantiza al campesino que se le va a comprar eso y se le garantiza al consumidor de la ciudad, del campo, que se le va a llevar la comida a su casa.

Por supuesto, habrá personas que tienen que hacer el transporte, pero disminuimos esos costos. Necesitamos buscar los centros de acopio como se tenían en el pasado con el Idema, pero esos centros en muchas regiones la gente con los mercados campesinos ya los está teniendo.

Otra forma de pensar

Estas diferentes economías que usted explica, ¿están ahora en el Plan Nacional de Desarrollo?

-En algunos artículos se habla de la economía cooperativa donde las cooperativas van a ayudar a canalizar los recursos para llevarlos a la gente más necesitada. Ya tenemos ejercicios en Medellín, en Bogotá, en Risaralda donde se ha trabajado con circuitos solidarios, donde no le prestamos plata a una persona, sino que prestamos en circuito solidarios de 10 o 20 personas que son las que responden, con créditos blandos.

En la economía comunitaria se pretende trabajar con las juntas de acción comunal en lo relacionado con las vías de acceso, con los acueductos veredales, con la energía, con la televisión por cable.

Y en la economía popular se le ayudará al informal a que tenga recursos para que viva bien, que su familia tenga mejores condiciones de bienestar.

En más de 30 años de neoliberalismo la lógica impuesta por el Establecimiento es diferente a esto que quiere el Gobierno, ¿cómo debe la gente salir de esa lógica y empezar a pensar de manera asociativa y solidaria?

-Lo primero es que debemos consumir otros medios de comunicación, diferentes a los que la gente ve actualmente, que hacen propaganda al neoliberalismo todo el tiempo. Hay que ver cómo países en Europa y en Asia han entendido que no es el capitalismo la mejor forma para llevar a un mejor nivel de vida a la gente.

Hay que mostrarle a la gente que hay otra forma de hacer economía, que las 300 entidades solidarias más grandes del mundo, 174 que facturan casi 2.5 billones de dólares anuales, están en Europa, y que esos países tienen mejor calidad de vida porque trabajan en formas asociativas. La economía es mejor cuando lo hacemos juntos y no cuando lo hacemos de manera individual.

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