“Hay una especie cuya cognición avanzada, el uso de herramientas y su capacidad para adaptarse a entornos cambiantes son un modelo de lo que podría ser la siguiente especie inteligente del planeta, después de los humanos”, dice un profesor británico
Redacción Ciencia
La popular cinta El planeta de los simios plantea la hipótesis de la autodestrucción de la especie humana. Las guerras sucesivas, que desencadenan en una hecatombe global, junto con la explotación de unos seres humanos por otros, la esclavitud, el racismo, el odio, la segregación racial, marcan el fin inexorable de la especie animal más inteligente que ha existido sobre el planeta.
La gobernabilidad de la Tierra, paradójicamente, es asumida por los simios, nuestros más inmediatos antepasados, que muestran mayor capacidad de resiliencia, de sobrevivencia, aunque no pueden evitar ser contagiados por el odio y el espíritu belicista de la especie ya en proceso de extinción final.
Existen teorías más fantásticas, igualmente apartadas de un riguroso examen científico, como la de que, en un futuro cercano, seremos invadidos por marcianos o seres de otros planetas, algunos de ellos monstruos terroríficos. Centenares de películas, series de televisión y libros de dudosa calidad alimentan esta versión.
Los simios ya no reinarán
Si miramos el panorama actual de guerras, genocidios, desastres causados por el cambio climático, el auge de grupos de extrema derecha y la progresiva desarticulación del derecho internacional, no sería una exageración hablar de la posible extinción de la especie humana. Así lo han admitido figuras como el secretario general de las Naciones Unidas, el sumo pontífice de la Iglesia Católica y el presidente de Rusia, entre otros visionarios.
Un detalle que ahora se revela es que no sería una especie de simios quienes gobernarían el planeta. Los primates, aunque similares a los humanos, tampoco durarían mucho, ya que son igualmente vulnerables a las amenazas en nuestro hábitat común. De hecho, ahora mismo, algunas especies de ellos están ya en vía de extinción. Esta tesis es sostenida por el profesor Tim Coulson, catedrático de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.
En caso de que la humanidad llegue a desaparecer ─añade el especialista─, los pulpos podrían tomar el control del mundo. Estos animales constituyen una de las especies más inteligentes y adaptables de la Tierra, tienen todo lo necesario para evolucionar y crear la primera civilización no humana, asevera el científico. ¡Quién lo creyera!
Nos mueven el butaco
“Sin los humanos como especie dominante, otras especies podrían asumir gradualmente nuevas funciones ecológicas, aunque quizá no se parezcan en nada a la civilización humana”, afirmó el profesor de la Universidad de Oxford.
“Los seres vivos de la Tierra están sujetos a la evolución: mutaciones genéticas que cambian las características de los individuos y se acumulan a lo largo de las generaciones. La mayoría son perjudiciales, pero algunas pueden garantizar la supervivencia de una especie ante entornos y oportunidades cambiantes”, señaló Coulson.
Precisó que los humanos siguen evolucionando hoy en día, pero tarde o temprano podrían desaparecer porque “la extinción es el destino de todas las especies”, mientras que “la vida persistirá en la Tierra probablemente durante otros mil millones de años”. Añadió que, de ser así, el planeta sería escenario de un reequilibrio de los ecosistemas y de la aparición de nuevas formas de inteligencia.
Los sucesores
Algunas especies de aves e insectos son capaces de construir viviendas comunes, con una estructura similar a la de las comunidades humanas, pero carecen de la motricidad fina necesaria para crear una civilización. En cambio, los pulpos están bien adaptados a los cambios imprevisibles, señaló el experto.
“Su cognición avanzada, el uso de herramientas y su capacidad para adaptarse a entornos cambiantes son un modelo de lo que podría ser la siguiente especie inteligente del planeta después de los humanos”, precisó el docente. “En algunos centros de investigación, determinados individuos incluso se escapan de sus tanques por la noche, visitando los de sus vecinos, aunque parezca mentira”, agregó.
Aunque es poco probable que se adapten en la vida en tierra debido a su falta de esqueleto, el científico no descarta la posibilidad de puedan construir comunidades submarinas parecidas a ciudades, e incluso aprender a respirar fuera del agua para cazar animales terrestres. Por supuesto, les llevaría cientos de miles o millones de años evolucionar y adquirir estas habilidades, siempre que logren sobrevivir al acontecimiento que ‘provocó la extinción’ de la humanidad”, señaló Coulson en su tesis que, aclaró, se trata solo de una suposición.
