Falleció el dirigente revolucionario nariñense luego de una larga trayectoria política en tierras tolimenses, donde defendió los intereses de la clase trabajadora y denunció la destrucción de la naturaleza en el territorio
Nelson Lombana Silva
El connotado dirigente de izquierda Darío Romero falleció en la ciudad de Bogotá el pasado 17 de junio, después de soportar una inclemente enfermedad a la edad de 77 años de edad. Su cuerpo fue trasladado a la ciudad de Ibagué, Tolima, permaneciendo en cámara ardiente en la asamblea departamental, realizándose el funeral el día 19.
Era natural de Ipiales, Nariño, llegó al Tolima en la década de los setentas, desarrollando un trabajo político importante. Fue dirigente nacional y presidente departamental de la Unión Patriótica, en momentos en que se desarrollaba con virulencia el genocidio político contra esta organización y el Partido Comunista.
También militó en otras organizaciones políticas y populares, pero siempre en la izquierda, soñando con un país posible al alcance de todos y todas. La sorpresiva noticia causó consternación en las filas de la izquierda tolimense, sobre todo, quienes tuvieron la oportunidad de compartir con él múltiples luchas en esta región del país.
Era agrónomo de profesión. La última recta de su importante existencia la dedicó al tema ambiental, rechazando la megaminería a cielo abierto y la contaminación de ríos y quebradas. Intensa labor en esta dirección desarrolló en el extenso cañón del Combeima de la ciudad de Ibagué.
En la memoria de un pueblo
El secretario general del Partido Comunista, local Ibagué, destacó su vida y obra, señalando que el momento que estamos viviendo es producto del gran acumulado histórico, donde Darío Romero colocó su granito de arena: “Hombres como Darío Romero, en realidad, no mueren, trascienden”, señaló.
Por su parte, la presidenta de la Unión Patriótica de la ciudad de Ibagué, Luisa Fernanda Robayo, señaló: “Darío Romero fue presidente departamental de la Unión Patriótica, un compañero que ayudó a construir la esperanza en Colombia, como lo hicieron Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa. Nos deja un legado muy grande para seguir forjando la democracia, la vida, la esperanza. Como dice José Martí: ‘La muerte no es verdad cuando la obra de la vida se ha cumplido’. Estamos seguros y seguras que Darío Romero lo ha hecho”.
A su vez, el concejal de Ibagué por la UP, Jaime Tocora, dijo: “Es lamentable. Se nos adelanta un compañero. Nos queda tenerlo más cerca de nuestro corazón, de la mente, reconocerlo como un hombre importante para la construcción de estos nuevos mundos, posibilidades y alternativas. Darío vive en la memoria de nosotros”.
