miércoles, febrero 12, 2025
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“Ahora somos capaces de hablar”

La poeta Siphiwe Nzima nació en Zimbabue en 1976. Desde hace 20 años vive en Lesoto. También es actriz de cine, cantante y activista. Es mundialmente conocida por su papel en la película Mosonngoa (2014). La artista africana habló para VOZ

Luydomin Atencia

Mis poemas

Mis poemas son dolorosos, pero no son poesía en absoluto, sino un grito de auxilio,
un pretexto para la acción, una declaración de tormento que busca retribución.

Un recordatorio que nadie quiere recordar,
un estado de emergencia que busca intervención.

Ellos no quieren vestir la situación con lentes color rosa, ni invocar el espíritu
de incitación fraternal.

Ellos no son poesía hasta que me hacen perder mi sensación de desesperanza
por un verso de dulces encantamientos…

Ellos hacen aquellas preguntas pertinentes que ignoramos con la esperanza
de que se disipen en la nada…

Este poema te pregunta ¿adónde vamos…?
Vamos rápido a ninguna parte y arrastramos el futuro a este abismo.

El suelo sangra con las lágrimas de los sin voz, mientras el sol brilla sobre la creciente ira interior.

Escucha los susurros en el viento.
Siente el suelo que implosiona lentamente.

¿¿A dónde vamos??
¿Por qué tomamos este rumbo?
Si tienes las respuestas, por favor informa a los niños.

Esta ruta conduce directo a su futuro
El mismo futuro
Hemos perdido nuestra brújula moral… dirigiéndonos lentamente hacia la destrucción…

sin rumbo.

Poesía africana

Siphiwe Nzima es poeta y defensora de derechos humanos. Su obra es una infusión de palabras habladas, melodías africanas y tambores tradicionales. Está inspirada en los artistas pop afro contemporáneos.

Su pasión por la preservación de la niñez africana la ha impulsado a escribir poemas sobre los derechos humanos, la violencia de género y el abuso infantil. Al crecer, estuvo sujeta a instancias que la vieron emplear la poesía para liberarse de sus propias experiencias de abuso cuando era niña y desde entonces se ha convertido en una voz de razón para aquellos que temen hablar y para que aquellos que comparten su pasión, se enfrenten también a los prejuicios, la violencia y el abuso.

Ha participado en las películas Lágrimas de sangre (2010); Mosonngoa (2014), Esto no es un entierro, es una resurrección (2019), estrenada en el 76º Festival de Cine de Venecia; Culturas de Resistencia–Lesoto (2019), premio al mejor álbum de Rhythm and blues, últimos premios de Música Radial, 2014.

Una corta entrevista

Has compartido con otros poetas, ¿cómo ves la poesía de Lesoto con relación a la poesía latinoamericana?

–La poesía de mi país no es muy diferente. Todos tenemos la misma historia, hablamos del mismo tema. Nosotros solo tenemos diferentes formas de expresarlo pero todos tenemos la misma mentalidad, todos nosotros estamos buscando lo mismo que es el cambio social para defender los derechos humanos, o a la humanidad, pero obviamente tenemos maneras diferentes de hacerlo. La mía se basa en el activismo, para pelear contra los individuos violentos, para la protección de las mujeres y niños, para demostrar al mundo lo que está pasando en mi país. Nuestro movimiento poético se basa en lo mismo, en proteger a los humanos.

Los pueblos de África y de América Latina estamos luchando por defender nuestros territorios, nuestras culturas, ¿Cómo se conecta la poesía en Lesoto y en África, con estas luchas de los pueblos?

–Colombia no es muy diferente a mi país. Siempre han existido luchas en contra de algo, siempre hemos estado peleando en contra de la corrupción. Nos queremos asegurar de que nuestro país no se convierta en un falso Estado, significando qué hay mucha corrupción y violencia. Nosotros usamos la poesía para gritar, para hablar alto. Si nosotros lo hacemos por medio de la poesía, no somos muy atacados. No estoy muy segura acerca de Latinoamérica pero lo que sé es que también están luchando por la independencia.

La lucha en Colombia tiene el respeto de todos nosotros. Es una minoría que ha trascendido alrededor del mundo y eso me encanta. Siempre trata de levantarse por ella misma y ellos se están llevando al mundo para que crezca unido porque estar juntos y arriba nos ayuda mucho a manejar la lucha de nuestro país.

Vimos muchas mujeres poetas en el Festival Internacional de Poesía de Medellín. ¿Qué significado tiene el hecho que en la actualidad la mujer africana sea portadora de la poesía en un contexto de los derechos de la mujer?

–Creo que es un reconocimiento hacia la mujer, porque ahora somos capaces de hablar por nosotras mismas. Estamos mirando a mujeres unirse a la poesía porque ahora nosotras no tenemos miedo de venir y hablar. Especialmente en el pasado, las mujeres africanas debían ser vistas pero no escuchadas y pienso que el movimiento poético simplemente nos ha dado una plataforma para ahora decir, “ok, tengo algo para decir y quiero ir y decirlo, esta plataforma me da el apoyo para ir y decirlo”. Esto demuestra empoderamiento y el efecto de que haya más mujeres que hombres es algo muy positivo, es un logro y significa que las mujeres en mi país son libres, fuertes, independientes y están listas para pelear por lo que ellas conocen como derechos, para el país y para el mundo.

¿Qué visión te deja Colombia?

–Bueno, para decirte la verdad, tenía miedo de venir porque los medios internacionales no dan buenas expectativas del país. Pero ahora que tuve la oportunidad de visitar Medellín y conocer a la gente de Colombia, me encuentro en desacuerdo con todas las historias y lo que he escuchado. Estoy feliz de venir aquí. Colombia ha tenido avances impresionantes en lo cultural. Así que amo este país. Espero volver de nuevo.

Madre naturaleza

¿Por qué estoy en este ambiente?
Cada día me pregunto cómo respiro y sigo adelante a pesar de todo.

Cada día pierdo la esperanza de poder sobrevivir en esta locura.
Que drena mi fuerza física y paraliza mi sentido espiritual.
Que obstaculiza mi ambición y se nutre de mi fracaso.
Que me lleva a un colapso mientras me empuja a una ruptura.
Predica paz mientras impone guerra.
Anhela amor mientras crea enemigos.
Es una batalla constante mantenerlo satisfecho.

Mientras tanto, me ahogo en silencio, cubierta de tristeza, preguntándome si alguna vez volverá a dar frutos.

Querida Madre Naturaleza,
Estoy muriendo en este ambiente.

*Traducción de poemas, Nelson Ríos. Traducción de la entrevista, Violeta Hernández. Nota biográfica y poemas tomados de Siphiwe Nzima – Festival Internacional de Poesía de Medellín (festivaldepoesiademedellin.org)

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