La metástasis que ha hecho el proyecto paramilitar pone en mayores riesgos a dirigentes sociales y sindicales. En el gobierno de Santos se han presentado 952 amenazas de estos grupos al sindicalismo
Juan Carlos Hurtado F.
“Iniciando 2013 han habido atentados como el de Sintraelecol, Caldas; extorsiones como la del tesorero de Sintrainagro en el Urabá antioqueño; amenazas de muerte como en los casos de los negociadores de Sintracarbón, en El Cerrejón; y el caso de Sintramunicipios, en Yumbo, donde fueron amenazados dos dirigentes, quienes habían presentado un petitorio”, explicó a VOZ Alberto Vanegas, responsable de derechos humanos del comité ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT.
La denuncia del dirigente sindical se suma a la última amenaza perpetrada por el grupo paramilitar “Los Rastrojos”, el pasado 21 de enero, donde se declara objetivo militar a la CUT nacional; Sinaltrainal, Atlántico y Magdalena; Sintramienergética, Magdalena y Becerril; Sintrametal, nacional y Barranquilla; Movice, Atlántico, Anthoc, Valle, Atlántico, Bolívar; Sintraelecol, Caldas, Bolívar, Magdalena; Adeba, Atlántico; Sintraofiua; Sintraemsdes, Medellín; Sintraunicol, Atlántico, CUT Atlántico, Bolívar, Caldas, Valle y Magdalena.
Además, se acusa a los sindicatos de “practicar acciones que atentan contra la paz y el desarrollo de este país”.
Acciones inmediatas
Ante la sistemática persecución de la que han sido víctimas el movimiento social y sindical, las centrales obreras solicitarán una reunión con el presidente de la República, Juan Manuel Santos, para exigir garantías en el desarrollo su ejercicio.
Así mismo, harán denuncias en el ámbito nacional y ante organizaciones de otros países, pues aseguran que se presenta una reactivación de la violencia y las amenazas contra el sindicalismo.
“Se realizarán actividades regionales y exigirán audiencias con los gobiernos locales y departamentales porque hay más de 952 amenazas en el periodo de gobierno del presidente Santos. No se trata solo de eliminar físicamente a dirigentes sindicales sino de buscar el inmovilismo de las organizaciones con amenazas”, explica Alberto Vanegas.
Ante las acusaciones de los paramilitares, la CUT respondió: “Los trabajadores siempre hemos llamado y llamamos a la superación del conflicto interno y a la paz, por la vía del diálogo y la solución política negociada; y a un desarrollo del país en el marco del respeto a los derechos de los trabajadores. Como consecuencia de nuestra firmeza en la defensa de estos principios, es que el movimiento sindical ha ofrendado la vida de 2.902 dirigentes y afiliados sindicales desde el año 1986”.
Aunque el gobierno nacional por un lado hace pronunciamientos para tratar de mostrar mejoría en las garantías para el movimiento sindical, la CUT asegura que en el año 2012 sufrieron 17 homicidios, cuatro atentados, dos desapariciones; que se suman a los 220 desaparecidos desde el año 1986.
La central también dice que la situación se pone más dramática cuando en lo transcurrido del actual gobierno se han presentado 951 amenazas y “los autores materiales e intelectuales gozan de total impunidad ante la desidia del Estado”.
De manera contradictoria, se presenta un debilitamiento del programa de protección y el levantamiento de esquemas de seguridad a la dirigencia sindical por parte del Ministerio del Interior y la Unidad Nacional de Protección, procedimiento que pone en mayor riesgo y vulnerabilidad a los dirigentes sindicales.