jueves, marzo 28, 2024
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“Tenemos que resolver la injusticia social”

Quienes se la juegan por la democratización y el desarrollo del departamento de Atlántico, saben que deben derrotar las mafias que se han enriquecido con el poder político y la corrupción. Entrevista con Gladys Oliveros, candidata a la Cámara de Representantes por Atlántico en la lista del Pacto Histórico

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino

“Es que el Distrito de Barranquilla no aguanta más, el 60% de la gente no tiene ingresos y solo está comiendo una vez al día. Hay familias que solo tienen ingresos de dos mil pesos diarios. Y una mano de plátano, que servía como alimento básico, que costaba dos mil hoy cuesta cinco mil; una libra de papa de costaba 600, hoy vale 2.500. Es decir, si tenían para una sola comida, hoy tienen escasamente para una merienda. Aprovecharon la pandemia e hicieron los aumentos más altos”.

Con estas cifras, la candidata a la Cámara de Representantes por Atlántico en la lista del Pacto Histórico, Gladys Oliveros, describe el sufrimiento por hambre que soportan miles de barranquilleros. Y aunque no es la única consecuencia producto de la corrupción y el neoliberalismo impuestos, es en el que más hace énfasis.

Otro de los problemas que identifica es la falta de tierras en manos de los campesinos, lo que redunda en la falta de producción y en los altos precios de los alimentos: “El departamento no siembra un tomate, no hay los cultivos de plátano, yuca y maíz que había hace años porque toda la tierra está en manos de terratenientes que las están engordando, cada día están más caras y están a la espera de proyectos turísticos, porque ni siquiera hay ganado. Es un departamento despoblado de agricultura y desarrollo”.

Un pasado de peleas…

Gladys Oliveros es una mujer que siempre ha estado en la lucha por la paz, ha sido dirigente sindical de la CSTC y de la CUT y una de las fundadoras de la Unión Patriótica en el departamento del Atlántico, organización por la que fue diputada a la Asamblea. También lo fue con el Movimiento Ciudadano. Además, lideró programas de recuperación de tierras para la vivienda para más de 200 mil desplazados que llegaron a este departamento.

Gladys dice haber salido de su casa en Plato, Magdalena, a los catorce años. Llegó a Barranquilla, logró formarse en el SENA en Confección industrial y hacer prácticas en una empresa de confecciones llamada Comaco, donde laboró por años y se vinculó al sindicato: “Hubo una huelga e hice activismo buscando solidaridad para los trabajadores y estuve en una comisión en Medellín donde me relacioné con trabajadores del sector textil. Aprendí y conocí a muchos compañeros que me vincularon a escuelas de economía, filosofía y política, que me permitieron ver el mundo de otra forma. Luego me vinculé al Partido Comunista”, recuerda la dirigente social.

Siendo diputada estudió Derecho, pero no pudo culminar porque debió salir del país debido a amenazas producto de sus constantes denuncias de corrupción, por defender los derechos humanos y el patrimonio público. En Venezuela trabajó como asesora en el Parlamento Latinoamericano y estudió Metodología de la Educación y Desarrollo Cultural.

Regresó al país a seguir apostándole a una democratización de la sociedad e integra la lista cerrada del Pacto Histórico, a la Cámara de Representantes.

60% de desempleo

Comenta que, actualmente, con la senadora Aída Avella está viendo cómo rescatan siete lagunas que por su contaminación y porque han sido secadas por terratenientes que se apropian de sus tierras, ya no producen peces y se han afectado comunidades que dependen de ellas. “Es ver cómo salvamos el agua. Además, el departamento recibe toda la contaminación que trae el río Magdalena”.

En relación con la generación de empleo, asegura que hay que ver cómo reactivar las empresas actualmente cerradas, pero con políticas que promuevan el crédito público para que pequeños y medianos empresarios salgan de la crisis y rescaten a la población económicamente activa, que no tiene protección por parte del Estado.

Hay que tener en cuenta que en el Atlántico el desempleo está alrededor del 27%: “Pero en sí, este debe medirse es por la población que está en el rebusque, en el día a día y esa es del 60%, aunque el DANE no la cuente como desempleo. Es esa gente que sale en la carreta a vender el plátano, el pescado, ciruelas, etc., aquellos que venden tintos o limpian vidrios cualquier cosa que la gente pueda vender para llevar algo a su casa. A ellos los cuentan como que tienen ingresos, pero ese no es el empleo que promovemos para una verdadera seguridad social”, explica Gladys Oliveros.

Las castas de Atlántico

Para la candidata, hablar contra la corrupción significa identificar a los atracadores del Estado y rechazar el neoliberalismo que privatizó las empresas estatales, “hay que explicarle a la gente que están robándose los impuestos que estamos pagando. Este es un país rentista, no le importa el desarrollo industrial, le importa es sacarnos más impuestos. No les interesa la industria, no saben cómo enfrentar la crisis económica, solo saben robar, poner a ver al Junior y hablar de que somos la Barranquilla bonita, pero eso no le sirve a nadie”.

Anota que se ven las obras de infraestructura, aunque eso no le sirve a nadie porque la gente está sin empleo, con hambre, sin una vida tranquila, sin vida digna, sin futuro. “Y ese es el elemento primario de nuestro discurso y es nuestra meta: tenemos que resolver la injusticia social, resolver la desigualdad en el departamento, resolverle a la gente todas sus necesidades básicas. No hay derecho a que Barranquilla siendo una ciudad portuaria, con grandes regalías y no se vea el dinero”.

Desde el Congreso se deben presentar proyectos que solucionen estas problemáticas, pero se deben hacer las propuestas con las comunidades, además, hay que tener el visto bueno del gobernante. “Las comunidades deben apropiarse de los proyectos, deben participar de ellos, para mejorarlos y sustentarlos en el Congreso de la República”.

Las mafias, un reto

Gladys y sus compañeros del Pacto Histórico son conscientes de que, para seguir construyendo democracia, esta vez desde el parlamento, primero deben vencer a los clanes políticos del Atlántico. Mafias que señala como una clase que tiene combinaciones diversas entre el comercio, participan de dineros emergentes y hacen parte de quienes reciben coimas de los grandes contratos con el Estado, con lo que se han vuelto millonarios.

“La prueba está en el escandalo de Abudinen, en el que más de 70 mil millones se fueron al exterior, está en paraísos fiscales y nadie está detenido o procesado. Aquí generaron algún tipo de infraestructura que endeudó al Estado. Hoy el Distrito de Barranquilla está endeudado por 30 años con el Banco Mundial y acaban de hacer un empréstito por dos billones de pesos para un programa de arborización. ¿Por qué esos dineros no se invierten en una infraestructura que beneficie a la ciudadanía y a los campesinos, para que puedan tener un desarrollo económico, agrícola, productivo con las pequeñas y medianas empresas? No hay créditos para este grupo de personas”, cuestiona la candidata a la Cámara.

Finaliza el diálogo enfatizando que es una mafia que hay que derrotar con la gente, para lo cual primero se debe ganar en el Congreso, en Cámara y Senado, y luego ganar en primera vuelta con Gustavo Petro, y asistir masivamente para que no haya fraude. “Pero también con la gente en la calle. Eso es poder y así podremos enfrentar esas mafias”.

La candidata con su equipo de campaña la explica a las comunidades las formas de hacer los
cambios y los invita a organizarse y participar de los mismos
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