Hasta la fecha, el Gobierno nacional ha entregado más de un millón de hectáreas a campesinos sin o con poca tierra. Si bien los resultados son significativos, el reto sigue siendo transformar la estructura de la tenencia de la tierra
Gerardo Vallejo
El país está atravesando un momento complejo. Las fuerzas de la ultraderecha y el régimen mediático han buscado por todos los medios desestabilizar al gobierno democrático y popular de Gustavo Petro. Por lo cual, de acuerdo con el mandato popular, se requiere fortalecer y rodear la gestión del Gobierno, con la finalidad de dar cumplimiento a lo plasmado dentro del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia, potencia mundial para la vida”, instrumento donde la reforma agraria es un pilar principal.
No obstante, se requiere precisar la definición de la reforma agraria, para facilitar la comprensión de la importancia de este campo en específico.
Transformar la tenencia de la tierra
La reforma agraria constituye una serie de postulados, perspectivas y una costelación de políticas públicas, económicas, sociales, culturales y normativas, con la finalidad de transformar la tenencia de la tierra y así fortalecer el acceso a la misma, para el uso, usufructo, bajando de manera paulatina la concentración de la propiedad en latifundistas y/o agroindustriales.
Para el caso colombiano es bien conocido que ha sido uno de los pocos países de Nuestra América que no ha logrado desarrollar una reforma agraria a gran escala. En cambio, las elites políticas, amparadas en el régimen agrario, han buscado por todos los medios frenar cualquier tipo de cambio dentro de la estructura de la tenencia de la tierra, fomentado la superconcentración, la subutilización y la sobreexplotación, afectando fuertemente la producción alimentaria. Desde comienzos de siglo hasta la fecha, los seis intentos de reforma han sido bloqueados.
Un millón de hectáreas
A pesar de lo anterior, el gobierno de Gustavo Petro se ha enfocado en el sector rural con resultados significativos. De acuerdo con el contador oficial de la reforma agraria, que se encuentra ubicado dentro de la página del Ministerio de Agricultura, se evidencian algunas cifras.
Lo primero es que se ha logrado avanzar en la gestión y entrega de 1.059.111 hectáreas ─según lo consultado el día 4 de febrero de 2024─, de los cuales se han expedido títulos a comunidades campesinas, indígenas, comunidades negras, víctimas, organizaciones campesinas y para los municipios del país, alrededor de 807,233 hectáreas. Sobre este punto vale la pena resaltar las diferentes figuras colectivas, ya sean ampliación o constitución de Resguardos, Consejos Comunitarios y Zonas de Reserva Campesina.
Por parte de la Sociedad de Activos Especiales, SAE, entidad que ha experimentado un giro significativo, ha logra aportar de manera expedita y transparente distintos predios para las diferentes organizaciones presentes en el mundo rural, entregando a la fecha 35.707 hectáreas que antes estaban en las manos de la mafia y ahora se encuentran siendo explotados por comunidades campesinas, víctimas y pueblos étnicos, entre otros.
La compra de tierras
Para la compra de tierras se ha logrado avanzar en 118.645 hectáreas. Esta política consiste brevemente en la identificación de una serie de predios que fueron ofertados por sus propietarios, mientras la Agencia Nacional de Tierras, ANT, realiza un estudio de las dinámicas de tenencia y de viabilidad, con la finalidad de corroborar que dichos predios son aptos para la reforma agraria.
Es importante decir que la política avanza porque afiliados a la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegan, han ofertado varios predios para que el Estado colombiano pueda comprarlos. Sin embargo, se requiere ampliar el espectro de los sectores interesados en ofertar predios, más allá del ya mencionado gremio.
Para lo anterior es necesario establecer otro tipo de mecanismos más descentralizados, dándole un rol más protagónico a las unidades de gestión territorial de la ANT a nivel departamental, para avanzar de manera más ágil, con criterios claros de control y de acompañamiento de las organizaciones campesinas y étnicas.
Recomendaciones
Por otro lado, el Sistema Nacional de Reforma Agraria requiere un fortalecimiento mayor, garantizando su conformación en cabeza del Ministerio de Agricultura, en vía de robustecer la participación de las organizaciones del mundo rural, especialmente los procesos organizativos históricos interesados en que se pueda avanzar con la reforma agraria.
Además, se requiere ampliar los municipios priorizados ─Núcleos de Reforma Agraria─, donde las condiciones territoriales permitan avanzar en el cumplimiento de las metas y con plena articulación de las comunidades, es decir, con voluntad política de las entidades encargadas de dinamizar estos escenarios al igual que los procesos históricos para garantizar su implementación.
Por último, en las diferentes instancias normativas de la jurisdicción agraria, se requiere fortalecer desde la movilización, organización de las diferentes subjetividades campesinas con la finalidad de poder presionar para su adecuada implementación dentro de los diferentes departamentos, ya que la misma es uno de los mecanismos que a través del fortalecimiento del acceso a la justicia para las comunidades agrarias, especialmente el sujeto campesino, puedan dar trámite y ayudar a solucionar las diferentes problemáticas asociadas a la tenencia de la tierra.