La invitación hecha por el nuevo Gobierno, a través de la iniciativa de la ministra Patricia Ariza, logró unir a diferentes líderes, lideresas, artistas, intelectuales, científicas, estudiantes, jóvenes, trabajadoras y trabajadores que viven en la capital francesa
Sofía De la Hoz T.
La propuesta del estallido cultural ha llegado a París, Francia. La iniciativa ha sido abrazada por un gran número de colombianas, colombianos, francesas y franceses que se propusieron organizar un festival que desde la alegría le aporta a la construcción de paz, al cuidado de la vida y la reconstrucción del tejido social.
Este espacio estuvo acompañado de danza, música, marionetas, fotografía, pintura, literatura, diferentes trabajos de memoria, de investigaciones científicas, debates sociales y políticos y de una asamblea popular en la que estuvo presente la viceministra de las Culturas, las Artes y los Saberes, Adriana Molano Arenas.
Esperanza y vida
El encuentro se constituyó en un éxito y se proyecta como un eslabón fuerte en la construcción de un nuevo país desde la diáspora, que esta vez, gracias al Gobierno nacional, se reúne alrededor de la alegría, a diferencia de momentos pasados, como el reciente paro nacional de 2021, donde la incertidumbre y el dolor de patria fueron los focos del reencuentro.
La invitación hecha por el nuevo Gobierno, a través de la iniciativa de la ministra Patricia Ariza, logró unir a diferentes líderes, lideresas, artistas, intelectuales, científicas, estudiantes, jóvenes, trabajadoras y trabajadores que viven en París y su región.
En el espacio la esperanza y la vida se fue nutriendo por medio de paneles, debates, diferentes expresiones artísticas y de una rica y armoniosa muestra gastronómica, buscando aportar a la construcción del necesario cambio cultural en la sociedad colombiana desde las personas que por razones generalmente políticas y económicas han tenido que migrar, con las consecuencias que esto implica.
Unidad en medio de las diferencias
La sinergia del equipo que estuvo al frente de la organización del evento fue fundamental para que los cientos de participantes del festival disfrutaran y aportaran en esta celebración por la vida. Verlos correr de un lado a otro del lugar para que todo se diera en perfecta sincronía, atendiendo el bar, presentando la programación, estar en los stands, coordinar paneles, hacer traducción simultánea y abrazar sus propias diferencias, es una gran lección para la creación conjunta, sabiendo que nos une el fondo, que la fortaleza está en construir sumando saberes, uniendo culturas, valorando las artes y todas las expresiones artísticas.
La proclama surgida del encuentro enalteció a Jorge Eliécer Gaitán y a las personas del común que este representó y representa. Invitó a la América toda, al gran Abya Yala a sumarse a esta transformación. Además, recordó a las Primeras Líneas de todo el país, quienes pusieron sus cuerpos y sus voces para defender la protesta social, a las madres cabeza de familia, las abuelas, la cultura del cuidado que es la trinchera fundamental de lo mejor que tenemos como sociedad.
Finalmente rindió un homenaje al sociólogo y periodista Alfredo Molano Bravo, maestro de la sencillez y la cordura, el gran cronista de los y las nadies de Colombia.
El inicio del estallido cultural colombiano en París es también la invitación a fortalecer la unidad en medio de las diferencias para construir país en el exterior, desde la alegría y la esperanza. Es una invitación para que las nuevas generaciones, nacidas en el exilio, narren desde sus cuerpos, anhelos y logros la paz que vamos construyendo desde la justicia social.