martes, abril 23, 2024
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Por una educación transformadora y antipatriarcal

La Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, ACEU, culminó su primer seminario de género y la escuela nacional de dirigentes

Yessica Arandia

El movimiento estudiantil en Colombia representa un punto fundamental en la historia de transformaciones y de resistencia. La organización de las y los estudiantes a través de los años, que se acentúa con más fuerza desde la represión de 1977, ha permitido la defensa de la educación pública del país, donde la movilización a nivel nacional y regional marca la fuerza de este sector juvenil con quien diversos gobiernos nacionales han tenido que sentarse a negociar reformas, presupuestos y otras reivindicaciones.

La Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, ACEU, lleva 23 años en ese camino que además propende, desde sus inicios, por la unidad del movimiento estudiantil, y en la actualidad, luego de la dispersión ocasionada por la pandemia del covid-19 donde la virtualidad impidió la cohesión del estudiantado, ha logrado marcar un punto importante para la democracia interna de las instituciones de educación superior al lograr las representaciones estudiantiles en todos los niveles que durante años estaban en manos de las administraciones de turno: desde representaciones de programas hasta representaciones en los consejos superiores universitarios, como en el caso de la Universidad Sur-colombiana y la Universidad de Nariño.

Este triunfo del movimiento estudiantil que la ACEU junto con otras expresiones juveniles ha logrado, tiene frutos importantes que este semanario ha documentado como la más reciente discusión sobre la reforma al Icetex en el Congreso de la República en la audiencia pública del pasado octubre de 2021, donde la asociación estudiantil fue ponente.

Para este año la asociación viene construyendo ejercicios de debate sobre la transformación estructural del modelo educativo colombiano, desde una perspectiva que supere la visión mercantil, financierista y patriarcal-machista en la educación superior.

Es así como se realizó el primer seminario nacional de género y la escuela nacional de dirigentes universitarios los días 18, 19, 20 y 21 de marzo de 2022 en la ciudad de Popayán. Sobre sus retos y perspectivas, nos contaron Kevin Siza como Secretario Político Nacional de la ACEU y Cristian Moreno como Secretario de Género de la asociación.

Despatriarcalizar la educación

“El seminario nacional de género es un espacio de formación, sanación, reparación, diálogo y discusión que busca profundizar en los debates de género al interior del movimiento estudiantil y en especial como organización gremial, esto en vías de luchar y construir una educación superior antipatriarcal y diversa.

“Por ello, el objetivo general del seminario fue avanzar en la construcción y fortalecimiento de la ACEU como organización antipatriarcal y diversa, además de la materialización de su iniciativa política. Esto último se recoge en un objetivo que hemos venido llamando el ‘programa mínimo’, desde donde hemos venido desarrollando y profundizando el debate sobre el género y la lucha antipatriarcal en las universidades, al interior de nuestra organización y en el movimiento estudiantil, social y popular.

“Desde donde estas diversas instancias se conciban además como espacios seguros de cara al reconocimiento y la no repetición de las Violencias Basadas en Género tanto a nivel colectivo como individual”, afirma Cristian.

Fue así como el espacio que contó con otras expresiones juveniles como la invitación a estudiantes de secundaria y a otras organizaciones, quienes hicieron parte del panel de apertura, trató los temas sobre la importancia de la despatriarcalización de la educación, como el reconocimiento histórico del papel de las mujeres profundamente invisibilizadas de la ciencia y la academia en general, así como los debates de transversalización de la perspectiva de género en los currículos académicos y la relación universidad-sociedad que pretende avanzar en el papel transformador de la educación en todos los campos de la realidad.

En la jornada del sábado 19, se instalaron mesas de discusión y grupos temáticos para la construcción del programa mínimo para una educación antipatriarcal, donde se concluyeron temas fundamentales como la necesidad de modificar la Ley 30, la revisión de una política para el acceso integral e inclusivo a la educación superior, la permanencia y garantía de culminación de los ciclos académicos desde una perspectiva de género y feminista.

Una reforma democrática de la educación

“El objetivo de la escuela fue actualizar la lectura sobre la crisis de la educación superior, sobre la cual el movimiento estudiantil ha llamado la atención siempre, entendiendo la crisis financiera que refleja la desigualdad económica y una visión privatizadora de la misma desde los distintos gobiernos neoliberales; por otro lado, la necesidad de hablar y ubicar aspectos de la apuesta política sobre el Acuerdo por lo superior, el 2034 que es la política pública que desde 2014 orienta el sistema universitario nacional, y por último, los lineamientos generales hacia una reforma democrática de la educación superior”, comparte el dirigente Kevin.

La escuela de dirigentes universitarios contó con la participación de estudiantes de diversas universidades del país, y con dirigentes sindicales como Omer Calderón de la junta regional de ASPU Bogotá, así como con José Diago Franco rector de la Universidad del Cauca, con el fin de nutrir los debates sobre ese reto enorme que es la reforma a la educación superior como apuesta del movimiento estudiantil.

Además, pudo concluir temas como la financiación de la educación, y entender las implicaciones del Acuerdo 2034 desde lo cual se espera en 2022 construir la propuesta integral por una educación incluyente, crítica, democrática, lo cual se refrende con el grueso del movimiento social.

La ACEU y el movimiento estudiantil

La participación en el seminario y la escuela de dirigentes fue muy importante, se contó con jóvenes estudiantes de por lo menos 17 universidades del país entre ellas la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad del Valle, la Universidad de Nariño, la Universidad de Cartagena, la Universidad Tecnológica de Pereira, la Universidad del Tolima.

La apuesta ahora es generar una agenda de unidad del movimiento para la construcción de esta propuesta de reestructuración democrática y antipatriarcal del sistema educativo en Colombia. Será menester del movimiento social y político estar a la altura de esta iniciativa estudiantil hoy, que las fuerzas en el Congreso de la República se alinean en el Pacto Histórico, es decir, en las fuerzas alternativas que buscan un cambio estructural para el país.

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