Este espacio fue adecuado para que la sociedad civil, oenegés medioambientales y empresas realizaran relacionamiento y mostraran sus servicios y productos relacionados con la preservación de la naturaleza
Redacción Ambiente
Los organizadores de la COP16 adecuaron dos grandes áreas para las discusiones y los diferentes eventos del acontecimiento mundial, que se realiza desde el 21 de octubre hasta el primero de noviembre: la Zona Azul y la Zona Verde.
La primera, ubicada en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, a 20 minutos del sector hotelero de Cali, es el espacio para las conferencias y negociaciones organizado por el Convenio sobre la de Diversidad Biológica. Allí se llevan a cabo las reuniones, eventos paralelos y conferencias de prensa.
Por otra parte, en la Zona Verde, ubicada en el centro de la ciudad, en el Bulevar del río, está el espacio para el fomento de la participación de la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, el sector privado y los interesados en la protección y conservación de la biodiversidad.
Está inundada de stands con artesanías, comida, ropa, productos alimenticios orgánicos o cultivados de manera menos contaminante, muestras de producción de energías eólica y solar, entidades bancarias, café, oenegés, y tarimas con permanentes muestras folclóricas. VOZ hizo un recorrido por esta y habló con visitantes y expositores para conocer sus expectativas de la COP16.
Falta una legislación clara
Silvio Serna, de Cali, pertenece a una empresa de transformación de achiote, azaí y cacay para la elaboración de cosméticos. Participó en foros y visitó varios stands: “Muy interesantes los de la Amazonía, el Putumayo, sé ve que hay muchísimo potencial para todas las materias primas, porque hay cómo encontrar productores en estas regiones. Me parece que es un evento ganador porque estamos visibilizando la tendencia hacia donde debemos ir con este planeta, hacia conservarlo. La puesta de toda la gente que está participando en los eventos es un planeta seguro, un medio ambiente seguro”.
Silvio reconoce que en la producción de muchas mercancías hay procesos que no son amigables con el ambiente, “pero es porque el mismo sistema no lo permite, o sea, no hay una legislación clara en el tema de estos componentes, entonces, se es cruel con el planeta, aunque si queremos apostarle a su conservación se puede sacrificar la utilidad de la compañía, de hecho, nosotros lo estamos haciendo porque estamos cambiando los empaques por empaque reutilizables a base del bagazo de caña, por ejemplo, y eso nos sale más costoso”.
Una maloca en Cali
Lilia Linares es una de las muchas representantes de comunidades indígenas que asistió a la COP16. Hace parte de Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia Gobierno Mayor, que tiene 35 pueblos de los 115 que hay en el país. Instalaron una Maloca en la que dan a conocer sus productos y su cosmovisión.
La COP le ha parecido “súper” porque va en la misma dirección de lo que ellos han estado insistiendo como Gobierno Mayor: “El cuidado de la madre naturaleza, el cuidado de la biodiversidad. Ya es hora de que tengamos conciencia, después de que nos decían que los indígenas no sabíamos nada, que éramos brutos, que éramos esto… cuando les decíamos que tocaba cuidar a nuestra Madre Naturaleza no nos hacían caso. Ahora ya están diciendo que vamos a volver al origen; ya no hay cómo, ya todo está destruido”.
La lideresa indígena, quien asegura que con este Gobierno han trabajado mancomunadamente, está a la expectativa de las conclusiones de la Zona Azul y envía un mensaje a los citadinos: “Hay que cuidar nuestros ríos, evitar el plástico, las comidas que acá les dicen chatarra, que son todo lo que es paquetes porque eso es lo que ha destruido a la naturaleza y a nosotros mismos”.
Avances científicos
Doña Maricel Tello, es una caleña que orgullosa se hace una selfie para enviarle a su hija y mostrarle que pasea por la Zona Verde de la COP. Le parece muy bonita la organización de las tarimas, los estand y los productos fabricados con materiales reciclables y los alimentos orgánicos.
Aunque dice no entender bien lo que se discute en la Zona Azul, espera que salgan conclusiones que sean, “Lo mejor para todo el mundo, para que el planeta no se vaya a acabar y que continué por siglos para las próximas generaciones”.
Alberto Herrera es uno de los expositores. Su stand se llama Apiarios Vitanitah: “Nacimos a raíz de un descubrimiento que se hizo con un tratamiento físico megatrónico del agua, se le envía un código y esta se nos llena de oxígeno e hidrógeno. Con eso codificamos todos nuestros productos, nuestros alcoholes todo lo que hacemos, y eso nos da un resultado extraordinario para la salud. La matriz es en Estados Unidos, aunque tenemos una base en Cali”.
Exponen mercancías como propóleos, miel y otros productos orgánicos. Alberto asegura que les ha ido muy bien por las relaciones que han logrado establecer. De las discusiones de la evento espera que haya respeto por la tierra y por la humanidad: “Es que hasta ahora solo se ha trabajado por unos intereses personales, de cada quien y hay que trabajar es por la humanidad”.
Cuestionados patrocinadores
Con tambores, megáfono, una pancarta que denuncia al capitalismo y al imperialismo como depredadores de los ecosistemas, 10 jóvenes se hacen escuchar. Paula Acosta expresa que quieren hacer un llamado sobre problemas como el cambio climático y el genocidio contra el pueblo palestino: “El problema no es que se realice la COP 16, el problema es que está en el marco del capitalismo – imperialismo y los Estados que hoy se encuentran aquí no han mostrado, como se ve en las distintas COP, que vayan a resolver los problemas que hoy enfrentamos que son cada vez más globales”.
Algunos visitantes cuestionaron a muchas firmas patrocinadoras del evento, algunas de bebidas azucaradas, bebidas alcohólicas, multinacionales de bebidas lácteas, del sector financiero porque nunca se han mostrado cuidadoras del medio ambiente. Les parece contradictorio que estén con sus stands en esta Zona y les provoca desconfianza de las conclusiones que puedan salir de la Zona Azul.