La trayectoria política del correísmo, desde su llegada al escenario político, ha sido exitosa. Con su propuesta electoral, abre la posibilidad de que una mujer llegue a la presidencia del país mediante el voto popular
Ricardo Arenales
Tras una jugada magistral, digna de la serie de televisión Gambito de Dama, el movimiento Revolución Ciudadana, RC, que orienta el expresidente Rafael Correa, lanzó como fórmula presidencial para los comicios extraordinarios del próximo 20 de agosto en Ecuador, la candidatura de Luisa González a la presidencia y de Andrés Arráuz a la vicepresidencia.
En una operación de estrategia política y comunicación social, el correísmo anunció el lanzamiento de la candidatura de Jorge Glas, que al momento de ser nominado declinó el nombramiento, en aras de preservar el proyecto ciudadano y dijo que Luisa González, que se proponía para suplirlo, es una mujer “guerrera, valiente, compañera de lucha, profesional, militante, revolucionaria”.
La Revolución Ciudadana mantuvo en vilo al país y en especial a los medios oficialistas y a la ultraderecha, quienes durante semanas desconocieron cuál era la estrategia de quienes consideran su mayor contendor.
En medio de cierta incertidumbre, sectores de derecha llegaron a asegurar que el expresidente Rafael Correa había llegado de forma subrepticia y se encontraba liderando el proceso electoral de su partido desde alguna ciudad del país.
Las mujeres y los jóvenes
El movimiento, a última hora, soltó la noticia oficial, postulando a la presidencia a Luisa González, exparlamentaria, la única mujer dentro de las fórmulas que presentaron el conjunto de partidos en Ecuador y líder política de ascendencia indígena. Su fórmula vicepresidencial es Andrés Arráuz, quien se había postulado como candidato presidencial en los comicios anteriores, donde compitió con el actual gobernante, Guillermo Lasso.
Es una fórmula que propone a mujeres y jóvenes como alternativa a los candidatos de los partidos tradicionales. Laura González, al momento de aceptar su postulación, se definió a sí misma como “una mujer revolucionaria de la paz”. “Vamos a tomar el toro por los cuernos y vamos a enfrentar las causas generadoras de la violencia y la delincuencia: hambre, pobreza, falta de educación, ausencia de oportunidades”.
La aspirante presidencial criticó a los gobiernos de Lasso y su antecesor, Lenín Moreno, por convertir a Ecuador en “un país sin rumbo” y sin ilusiones. “Destruyeron la institucionalidad, los servicios, las obras, la salud, la educación, la cohesión social y el concepto del bien común”, precisó.
Luisa González dijo que el objetivo central de su gestión será “recuperar la patria”. “Vamos a ir hacia el país de la seguridad, de la paz y el bienestar para siempre. Ya lo hicimos y lo vamos a volver a hacer”, dijo tras señalar que tiene “la fuerza, la capacidad y el valor para enfrentar esta misión”.
Agresión policial
Entre las reacciones que se conocen a nivel internacional, se destaca el hecho de que González es la única mujer que aspira a la presidencia del Ecuador, dentro del ramillete de ocho fórmulas presidenciales para los próximos comicios.
El arranque de su postulación, sin embargo, ha sido accidentado. Cuando iba a las oficinas del Consejo Nacional Electoral a formalizar su postulación, fue agredida por unidades de la policía que le rociaron gases lacrimógenos y debió ser intervenida por varios médicos.
Después, trascendió un señalamiento en el sentido de que la candidata, siendo senadora de la República se manifestó en contra de un proyecto de ley de despenalización del aborto, por lo que recibió críticas de sectores feministas. Pero el parlamento finalmente aprobó el proyecto.
En este sentido, dijo la candidata de Revolución Ciudadana que, de llegar a la presidencia, respetará la norma, pues bajo su administración no habrá regresión de derechos. Precisó que de ganar las elecciones no gobernará para lo que ella cree ni para sus convicciones personales, sino para todos los ecuatorianos.
La trayectoria política del correísmo, desde su llegada al escenario político, ha sido exitosa. Con su propuesta electoral, abre la posibilidad de que una mujer llegue a la presidencia del país mediante el voto popular. Para afianzar su propósito, ahora tratan de ganar el voto de Pachakutik, que hasta ahora no ha dado su apoyo a ningún partido político. Quizá la idea de recuperar la patria, consiga un consenso más amplio que permita al país superar el modelo neoliberal de gestión.