domingo, abril 28, 2024
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El Foro de Sao Paulo se reúne en Bogotá

La juntanza de partidos y movimientos políticos amplió su incidencia, contribuyendo de forma decisiva al arraigo de las ideas con vocación revolucionaria, reconociendo nuevos actores sociales y políticos

Pietro Lora Alarcón

Entre los días 13 a 15 de abril sesionará en Bogotá el Grupo de Trabajo, GT, del Foro de San Pablo, que además de analizar elementos importantes de la actual coyuntura económica, social y política de América Latina y el Caribe, debe concluir los detalles organizativos del XXVI Encuentro del Foro, que se llevará a cabo en Brasilia a finales de junio del presente año.

Para la Colombia de hoy, cuyo auge de la lucha y la rebelión popular vivida en los últimos años abrió la posibilidad de victoria para un gobierno alternativo bajo la bandera de la unidad de un conjunto de fuerzas materializada en el Pacto Histórico, que enfrenta los desafíos de construir la Paz Total y aprobar transformaciones de profundo calado social como la reforma laboral, pensional y a la salud.

La sesión del GT en Bogotá es una oportunidad para explicar con argumentos sólidos en qué consiste este transitar a una nueva realidad, tocando aún más la sensibilidad de las fuerzas políticas hermanas en la lucha continental por una cultura popular, fundada en el respeto a la vida, las libertades y las garantías democráticas.

Lucha por las reformas

Desde luego, se trata de generar un respaldo solidario y efectivo a una agenda doméstica que busca soluciones políticas a las varias formas de violencia que persisten en el país y que pugna por crear un arco mayor de fuerzas capaz de imponer en el Congreso las reformas necesarias.

Por eso es tan importante saludar la presencia en el país de los miembros del GT del Foro, que siempre han estado en la primera línea, exigiendo sin titubeos el cumplimento del Acuerdo de Paz del 2016 y que han escuchado en diversas oportunidades todo lo relacionado con el programa ‘Colombia Potencia Mundial para la Vida’, que significa en la política externa un compromiso con la seguridad regional y la prevalencia de los derechos humanos, la integración latinoamericana y caribeña, la preservación de la Amazonia, la lucha contra el cambio climático y la inequidad de género, y soluciones conjuntas contra el hambre y la miseria.

Es oportuno recordar que el Foro de Sao Paulo se convirtió, desde su fundación el 4 de julio de 1990 por iniciativa del comandante Fidel Castro y de Luis Inacio Lula da Silva, en un referente para el análisis, la reflexión y la acción contra el neoliberalismo.

La juntanza

En esa ocasión, en medio de un contexto histórico donde las posibilidades de gobiernos de izquierda había sido castigada por dictaduras fascistas en el Cono Sur y la “guerra sucia” en Colombia cegaba la vida de miles de dirigentes populares, al tiempo que la URSS desaparecía y profundas transformaciones geopolíticas que impactaron toda la dinámica internacional afectando de forma negativa a Cuba y otros países socialistas, 48 organizaciones, frentes y partidos de la izquierda latinoamericana y caribeña, en un esfuerzo tan original como necesario, practicaron lo que en nuestro país llamamos una juntanza para focalizar en un diagnóstico el carácter de la época.

Buscaron intercambiar experiencias, definir principios básicos de funcionamiento y trazar un rumbo estratégico de unidad, insurgiéndose contra las democracias restringidas, el colonialismo y el imperialismo, la militarización y los trágicos resultados neoliberales en el campo de los derechos económicos y sociales de los pueblos, proclamando la integración con soberanía, la identidad cultural, la solidaridad internacionalista y el legado emancipatorio de Simón Bolívar, José Martí, José Carlos Mariátegui y demás luchadores por la libertad y la construcción de una sociedad libre y justa.

A partir de allí, muy a pesar de las dificultades, el Foro de Sao Paulo amplió su incidencia política, contribuyendo de forma decisiva al arraigo de las ideas con vocación revolucionaria, reconociendo nuevos actores sociales y políticos y elevando la subjetividad para la comprensión de los problemas y desafíos de nuestro tiempo. Hoy son 123 fuerzas políticas en más de 27 países presentes en la articulación.

Postura autocrítica

El proceso de unidad de acción política, aliado a la lucha popular y a la interpretación de las contradicciones económicas y condiciones de desarrollo de los regímenes políticos permitió victorias importantes en elecciones presidenciales de partidos que actúan al interior del Foro, ocasionando una reinterpretación y actualización de posiciones para poder asimilar las experiencias de gobernar.

Se pasó a la ofensiva, aunque esas experiencias se atravesaron sin que necesariamente se identificara una situación revolucionaria. Es decir, la onda progresista fue determinante en los rumbos continentales y atendió a una creciente expectativa popular, pero siempre tuvo como enemiga a una derecha que además de no plantear salidas a los problemas boicoteó la ejecución de los programas de gobierno.

Desde luego, también se ha aprendido de los momentos en que ha habido resultados negativos. El Foro ha sido autocrítico en varias oportunidades, pero nunca ha dejado de denunciar los proyectos reaccionarios y neofascistas que se erigen sobre la base de la erosión del propio liberalismo y que, intentando siempre excluirse de su responsabilidad en las crisis del sistema se pretenden colocar como alternativa y aprovechar el desespero de los más pobres y vulnerables ante la desigualdad, la precarización laboral y el irrespeto por la vida y la dignidad.

Integración con soberanía

El internacionalismo del Foro se ha demostrado, tanto en la solidaridad y la respuesta a las agresiones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, como también en el pronunciamiento firme contra los asesinatos de líderes y lideresas de Colombia, contra el golpe fraguado en Bolivia y la represión en Perú, así como en tantas otras ocasiones en que fue necesario acompañar procesos electorales, enfrentando las posiciones de la propia OEA o desarrollando campañas contra el lawfare que pretende criminalizar dirigentes progresistas y revolucionarios.

Hoy el momento es de especial gravedad para la paz. El Foro está especialmente atento a como la agudización de la crisis sistémica genera una acción expansiva de los Estados Unidos y los países de la Unión Europea que participan de la estructura hegemónica de poder para construir un nuevo momento de dominación global.

Para ese fin, como se ha visto recientemente, utilizan a la OTAN -de la cual siempre es importante recordar que Colombia es socio global- como brazo armado en la frontera con Rusia, y simultáneamente promueven la creación de la alianza militar AUKUS, en el indo-pacífico, para buscar cercar a la República Popular China.

Pero es también un momento de giro político en el contexto regional, con las victorias electorales no solo en Bolivia, Honduras, Chile y Colombia, sino también en Brasil, que confirman la continuidad de una dirección transformadora y democrática y la expectativa real y posible, de una integración de nuestros pueblos, con soberanía, democracia y profundo arraigo popular.

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