Luis Carlos Reyes, director general de la institución que tiene a cargo el sistema tributario y de aduanas, habló con VOZ sobre el fortalecimiento en la entidad, las metas que tienen y del positivo momento económico que vive el país
Redacción Economía
Semanas antes de comenzar el Gobierno del presidente Gustavo Petro, el país conoció el nombre de Luis Carlos Reyes. El economista e historiador de la Universidad Javeriana, magister y doctor en Economía de la Universidad Estatal de Michigan sería el nuevo director general de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN.
Hasta el momento de su designación, Reyes era distinguido en la academia por ser el director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, sin embargo, era desconocido no solo para el universo de la política, sino también para la administración pública. El nombre del joven funcionario era parte de la estrategia en fortalecer institucionalmente a la entidad encargada de recaudar los impuestos a nivel nacional.
Una vez posicionado, Luis Carlos Reyes se hizo muy activo en el debate económico nacional por sus aportes en el Congreso a la reforma tributaria, el Plan Nacional de Desarrollo y el ensamble del Presupuesto General de la Nación, con sus adiciones complementarias, entre otras discusiones.
Reyes habló con VOZ sobre el fortalecimiento institucional de la entidad, las metas que tienen con la administración tributaria y del positivo momento económico que tiene el país.
Tributaria y adición presupuestal
Usted hizo parte de las discusiones que finalmente aprobaron la tributaria. ¿Cuál es la expectativa que tienen con esta reforma?
-La reforma tributaria aprobada aplica el año gravable 2023, por lo cual, el principal impacto en el recaudo se verá en 2024. Hoy todavía estamos trabajando con el recaudo que viene de la tributaria pasada. No obstante, debido a que han aumentado las autorretenciones y a mejoras en la administración tributaria, a mitad de este año el recaudo ha aumentado en términos reales en un 16 por ciento. Creemos que esto es un aumento sustancial y que vamos en camino a esas metas ambiciosas de la reforma tributaria que están sobre los 20 billones de pesos.
Con la adición presupuestal, ¿la DIAN logró las metas institucionales que tenía?
-Es verdad que en la negociación de la adición presupuestal en las comisiones económicas del Congreso se recortó el presupuesto de 300 a 100 mil millones. Pero tenemos el compromiso del presidente Petro en fortalecer la administración tributaria y esos 200 mil millones de pesos que se le recortaron a la DIAN a través de un traslado presupuestal de funcionamiento del Ministerio de Hacienda, finalmente si entraron. Entonces contamos con los recursos para cumplir con las promesas de ampliación en la planta que permiten combatir esa evasión que le cuesta al país 100 billones de pesos cada año, más de cuatro reformas tributarias.
Evasión y cultura tributaria
Hablemos de esa evasión. ¿Quién evade impuestos en Colombia?
-Una manera útil de ver esa evasión empieza por ordenar a la población colombiana entre las personas de menores ingresos a mayores ingresos. Si uno identifica más o menos al 50 o 60 por ciento de menores ingresos, partimos de una triste realidad, que para esa franja de trabajadores el poder adquisitivo está por debajo del llamado salario mínimo. Entonces, en materia de evasión descartamos ese 60 por ciento. El otro 39 por ciento de los colombianos que son asalariados formales, tampoco representan una parte importante de la evasión dado que son personas que reciben pagos por parte de empleadores y tienen que hacerle un reporte a la DIAN. El problema de la evasión no está concentrado en ese 99 por ciento de trabajadores, bien sea formales o informales.
El uno por ciento restantes, hay que decir la verdad, muchos son estrictamente cumplidores de la ley y aportan cada peso que tienen que tributar. Pero hay otros que no lo hacen y eso cuesta mucho dinero, tanto en evasión de impuesto de renta de personas jurídicas, como a través de la no retención del IVA en las ventas que hacen. Sabemos que son cerca de 100 billones de pesos en evasión porque analizamos las cuentas del Producto Interno Bruto que tienen unas bases gravables, por las cuales podemos calcular cuál sería el recaudo y compararlo con lo que en realidad recogemos.
La DIAN se percibe como una entidad coercitiva, como una especie de policía económica, ¿se está trabajando en una estrategia para hacer una entidad más cercana a la gente?
-Creo que, si la administración tributaria está haciendo bien su trabajo, siempre va tener un papel en el que incumplirle es una cosa seria. Pero no puede verse como una entidad arbitraria. Así como el Estado tiene el monopolio de la fuerza, también lo tiene sobre los impuestos y ese poder se ejerce con fuerza. Pero lo que hace distinto a un Estado social de derecho con un Estado autoritario, es que a la ciudadanía se le respetan los derechos. La ciudadanía debe saber que al cumplir con sus obligaciones tributarias está aportando con los recursos para el sustento del Estado y eso significa salud, educación, bienestar social, etc. También es importante dejar claro que si una persona evade de una manera dolosa le va caer todo el peso de la ley.
Balance económico
¿Cuál es el balance en la DIAN, al cumplirse un año al frente de la institución?
-La DIAN es una gran entidad en términos del conocimiento que colectivamente tiene almacenado. Los funcionarios tienen unas competencias y un conocimiento que no se encuentra en ninguna otra parte del país y el papel del director general, sea quien sea, es permitirles alcanzar las potencialidades que tienen. Con el apoyo del presidente Petro estamos trabajando en una ampliación de planta para poder reducir sobrecargas laborales. La administración tributaria de un país que tiene nuestra misma población, pero con más altos ingresos, como Canadá, tiene al menos 70 mil personas y nosotros estamos con 11 mil personas.
Después de un estudio juicioso y detallado llegamos a la conclusión que una ampliación de planta de unas 10 mil personas es lo necesario, de la mano de una reestructuración tecnológica para lograr nuestras metas. Entonces, lo que estamos viendo es una entidad en la que hay campo, por ejemplo, para optimizar nuestra medición de metas que sería la reducción de la evasión y el contrabando.
Es una ampliación de planta del cien por ciento…
–Si. Y quiero dejar claro que esos nombramientos van a responder por méritos de acuerdo a lo dispuesto por la Constitución. El decreto 977 de 2023 firmado por el presidente Petro potencia el régimen de carrera de la DIAN y le amarra las manos al director general, porque es usual que en las entidades públicas se nombren a dedo muchos cargos de provisionalidad. En este caso todos los funcionarios entraran por concurso que hará la Comisión Nacional del Servicio Civil, una organización independiente.
¿Cómo evalúa el comportamiento económico del país?
-La economía va bien. Una de las comparaciones más ilustrativas es lo que muchos, de buena o mala fe, pensaban iba a ocurrir con este presidente y lo que en realidad está pasando. Nos habían vendido una idea totalmente apocalíptica. Que íbamos a estar imprimiendo billetes en Palacio con una hiper inflación, que se iban a ir las empresas del país, etc. Y lo que se está viendo es que no sucedió ninguna de esas cosas. Tenemos unas cifras alentadoras pero se puede hacer más porque este país tiene mucho más potencial. Descendió el desempleo, la inflación está bajo control, el dólar tiene un comportamiento estable. Es importante identificar que los resultados de un Gobierno se ven en el largo plazo. Como Gobierno hay satisfacción en que estamos construyendo para ese largo plazo, al igual que para las necesidades inmediatas de los colombianos.
Usted es muy joven. ¿Cómo le ha ido al frente de una entidad como la DIAN?
-Lo importante en la administración pública es entender que uno se debe a la ciudadanía y a nadie más, eso es lo que le permite a uno tomar decisiones a veces difíciles o controversiales o darse ciertas luchas políticas. En resumen, me siento bien y muy contento por esta responsabilidad.