Zabier Hernández Buelvas
No le ha gustado a la oposición la propuesta que ha hecho el presidente Gustavo Petro al presidente Nicolás Maduro de propiciar una alianza entre las dos petroleras estatales, Ecopetrol y Pdvsa, que impulse la transición energética, empresas que están entre las cinco más importantes de América Latina. El nieto de Laureano, el señor Enrique Gómez Martínez ha dicho que es “un anuncio peligroso”. ¡Cuánta mezquindad!
Siguen con la sarta de mentiras. Todo lo vuelven chisme y nada de lo que haga, diga o deje de decir este Gobierno les parece bien. A Juan Camilo Restrepo hay que decirle que en Colombia no se ha prohibido la exploración y la explotación. Se ha propuesto, eso sí, una transición donde seguirán desarrollándose los proyectos que están en curso. Señor Restrepo, usted sabe que las reservas colombianas no aguantan más de dos décadas, a lo sumo tres.
El uribismo insiste en constituirse en “tribunal internacional” de la moral y de la sostenibilidad de la región, ha llamado a un debate de control político para enjuiciar al presidente, sigue atacando al gobierno venezolano y de paso, sabotea el proceso de cambio en Colombia.
No les gusta la idea de que Ecopetrol participe en la explotación de campos de gas y petróleo en Venezuela ni que Venezuela nos compre energía eléctrica. No les gusta, en especial, que Venezuela proporcione a Colombia materias primas fósiles con las cuales se podrían bajar los costos de la gasolina y del ACPM y se enfurecen porque, de darse esta alianza, perderían su caballito de batalla del “alto costo de los combustibles” y se quedarían sin discurso.
No les gusta que Venezuela aproveche los vientos de La Guajira para desarrollar energías limpias mientras Colombia participaría en proyectos de exploración de suelo venezolano. No les interesa y se oponen a que la cooperación entre ambas naciones garantice la seguridad energética y fortalezca la economía descarbonizada en ambos países.
¿Qué les gusta a los de la oposición en Colombia? Les gusta regalar el petróleo colombiano a las trasnacionales norteamericanas y europeas. Les gusta controlar a ECOPETROL y tenerla como su caja menor de corrupción y clientelismo. Les gustan los negocios con los países y empresas que no tienen petróleo, que tienen agotadas sus reservas y que solo hacen alianzas con Colombia para llevarse lo poco que nos queda. Les gusta que Colombia siga dependiendo de la potencia del norte, aunque esta no tenga nada que ofrecernos excepto sus guerras y la militarización de nuestros territorios.
A la oposición le gusta lo que acaba de hacer la Corte Constitucional el jueves 19 de octubre pasado, de declarar inexequible el parágrafo primero del artículo 19 de la Ley 2277 de 2022, la reforma tributaria, lo que provoca al país una inequidad tributaria ya que le quita a la inversión social 3.5 billones de pesos que iban a la salud, la educación, el campo, vías y subsidios a los más pobres, para regalárselos a las petroleras extrajeras. Una Corte de espaldas a la realidad y a las necesidades del país.
¡Adelante, presidente Petro! Dos países dignos, soberanos y hermanos como los nuestros, pueden y deben unir esfuerzos. El país de las mayorías históricamente excluidas en Colombia apoya esta alianza entre Ecopetrol y Pdvsa.