Martha Carvajalino Villegas, una joven abogada con amplia experiencia en la academia y en la praxis de la cuestión agraria, de larga y probada trayectoria en la lucha social y ascendencia en el movimiento campesino, encabeza la cartera de Agricultura del Gobierno del cambio
Agencia prensa rural
La ministra Martha Carvajalino asumió la responsabilidad que el presidente le encomendó en su alcance y potencia al designarla frente al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, tras la renovación de su gabinete el 2 de julio. “La tarea la continuará la doctora Martha Carvajalino, quien impulsará la reforma agraria y un campo productivo con justicia social”, dijo el mandatario.
La nueva ministra asumió de inmediato el reto, con una consigna que expresa la convicción de su gestión: Revolución por la vida. Se volcó al territorio e impulsó una campaña de entrega de tierras, apoyándose en la Agencia Nacional de Tierras, ANT, y la Sociedad de Activos Especiales, SAE. En este corto periodo, logró adquirir de manera directa unas 265.000 hectáreas vía compra por oferta voluntaria y gestionó 450.000 hectáreas de tierras fértiles para su redistribución, que constituye el centro de la acción política de su administración y eje de real de la Reforma agraria.
En su gestión, nuevas Zonas de Reserva Campesina, ZRC, se han constituido, como en el Valle del Cauca y la costa Caribe; se han activado procesos de constitución en otros territorios. Además, Carvajalino asignó recursos para el impulso de Comunidades Energéticas, radicó el proyecto de ley para reglamentar la Jurisdicción Especial Agraria y Rural, para dar cumplimiento al Acuerdo Final de paz promoviendo instituciones y mecanismos de justicia para las comunidades rurales.
Igualmente, junto con el Ministerio de Ambiente, definió el decreto que fortalece la territorialidad de las ZRC y garantiza al campesinado en Páramos y Parques Nacionales mantenerse en sus territorios. Asimismo, activó el Sistema Nacional de Reforma Agraria, establecido en la ley 160 de 1994.
Estos avances fortalecen la perspectiva de avanzar en la Reforma agraria que, además del impulso por parte del Ministerio de los núcleos y comités de reforma en las regiones, permitirán que esta aspiración del campesinado colombiano no siga extraviada en la burocracia estatal, la exclusión y la violencia impuesta por el odioso modelo de concentración de la propiedad sobre la tierra.
En el marco de la COP16, la ministra anunció el hecho político del mundo rural. Logró que, en la sesión 52 del Comité de Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, reunida en Roma, por ovación Colombia haya sido escogida como sede en 2026 de la II Conferencia Internacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural CRADR+20. Un espacio clave para consolidar el diálogo y la cooperación internacional alrededor de la seguridad de la tenencia de la tierra frente a los desafíos globales.
Al presentar esta noticia, la ministra afirmó: “Veinte años después merecemos un balance colectivo de cara a los retos que la humanidad vive, fortalecer los sistemas agroalimentarios a partir del reconocimiento de la tenencia de la tierra en el contexto del cambio climático, la crisis ambiental, asegurar la seguridad alimentaria y construir la paz”.
Así, la ministra reivindica en su accionar una máxima que ha guiado su trayectoria: “La mejor forma de decir es hacer”.