Presentamos algunos de los aportes realizados por el autor de la “Historia del Cristianismo” para superar la filosofía idealista alemana en los años cuarenta del siglo XIX
José Ramón Llanos H.
Este escrito se propone compartir con los lectores las reflexiones de Feuerbach, nacido en Landshut en 1804 y fallecido en Rechenberg, próximo a Nuremberg.
En 1823, inició sus estudios en la Universidad de Heidelberg, en esa época, institución donde enseñaba Hegel y otros docentes como Karl Daub, quien se identificaba con las ideas del autor de La fenomenología del Espíritu. Los estudiosos sistemáticos de su obra consideran que constituye la expresión del intelectual más progresista de su época, entre otros, se identifican con este aserto, Alfred Schmidt.
Según Santiago Castro-Gómez, en Alemania imperaban en esa época las ideas difundidas por los teólogos protestantes. Aunque inicialmente estuvo dedicado a la reflexión teológica, finalmente Feuerbach “decidió abandonar las ‘ilusiones teológicas’, determinó hacer de los estudios filosóficos el quehacer de su vida”1.
Las siguientes obras, escritas entre 1830 y 1866, son producto de esta decisión: Pensamiento sobre la muerte y la inmortalidad, Crítica de la filosofía de Hegel, La esencia del cristianismo, Principios fundamentales de la filosofía del futuro, Tesis provisionales para la Reforma de la Filosofía, Sobre materialismo y espiritualismo, Sobre ética, Teogonía de lasa fuentes de la antigüedad.
Feuerbach y Hegel
Feuerbach se apartó de las propuestas teóricas de Hegel y planteó una crítica de la religión desde otra perspectiva que fundamentó sus observaciones a las propuestas más teológicas que filosóficas de su antiguo maestro. Expuso: “él hace del más allá de la teología el más acá, pero para ello ha hecho del más acá del mundo real el más allá2, por lo que a pesar de su afirmación de inmanencia, la filosofía hegeliana está afectada de trascendencia teológica”3.
En realidad, el estudio de Feuerbach tiene una gran relevancia para comprender los inicios de los estudios filosóficos de Marx, esto es reconocido por Althusser, quien lo expresa de esta manera: “Como la ruptura con Feuerbach se encuentra en el punto decisivo de la constitución de la posición teórica de Marx, el conocimiento de Feuerbach representa, en este sentido, un medio de acceso irremplazable y lleno de implicaciones teóricas a la filosofía de Marx”4.
Alfred Schmidt en su obra Feuerbach o la sensualidad emancipada destaca la importancia de sus aportes a la dinámica del desarrollo del pensamiento político ruso, especialmente sobre Belinski, Herzen, Dobroljubow y Teschernyschewski, quienes abandonaron las ideas hegelianas y fueron conquistados por las propuestas teóricas de su biografiado. Añade que, incluso, el texto Monismo natural de Joseph Dietzgen es producto de la influencia del pensador alemán.
Las valoraciones de Marx sobre Feuerbach
A lo largo de las múltiples valoraciones que hace Marx de Feuerbach, encontramos una de singular importancia: “Feuerbach es el único que tiene una relación seria y crítica con la dialéctica hegeliana y el único que ha hecho verdaderos descubrimientos en este terreno, quien ha superado verdaderamente la vieja filosofía”5.
Independientemente de los reconocimientos o críticas que hace Marx a la obra del autor de La esencia del cristianismo, toma de él el concepto de alienación. Feuerbach había utilizado este término, a su vez, de la filosofía de Hegel en sus escritos sobre religión. El autor de El Capital lo emplea inicialmente en sus textos sobre política y, finalmente, en sus planteamientos sobre economía y filosofía.
Marx aplica este concepto al criticar la filosofía de Hegel, en un texto de los años cuarenta del siglo XIX, titulado la Crítica de la filosofía del Estado de Hegel. “Posteriormente, este concepto constituirá también hilo conductor de la crítica de la economía burguesa que realiza Marx en los Manuscritos económico-filosóficos”6.
La valoración crítica de Federico Engels y Marx
Al contrario de la valoración positiva que presenté de Carlos Marx al ideario de Ludwig Feuerbach, posteriormente, en los Apéndices de La ideología alemana, escrita conjuntamente con Federico Engels, ambos hacen una crítica radicalmente negativa, especialmente no dan ningún reconocimiento a su filosofía de la naturaleza, a la antropología, la fisiología, la psicología, la moral: “La actitud moral y racional del hombre ante el estómago consiste en no como algo animal, sino como algo humano”. “El hombre…como ser moral” y las muchos otros asuntos sobre moral en La esencia del cristianismo7.
Carlos Marx en sus Tesis sobre Feuerbach hace una valoración de su obra totalmente diferente a la que hizo en los apartes que mencionamos al comienzo de este artículo. Empieza expresando: “El defecto fundamental de todo el materialismo anterior ─incluyendo el de Feuerbach─ es que solo concibe el objeto, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto (objekt) o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, como práctica, no de un modo subjetivo.
»De aquí que el lado activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo, pero solo de un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real. Sensorial, como tal. Por eso la esencia del cristianismo solo considera la actitud teórica como la auténticamente humana, mientras que concibe y plasma la práctica solo en su forma suciamente judaica de manifestarse. Por tanto, no comprende la importancia de la actuación ‘revolucionaria’, práctico-crítica”8.
1 Santiago Castro Gómez. La rebelión antropológica. Siglo XXI. España. P. 161.
2 Ludwig Feuerbach. Principios de la filosofía del futuro y otros escritos. Barcelona, Humanitas, 1984, p.105.
3 César Ruiz Sanjuán. Historia y sistema en Marx. Siglo XXI. España. 2019, p. 29.
4 César Ruiz Sanjuán. Ibid. P. 30.
5 César Ruiz Sanjuán. Ibid. P. 29.
6 Ibid, p. 31.
7 Carlos Marx-Federico Engels. La ideología alemana. Instituto Cubano del Libro. La Habana, 1973. p.101
8 Ibid.p.103