La iniciativa radial lleva década y media emitiendo noticias sobre Colombia y el mundo con un enfoque alternativo y crítico. Más allá de las dificultades económicas, el programa se ha consolidado como la voz de América Latina en las frecuencias comunitarias de Andalucía
Simón Palacio
@Simonhablando
El jueves 24 de marzo de 2011 se emitió el primer programa de Suenan timbres en la frecuencia de Radiopolis, radio comunitaria de Sevilla, España. Sus promotores, nunca habían hecho radio, aunque si mantenían contacto con megáfonos en una larga historia de mítines, recitales, marchas y asambleas. Incluso, “teníamos experiencia prematura con el micrófono por allá en el año de 1973, leyendo el evangelio en la catedral de san Miguel Arcángel en Guaduas”, dice Jaime Cedano, director y conductor del programa.
La idea de tener un programa de radio se había convertido en una obsesión para los recién llegados de Colombia, pues sentían la necesidad de contar lo que allí estaba pasando. Las personas que habitan el Estado español tenían el derecho a conocer un enfoque alternativo no solo sobre la guerra interminable en el país andino, sino también las posibilidades en lograr una solución política al conflicto social y político.
Palabriar el dolor y la nostalgia
La iniciativa se bautizó con el nombre de un texto escrito en 1926 por Luis Vidales, poeta vanguardista, irreverente, bohemio y contestario, quien reflejaba en este poemario las nacientes luchas sindicales, estudiantiles y campesinas libradas en aquella década.
Para conocer un poco más del fascinante y emocionante mundo de la radio, los promotores de Suenan timbres se inscribieron en un curso básico de emisión impartido por la Asociación de Radios Municipales y Ciudadanas de Andalucía.
“En las primeras emisiones del programa hablábamos solo de Colombia y de sus tragedias, poniendo música y leyendo de vez en cuando uno que otro poema. Posteriormente empezamos a hablar de América Latina, de Palestina y del Sahara. Al pasar el tiempo y conociendo mejor el entorno, se introdujo el tema de la migración. Un par de años después, con un poquito de confianza en el cuerpo, empezamos a hablar de la política española y europea. Pero no solo hablábamos de las tragedias, también de las resistencias y las esperanzas, y también un espacio para compartir la voz y las denuncias de colectivos sociales de la ciudad de Sevilla”, anota Cedano.
La palabra que camina
Radiopolis, estación que permitió la emisión de Suenan timbres, nació como una iniciativa comunitaria construida desde los barrios. Los “presupuestos participativos” impulsados por el cogobierno en Sevilla entre Izquierda Unida y el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, permitieron financiación y un lugar para el proyecto.
Sin embargo, con la llegada en 2011 del derechista Partido Popular al ayuntamiento de la ciudad, Radiopolis y Suenan timbres tuvieron que asumir una nueva etapa de autogestión. “Significó un interesante proceso de organización por parte de los colectivos y personas que hacíamos la radio. Asambleas, debates, iniciativas, tareas. Vida comunitaria. Nos asignamos, además, una cuota de afiliación y otra de sostenimiento. Algunos programas tenían patrocinadores o los financiaban sus colectivos. Habíamos logrado ganar una buena batalla, teníamos que aprender a sobrevivir en autogestión. Mucho se avanzó”, rememora Cedano.
Después llegó la crisis y luego la pandemia. Si bien muchas iniciativas sucumbieron ante las dificultades, ni Radiopolis, ni Suenan timbres dejaron de emitir. “Hemos logrado mantener con vida nuestro programa en estos complicados y difíciles tiempos. Somos la palabra que camina, la América Latina en las radios comunitarias de Andalucía”.