viernes, abril 19, 2024

¡No maten más!

Indígenas de Caldono, Cauca, y de Tumaco, en Nariño, denuncian las constantes violaciones a los derechos humanos por parte de los grupos armados. Exigen atención humanitaria inmediata y respeto por sus vidas

Carolina Tejada

En el contexto de la guerra y de la violación al Derecho Internacional Humanitario por parte de los grupos armados en los departamentos de Cauca y Nariño, han sido persistentes el confinamiento, los atentados con explosivos, el desplazamiento forzado y las víctimas de minas antipersonas.

En medio de las balas

En Caldono, los resguardos indígenas les piden a los grupos armados respetar a la población civil. Según las autoridades ancestrales que integran la Asociación de Cabildos Ukawe´sx Nasa Cxhab del territorio Sa´th Tame Kiwe de Caldono, a las tres y media de la tarde del 20 de enero, en Pueblo Nuevo, hubo un atentado con explosivos contra la comunidad y la guardia indígena que ejerce el control territorial en inmediaciones del caserío.

En esa acción resultaron heridas de gravedad cuatro personas que hacían parte de la guardia indígena y una menor de edad. A varios comuneros también los alcanzaron las esquirlas, aunque con menores consecuencias. Todos los heridos fueron trasladados a los centros de salud. “Denunciamos la violación sistemática de los grupos armados en nuestro territorio los cuales han generado peligro y desarmonía a nuestro territorio”, afirmaron en un comunicado desde el cabildo.

Por otra parte, las comunidades del pueblo Awá de Piedra Sellada y Sangulpi Palmar, que hacen parte de la jurisdicción del Distrito Especial de Tumaco, en Nariño, e integrantes de la Asociación de autoridades tradicionales indígenas awá, organización unidad indígena del pueblo AWÁ – UNIPA, denunciaron graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario.

Según la organización, en la frontera colombo ecuatoriana desde el 23 de noviembre de 2022 se vienen presentando hostigamientos y enfrentamientos que no han cesado en sus resguardos indígenas: “Incluso se ha alertado sobre la instalación de minas antipersonal. Aún con ello, en la zona no ha existido una atención para que la población pueda retornar y es por esto que hoy los cientos de desplazados Awá permanecen fuera de su territorio ancestral”, afirman en una denuncia pública.

Estos desplazamientos masivos están relacionados con la confrontación armada y la utilización de minas antipersonas que han dejado a su paso los grupos irregulares. El 15 de enero pasado, fue víctima de una Mina Antipersonal – MAP, una mujer Awá, “quien salió de su comunidad en el Resguardo Indígena Awá Sangulpi Palmar, acompañada de su esposo, cuando se encontraban a pocos metros de la orilla del Río Mira, se activó una mina que la dejó con heridas en su rostro y en delicado estado de salud”, expresan.

Desde el 21 de enero de 2023, y luego de las cinco de la tarde, se presentaron enfrentamientos entre actores armados, “en la comunidad La Hondita perteneciente al Resguardo Indígena Awá Piedra Sellada. Esta acción dejó a varias familias afectadas, especialmente de dos resguardos colindantes Piedra Sellada y Sangulpi Palmar, en el Distrito Especial de Tumaco”.

Estos hechos de violencia, por los que no se le ha brindado garantías de seguridad a la población, condujeron a que varias familias se confinaran en una de las comunidades del resguardo Piedra Sellada. En el sitio se encuentran 117 familias con 445 personas, y otras 22 con 109 integrantes están en el resguardo Sangulpi Palmar, también en confinamiento. Las comunidades resaltan la presencia de menores de edad, mujeres gestantes y adultos mayores entre los resguardados.

Un llamado humanitario

En medio de esta situación de seguridad, las comunidades de Caldono reclaman que “¡No maten más!”. Las organizaciones indígenas exigen al Gobierno nacional, a las organizaciones de derechos humanos y a la comunidad internacional interceder para frenar la ola de violencia que viene creciendo en la región.

Lo mismo demandan las comunidades de Tumaco, quienes dicen que la población “está en una situación de urgencia. Las personas que salieron de su hogar para concentrarse en un lugar más seguro, no cuentan con ropa, cobijas, no tienen alimentación y se encuentran en medio del fuego cruzado. Requieren atención humanitaria inmediata y el respeto por sus vidas”. Y solicitan la presencia de las entidades correspondientes y que se activen las rutas necesarias para atender a la población y garantizar la vida e integridad de los habitantes.

En el marco de la Alerta Temprana 045 de 2019, se les exige a las autoridades cumplir con los mecanismos de protección y salvaguarda del pueblo Awá, y dar cumplimiento a la implementación del Plan de choque del Pacífico Nariñense, en el marco del Auto 894 de 2022. Las comunidades de ambos departamentos insisten en que se debe abrir un camino de cese al fuego entre los grupos armados, y que les permitan vivir en armonía en sus territorios.

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