Redacción Internacional
Entre los días 12 al 15 de junio, la presidente de la Comisión Europea y política alemana Ursula von der Leyen, visitó varios países de América Latina. Hacía al menos 23 años que un presidente de ese alto organismo de coordinación europea no visitaba al continente latinoamericano. En esta ocasión Von der Leyen se detuvo en Brasil, Argentina, Chile y México, donde se entrevistó con cada uno de los mandatarios y suscribió no pocos convenios de cooperación durante cada estadía.
El objetivo oficial de la visita, reforzar las relaciones con los socios clave de la región, incluidos los miembros de Mercosur. El objetivo real, más solapado e importante, la reconquista de América Latina.
No en vano, el primer día de su visita a tierras americanas, la presidenta de la Unión Europea dijo: “Europa está de vuelta en América Latina”. Expresión que a muchos analistas les sonó a ‘recolonización’ del Nuevo Mundo.
Necesitan materiales estratégicos
La gira de Von der Leyen tiene como trasfondo la necesidad europea de nuevas materias primas estratégicas, imprescindibles para su transición ecológica, y de nuevos socios que sean más confiables que los anteriores. Los protagonistas de este nuevo acercamiento son los países del Mercosur, con México y Chile.
La Unión Europea quiere dejar de depender de China, sobre todo en elementos para energías limpias. Y para ello requiere materiales como el litio y el hidrógeno verde. De otra parte, Europa ha venido perdiendo influencia en América Latina. Un ejemplo de ello es que esta región no apoyó las sanciones contra Rusia y la mayoría de mandatarios latinoamericanos han sido muy críticos con Occidente, Ucrania y Zelenski.
El presidente Lula da Silva reivindicó el sentimiento latinoamericano, al reclamar a la presidenta de la Comisión Europa unas reglas de juego entre socios que se miren de igual a igual, en donde no puede haber “desconfianza”, “sanciones” ni injerencia en los asuntos internos de otros Estados.