Editorial 3252
Varios congresistas de la Cámara de Representantes de Colombia aprobaron y firmaron una proposición en la que solicitan al presidente Gustavo Petro que no asista a la posesión de Nicolás Maduro, programada para el 10 de enero de 2025, en Venezuela.
Esta posesión contará con la asistencia de distintos mandatarios de países del mundo, delegaciones de partidos políticos progresistas, de izquierda y democráticos, organizaciones y procesos étnicos, campesinos, populares y sociales de América Latina, Europa, Asia y África. Y no es para menos, ya que la estabilidad política, institucional, económica y social de Venezuela es necesaria para la estabilidad de la región andina y suramericana, incluida Colombia.
Lo primero y acertado que ha hecho el presidente Gustavo Petro es precisar algunos asuntos. “Invito al Congreso a no invadir la esfera constitucional del presidente […] El presidente es el responsable constitucional de las relaciones exteriores de Colombia” y agregó “En su debido momento decidiré si asisto o no a la posesión del actual presidente de Venezuela”.
Presidente Petro, existen muchas razones para asistir a la posesión del presidente electo Nicolás Maduro. Son más los lazos que nos unen que los que nos separan: lazos históricos de independencias compartidas, heredadas del libertador Simón Bolívar; lazos de unidad de los dos pueblos, de frontera y comercio, donde Colombia es el principal socio beneficiario en el intercambio. Además, nos une el compromiso de seguir construyendo cambios democráticos y luchando juntos por la soberanía y autodeterminación de nuestras naciones contra los intereses imperiales de EE. UU.
Señor presidente Gustavo Petro, asista a Venezuela; no se deje intimidar ni presionar por una oposición colombiana que, en connivencia con la oposición apátrida venezolana, están orquestando el golpe blando aquí y allá. Ambas oposiciones no están interesadas en construir democracia, sino conservar sus privilegios de corrupción y criminalidad, detener y destruir toda posibilidad de cambio y trasformación con justicia social de nuestros pueblos. Asista con la convicción del respaldo de su pueblo, de los partidos, organizaciones y movimientos que lo elegimos. Acepte la invitación como un mensaje de paz entre nuestras naciones y pueblos. Acuda con la rebeldía que ha marcado toda su vida.
A la Cámara de Representantes, y en especial a quienes firmaron e impulsaron esta proposición solicitando al presidente Petro que no asista a la posesión del presidente electo de Venezuela, les invitamos a preocuparse seriamente por dar solución a los problemas sociales y ambientales del pueblo colombiano, los cuales requieren atención urgente, trabajo parlamentario que es remunerado mediante los impuestos que pagamos los ciudadanos, no para inmiscuirse en asuntos internos de los países vecinos.
Señor presidente, asista a Venezuela. Colombia y América Latina os premiarán por ello.
