El Comité Nacional de Participación ha propuesto que la juventud que se identifica como Primera Línea sea protagonista en el ejercicio de construcción de paz. A propósito de esta iniciativa, VOZ habló con uno de estos jóvenes, actualmente recluido en la cárcel de Cómbita
Valentina Bolaño Senior
@Vale_BoSe
En la cárcel de Cómbita, Boyacá, está Sergio Pastor González, conocido como “19”, uno de líderes de la Primera Línea Nacional, quienes estuvieron frente al estallido social en el 2019. Sergio es cantante de hip hop y rap, dice que, a raíz de las desigualdades sociales, ha tenido una perspectiva diferente de la vida, una que ha tenido que luchar desde pequeño en Ciudad Bolívar, la localidad 19 de Bogotá.
De ahí es donde nace su sobrenombre, del amor que le tiene a la localidad y por la cual luchó por la defensa de los derechos de sus vecinos, no cree en las reglas porque, piensa, es una forma de adoctrinamiento social; tiene una perspectiva sobre la participación política de los jóvenes primera línea en el marco del Comité de Participación de las conversaciones de paz entre el Gobierno y el Ejército Nacional de Liberación, espacio respecto al cual se plantea la pregunta si serán escuchado los puntos de vista de los jóvenes primera línea.
VOZ habló con Sergio sobre esta participación, el Cabildo Abierto de Primeras Líneas y los mitos que hay sobre la resistencia social.
La primera línea
Es imposible no empezar diciendo que todavía hay muchos mitos en la sociedad sobre los jóvenes de la resistencia social, ¿cómo puede explicar esto?
Sí, el asesinato de Dilan Cruz tiene que ver mucho sobre el fortalecimiento de la creación de las primeras líneas; me acuerdo que estábamos marchando un 21 de noviembre del 2019, por la Séptima, y vemos como el del Esmad apunta directamente y lo impacta en la cabeza; y no solo ha sido Dilan el muerto en las marchas, tampoco los veintitrés que los medios tradicionales dijeron, han sido muchísimos casos, de los cuales yo he tenido que presenciar muchas de esas batallas.
Bien, matan a Dilan y se arma el caos, después asesinan al abogado con pistola taser y también a los muchachos en Soacha en una estación de Policía, así que nos cansamos de todos esos hechos, de las violaciones de los derechos humanos que estaba haciendo el Esmad, por lo cual comenzamos la Primera Línea, como defensa a la participación política de toda la ciudadanía.
Me gustaría aclarar algo, y es que nosotros no somos parte de ningún grupo insurgente, somos jóvenes que tenemos unos sueños respecto al país, y que tomamos la rienda de esto, de un cambio social, en contra de todas las cosas que perjudican a los colombianos.
La respuesta y acogida de la ciudadanía es rápida y buena, los estudiantes, trabajadores, niños, niñas, y barrios humildes salen a las calles a luchar contra un gobierno opresor, esclavista y capitalista.
¿Y el Esmad y su desmonte?
Nosotros tenemos unas peticiones que fueron expuestas a Claudia López, al secretario del Gobierno del momento y al exministro de Defensa, Diego Molano, y uno de los puntos más importantes es el desmonte, desarme y desaparición del Esmad; ahora bien, también la no judicialización de los integrantes de la Primera Línea y el tercero era la renuncia de Duque, pero dijeron que no a todo, y es muy necesario el desmonte del escuadrón de la muerte.
El cabildo nacional de Primeras Líneas
Háblame, por favor, del cabildo abierto de la Primera Línea…
Es un cabildo abierto de primera línea desde hace tres años donde estamos cobijados por el artículo 103 de la Constitución Política, donde hay más de quinientos integrantes con políticas independientes.
No han sido parte del Comité Nacional de Participación, ¿por qué?
No queremos ser parte de la mesa de paz porque nos quieren llamar como una organización criminal, cuando no es así; nosotros somos un movimiento socio político juvenil.
Tenemos nuestros propios ideales y debemos implementar nuestras políticas independientes de pueblo y de saber en verdad qué necesitan las personas que viven en lugares remotos en Colombia. La Primera Línea somos jóvenes que hemos tenido hambre, escasez de agua, abandono y más. Por eso, no queremos participar en mesas donde nos van a llamar terroristas o como organizaciones que se salieron de los estándares políticos. La Primera Línea no nos queremos convertir en estadísticas.
Ustedes fueron parte fundamental en los estallidos sociales y en el proceso hacia la paz, ¿hay una restricción de los sectores para que ustedes no sean parte de las conversaciones de paz?
El que no me hayan nombrado gestor de paz dice mucho; yo quiero la paz total, pero nosotros no hemos entrado en combate con grupos al margen de la ley o con el Estado. Y aquí la crítica va hacia que nosotros no somos criminales, como algunos medios tradicionales nos quieren poner. Somos jóvenes que hemos salido a las calles para defender los derechos de los ciudadanos, por eso, nosotros somos los que decidimos no estar en la mesa de participación porque no vamos a dejar que los políticos digan que nosotros somos un grupo ilegal.
Debemos hablar es de que no se hará una paz completa si nosotros, los que defendimos a la ciudadanía en las calles, seguimos en las cárceles. Hay una campaña internacional por la libertad de “19” y de muchos del estallido social, pero, aquí en Colombia, el respaldo hacia nosotros es muy bajo.
Ahora con la llegada de Otty Patiño como Alto Comisionado de Paz, está la probabilidad de que ustedes sean llamados para hablar con el gobierno…
Sí, y que me contacten, pero que me vean diferente, no como un criminal, sino como una persona con ideales y principios. Si el Gobierno quiere contactarnos para tener una reunión y hablar sobre acciones políticas reales, estaremos dispuestos a ello.
Por último, Sergio, ¿qué pasará con la Primera Línea?
Seguiremos luchando, las veces que sean, porque, aunque esté aquí, mis ideales siguen; y le exijo a todos los gobiernos que nos respeten, que nos saquen de todas las fantasías de que somos unos criminales. Somos unos muchachos y muchachas con unas ideas gigantescas por la defensa de todos nuestros derechos, y para esto debemos acabar con el capitalismo y de ser esclavos del sistema.
Vamos a hacer una revolución ideológica sin armas, que va desde el corazón, y cambiar ese pensamiento negativo que tienen hacia la Primera Línea, porque ven tatuajes y se asustan, pero somos los que estamos haciendo un cambio por el país, y lo seguiremos haciendo.