sábado, agosto 31, 2024
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Un pacto por la educación

La enseñanza pública y de calidad debe ser el pilar para transformar a Colombia en un país inclusivo y desarrollado. El compromiso de la bancada alternativa en el Congreso será con el aumento del presupuesto, aliado con las organizaciones de docentes, de estudiantes y trabajadores

Jorge Enrique Laverde Herrera (*)

La educación pública ha venido siendo desfinanciada por los gobiernos neoliberales con la pretensión de privatizarla. El Acto legislativo 01 de 2001 aprobado durante el gobierno de Andrés Pastrana y el 04 de 2007 en el gobierno de Álvaro Uribe, lograron quitarle a la educación cerca de 100 billones de pesos hasta el presente, acrecentando las brechas educativas en el país.

El Estado atiende en sus colegios 8.1 millones de estudiantes (81%) y el sector privado 1.9 millones (19%), con 1.6 millones de niños y jóvenes entre tres y 16 años que no están estudiando, además muchos colegios no cuentan con la infraestructura ni la dotación adecuada.

En algunas regiones del país ni siquiera hay construcciones escolares, la educación preescolar y primaria no cuentan con docentes especializados en las diferentes áreas como educación física, segunda lengua, tecnología y artes, donde un solo docente debe enseñar todas las asignaturas.

La sistemática desfinanciación

Por otra parte, el 20% de los docentes son provisionales sin plenas garantías de carrera. Se han venido eliminando las normales y facultades de educación que preparaban al cuerpo docente, se ha impuesto una jornada única sin todas las condiciones necesarias y sin la asignación presupuestal para construir los colegios necesarios. Se invierte 1.2 billones de pesos en alimentación que apenas alcanza para un refrigerio poco nutriente. Los contratos se asignan mediante procesos con irregularidades y violaciones de la ley y la ética.

Una secuela de la desfinanciación en la educación es el hacinamiento en las aulas. Los grupos de estudiantes son muy numerosos, cerca de los 40 estudiantes en primaria y muchos más en bachillerato, donde permanentemente faltan maestros en los colegios y el gobierno no los nombra. Estos tienen dos estatutos profesionales y vienen perdiendo muchas reivindicaciones salariales y prestacionales. A 2017 había 2.5 millones de analfabetas (5.24% de la población) en Colombia. En estas condiciones la educación no puede ser de alta calidad.

La matrícula universitaria solo cubre al 51% de los jóvenes entre 17 y 21 años (dos millones 180 mil estudiantes); las universidades públicas atienden al 51% de los matriculados; más de dos millones no llegan a la universidad; de los bachilleres egresados anualmente, solo el 39% ingresa a la universidad o a institutos de educación técnica o tecnológica.

Reforma constitucional

Se requiere una reforma constitucional que aumente el presupuesto de educación a más de 100 billones de pesos anuales (hoy está en 49 billones) así se garantizará la educación gratuita financiada por el Estado desde el preescolar de tres grados hasta la Universidad; construir los cerca de 2.000 colegios necesarios para llegar a una cobertura total sin contar con la ampliación a Jornada Única que duplicaría el número de colegios faltantes.

También se podrían dotar los colegios con los elementos necesarios y la tecnología adecuada; suministrar los textos y libros a los estudiantes; garantizar alimentación nutritiva a toda la población escolar; ampliar la planta docente, con plenos derechos de carrera, salarios y prestaciones, garantizando una educación de alta calidad académica, científica y tecnológica al servicio del desarrollo industrial, manufacturero y agrícola, cultural, deportivo y artístico que requiere el país.

Así, también, el presupuesto de educación superior podría pasar de cuatro a 15 billones de pesos anualmente, para poder construir las universidades urgentes y garantizar educación superior al 100% de los bachilleres egresado anualmente.

Para lograr el aumento se debe modificar el Presupuesto General de la Nación, disminuyendo entre otros rubros el gasto en guerra (Defensa) que se lleva 42.6 billones de pesos (12.1% del PGN) y el pago de la deuda externa que se lleva 78 billones (22.3% del PGN), más de la tercera parte.

La reforma debe ser gradual para llegar a que el presupuesto de educación sea como mínimo el 10% de PIB (más de $100 billones anuales para educación); los países con mejor educación invierten alrededor del 12% del PIB, como es el caso de Cuba, a pesar del bloqueo liderado por el gobierno norteamericano.

Derecho fundamental

Para el Pacto Histórico la educación debe ser un pilar para transformar el país en uno productivo y desarrollado, que satisfaga todas las necesidades de cerca del 95% de la población que no tiene la mayoría de la riqueza nacional, por eso debe comprometerse con la lucha por el aumento del presupuesto de educación en el Congreso de la República, acompañado por las organizaciones de docentes, estudiantes y demás del pueblo colombiano.

La educación debe convertirse en un derecho fundamental y obligatorio para toda la población, debe ser financiada por el Estado desde el preescolar de tres grados hasta la educación superior, desde los tres años hasta terminar la formación profesional.

Además de la reforma presupuestal, se debe adelantar una reforma educativa que la ponga al servicio del desarrollo y crecimiento de la producción industrial, manufacturera, agrícola, que esté ligada a la cultura popular, a la comunidad y sus necesidades, que forme, promueva e impulse el deporte y las artes, la investigación y la ciencia, que incluya las particularidades culturales y étnicas que existen en el país.

Que integre la educación desde el preescolar hasta la superior, adecuando el currículo, las áreas y la organización escolar para lograr una educación de alto nivel científico, tecnológico, humanístico, que contribuya a la construcción de una sociedad justa y democrática sin ningún tipo de discriminación y que conduzca a la paz.

La victoria del Pacto en mayo permitiría el aumento del presupuesto a través de la reforma al Sistema General de Participaciones del cual se financia la educación pública, lo cual aportaría todos los recursos necesarios, no sólo para educación sino, también, para la salud, el agua potable y saneamiento básico.

Un compromiso

El magisterio tiene el deber de orientar a los padres de familia para que entiendan que votar por el Pacto Histórico significa mejorar las condiciones en que estudian sus hijos. Que además le abren perspectivas para que las aulas escolares se doten óptimamente, se modernicen los laboratorios y se provea de las sustancias y el equipamiento para que se realicen los experimentos que faciliten el aprendizaje de la química y la física.

También se eliminará prontamente la corrupción del proceso de la contratación de la alimentación de los niños, lo cual condiciona la pésima calidad de la comida que diariamente se les proporciona a los educandos. Muchas veces algunas enfermedades que padecen los niños son consecuencia de los alimentos que se les da. También es causa de las enfermedades la pésima manipulación de quienes procesan la comida. Como se ve el triunfo del Pacto Histórico cualificará rápidamente la educación en Colombia.

(*) Exrector del Colegio Simón Bolívar

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