Los hidrocarburos representan el 40 por ciento de las de exportaciones, y con los actuales precios, pueden alcanzar el 20 por ciento de los ingresos corrientes de la nación
Iván Posada P.
Una de las causas de la complicada coyuntura económica mundial es la operación militar de la Federación Rusa en Ucrania hace ocho meses, que desató la intervención de la OTAN con suministro de armamento, inteligencia y mercenarios; Rusia respondió a su vez adquiriendo armamento de última generación, los drones; el diferendo entre la República Popular China y Taiwán; las escaramuzas de Estados Unidos, Corea del Sur y Corea con misiles incluidos, sucesos que ponen en riesgo la paz mundial y a la vez, han desatado efectos económicos en cadena, cual efecto dominó.
La importancia económica de los países comprometidos en estos conflictos ha repercutido en el resto del mundo: Estados Unidos y China, las dos primeras economías del mundo; Rusia, gran productor y exportador de crudo, minerales y gas, y que como producto de las mutuas sanciones con Europa, le redujo el suministro de gas; Ucrania, despensa de alimentos e insumos agrícolas para muchos países; Taiwán, productor de componentes electrónicos, etc.
Las consecuencias son evidentes: alto precio de los combustibles que mueven la industria, el transporte y los servicios; inflación en muchos países que impacta a los hogares por el alto costo de los bienes de primera necesidad, sobre todo los alimentos; alto precio del dólar frente al resto de monedas, etc., impactos en cadena que apuntan a una recesión mundial. Técnicamente Estados Unidos ya lo está al presentar descenso en la producción en los dos últimos trimestres, hecho que puede arrastrar al resto de economías con todos los efectos políticos y económicos que ello significa.
Los combustibles
El petróleo sigue siendo la primera fuente de energía, seguido del carbón y el gas. El precio del barril de crudo tipo Brent (referencia europea), durante octubre de este año se incrementó, en promedio, 11,72 por ciento. El de la referencia americana, WTI, para el mismo periodo fue de US$ 87,6. Para tener una idea de la fluctuación de precios, en 2008 alcanzó un valor récord de US 145.
La OPEP, Organización de países exportadores de Petróleo, maneja una canasta promedio de los precios del barril de crudo de los países miembros de esta organización. Para octubre de este año este valor fue de US$93,3 (datosmacro.com).
Efectos internos
Colombia, aunque no es propiamente un país petrolero por los bajos volúmenes de exportación, sí se favorece de estos altos precios del crudo y del carbón en el mercado internacional. Del total de exportaciones colombianas, los hidrocarburos representan el 40 por ciento y con los actuales precios, los ingresos corrientes de la Nación por este concepto, pueden alcanzar el 20 por ciento de estos y cerca del 30 por ciento de la inversión extranjera directa.
La gráfica anexa muestra el peso de los combustibles en las exportaciones colombianas en comparación con otros renglones. Sumadas las manufacturas con agropecuarios, no alcanzan a igualar a los combustibles.
Gráfico 1
Participación sectorial en las exportaciones 2021
Queda clara la dependencia de la economía colombiana de los ingresos e impuestos de los hidrocarburos. Cuando los precios de estos están altos, la nación asegura recursos y, por el contrario, cuando los precios descienden, el gobierno se ve en serios aprietos para suplir estos recursos. Esto debe llamar la atención sobre la necesidad de diversificar la canasta exportadora, concentrada hoy día en el crudo, carbón y café.
Por otro lado, diversos sectores se han opuesto a la transición energética con el argumento que la no firma de nuevos contratos de exploración y explotación y la no aplicación de la tecnología del rompimiento hidráulico (fracking), desincentivan la inversión extranjera, y pondrían en riesgo los ingresos del país en el mediano plazo. Por supuesto que el proyecto para la introducción de las energías limpias en gran escala, debe prever que no se afecte la demanda y los precios de los combustibles para el consumo interno, todo un reto para el Pacto Histórico que debe dar los pasos iniciales hacia esta transición.
Nueva fórmula
Mientras los impuestos que percibe la nación de las multinacionales que explotan los hidrocarburos permanecen estáticos, los mayores rendimientos de estas -por los altos precios- no son objeto de un incremento proporcional del impuesto a pagar. Por lo anterior, en el marco de la reforma tributaria en curso, se propone una sobretasa al crudo y los recursos mineros en función a la variación del precio internacional de los últimos diez años. Para el caso del crudo ese esquema sería el siguiente:
Tabla 1
Sobretasa a los hidrocarburos
De aprobarse este esquema en la reforma, las petroleras pagarían el imporenta vigente de 35 por ciento, más la sobretasa de acuerdo a la anterior tabla, medida con la cual se empezaría a aplicar el principio de progresividad a la actividad minero–energética. Por otro lado, se mantiene la no deducibilidad de las regalías del impuesto a pagar, con lo cual se aseguran recursos para las regiones y en especial a aquellas donde se realiza la explotación de los recursos. Esta sobretasa en nada afectaría la rentabilidad del sector, afirmó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Además, hay que recalcar en los más de cien beneficios tributarios de que goza el sector, los cuales no fueron tocados en la reforma.
El presidente norteamericano Joe Biden señaló a la industria petrolera de Estados Unidos de “sacar provecho” con el conflicto en Ucrania al no aumentar la producción para que bajen los precios al consumidor y planteó la posibilidad de imponer una sobretasa a las ganancias de las petroleras mientras la inflación golpea a las familias norteamericanas. (Portafolio, nov 1 de 2022) Este mensaje deja en evidencia el grado de manipulación y especulación con los precios de los combustibles, controlando la oferta y la demanda de la principal fuente de energía, prácticas que las petroleras también aplican en Colombia.