Sumar los reclamos de los pensionados a las protestas que sacuden el país, fue una de las conclusiones a la que llegaron los pensionados que asistieron a la junta confederal de la Confederación de Pensionados de Colombia, CPC, efectuada los días 25 y 26 de julio pasado.
Delegados de todo el país, discutieron la problemática del momento nacional, signado por la confusión que genera un gobierno que al tiempo de publicitar una imagen de pacificador, impulsa la guerra al insistir negociar la paz en medio de las balas; y continuar profundizando sus causas, con reformas y proyectos contrarios a la población.
Algo que quedó claro al escuchar al presidente de la CUT, Alejandro Pedraza; adelantar las conversaciones entre su central sindical y la CPC, para que consoliden los procesos unitarios que históricamente se han concretado en las coordinadoras sociales, generando las gigantescas movilizaciones los Primeros de Mayo y han servido de puntal de apoyo a los grandes movimientos sociales de los últimos años.
Igualmente, los asistentes se enteraron del verdadero y calamitoso estado de la salud, con la intervención del doctor Román Vega Romero, ex secretario de salud de Bogotá, directivo de la Alianza Nacional por la Salud, ANSA, y de Marcha Patriótica, quien informó de las maniobras del gobierno y sus mayorías en el Congreso de la República, para imponer un nuevo parche mercantilizador a la Ley 100 de 1993, hundiendo el proyecto que la ANSA presentó y que recoge los aportes de tres congresos de salud, de las asociaciones médicas y de los usuarios, suprimiendo el carácter de negocio que le han inventado sus beneficiarios: las multinacionales de la salud y el capital financiero.
Asimismo, el doctor Vega informó a los asistentes que ante el rechazo legislativo del proyecto de ANSA, esta organización presentó al gobierno nacional un pliego de peticiones recogiendo los elementos centrales de su proyecto y que están convocando un paro que será coordinado con las otras protestas que diferentes movimientos y organizaciones están programando iniciar el 19 de agosto. Invitó a los pensionados y sus familias a su apoyo.
Al finalizar la confederal, los asistentes aprobaron por unanimidad notas de solidaridad con el paro del Catatumbo, apoyo al pliego de la salud, a los estudiantes, mineros, cafeteros y a todas las movilizaciones sociales.
Además, condenó el paralelismo pensional promovido por el gobierno a través de su vicepresidente, apadrinado por el dirigente sindical Julio Roberto Gómez y secundado por algunos personajes salidos de la CPC, dirigido a fundar una confederación de bolsillo al servicio del gobierno, personajes a quienes la Confederal aprobó expulsar. Exigió del gobierno la plena participación de la CPC, en la comisión de concertación laboral y en otras instancias en la cuales se pretende suplantar la representación clasista de los pensionados por la de su creación.
Finalmente, apoyó los diálogos de paz con la insurgencia de las FARC-EP y el envío de las demandas pensionales a esta mesa, para que en la firma de cualquier acuerdo esté incluida su solución.
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