El presidente hasta ahora está cumpliendo sus promesas electorales y el contenido de su programa
José Ramón Llanos
Para acertar en la valoración del gobierno de Gabriel Boric se debe tener en cuenta que no es un partido en el poder sino una coalición. Por tanto, se deben consensuar muchas decisiones. Sin embargo, el Partido Comunista, el más radical de esa alianza considera que el Presidente está cumpliendo sus promesas.
El presidente del Partido Comunista en entrevista concedida a El Siglo expresa su total conformidad con las realizaciones gubernamentales. Hasta el tratamiento de la situación crítica de la Araucania ha sido validado por el PCCH. A una pregunta que le formulara el reportero de El Siglo Guillermo Teillier, presidente del mencionado Partido, respondió:
“El Gobierno anunció la puesta en marcha del Plan Buen Vivir. Con el que se propone duplicar el presupuesto para la compra de tierras, de 15 mil a 35 mil millones de pesos. Calculo unas 25.000 hectáreas, a lo que se agrega la posibilidad de compras por Bienes Nacionales. Y esto se duplicará año a año. A eso se agregan 400 mil millones de pesos en obras públicas para infraestructura, agua potable, salud, vías de acceso y otras.
Por otro lado, para perseguir e investigar el crimen organizado y el narcotráfico se nominará un Fiscal preferente en la zona. Y ya está aprobada la participación de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en el afán de facilitar los diálogos. En el plano legislativo se reactivará la creación del Ministerio de Pueblos Indígenas”.
El impuesto a los potentados
Otra de las promesas electorales y componente de su Programa de Gobierno que se cumple es el aumento del salario a 400 pesos. Ese monto lo exigían los protestantes en las movilizaciones. Una cuestión de importancia suma para disponer mayores recursos monetarios para cubrir los procesos de inclusión, es la aprobación del impuesto a la riqueza. El gobierno actualmente debate dos elementos de ese impuesto, el monto a partir del cual se cobre y el porcentaje de tributo. El quantum oscila entre 1 y 2,5 por ciento, para esta discusión se toman como referencia los porcentajes de los países que ya implantaron ese gravamen.
Como las estadísticas chilenas no identifican con precisión el número de las grandes riquezas, el Gobierno está utilizando la información sobre la riqueza mundial que desde el año 2.000 elabora el Credit Suisse Research Institute y que publica en el libro Datos de la Riqueza Mundial. También se está utilizando el estudio de la Cepal, Impuesto sobre el patrimonio neto en América Latina, elaborado por Michel Jorratt, según informa el diario La Tercera.
Boric informó que el proyecto de ley será presentado en junio al parlamento. En los patrimonios afectados estarían los comprendidos a partir de los cinco mil millones de dólares. Este impuesto lo pagarían anualmente tan solo 8.300 chilenos, se calcula que se obtendrían entre 0,8 y uno por ciento del producto interno bruto, según comenta a los medios el ministro de Hacienda Mario Marcel. Algunos economistas chilenos consideran que el porcentaje del PIB que puede recaudarse con ese impuesto será inferior si se tiene en cuenta que Suiza por ese concepto recauda 0,8 por ciento del PIB y Noruega 0,5. Debe tenerse en cuenta que el 1 por ciento de los más ricos chilenos concentra el 49,6 por ciento de la riqueza total del país, según Forbes.
La nueva Constitución, apoyos y rechazos
Es normal que cualquier propuesta de cambios radicales en la Constitución de un país genere comentarios negativos y positivos sobre esos cambios. Si la Constitución pretende cambios de tal naturaleza que reforme a profundidad el estatuto constitucional establecido, la clase en el poder que se beneficia de la Constitución imperante es crítica de las reformas que alteren los beneficios que recibe de la vieja Constitución.
Por otra parte, los agentes del cambio necesariamente son apologistas de las reformas. El constituyente comunista Marcos Barraza es lógicamente defensor de la Constitución que ha contribuido a construir. Por eso él considera positivo que la propuesta constitucional aprobada por los convencionistas presenta como novedades, “la paridad de género en las instituciones del Estado, que ahora habrá un Estado social y democrático de derechos”. Agrega que, “los cambios deben ser percibidos por la ciudadanía como el tránsito de la Constitución de la dictadura a una democrática en temas de salud, vivienda, educación entre otros”.
La crítica de la derecha se inicia señalando como negativo que el proyecto sea tan extenso que sus cuatrocientos noventa y nueve artículos la hacen la Constitución más larga del mundo.
Sergio Muñoz Riveros analista, periodista y autor del libro Estado de alerta, es uno de los críticos que mejor fundamenta sus apreciaciones sobre la Constitución. Afirma, por ejemplo: “Creo que la Convención fracasó, como proyecto nacional, si es que alguna vez lo fue. Y digo proyecto nacional en el sentido de haber hecho un esfuerzo por construir un nuevo texto que pusiera las bases de la convivencia en libertad, de eso se trata. Una Constitución es la síntesis de las reglas de convivencia para que sea posible la alternancia en el poder, el ejercicio de las libertades”.
“Sabemos cómo surgió la Convención en condiciones completamente anómalas en medio de la barbarie desatada en octubre de 2019. Eso dio lugar a un enorme paso en falso del presidente Piñera. Que fue aprovechado por los opositores de entonces. El acuerdo del 15 de noviembre, fue una manera de burlar el funcionamiento de las instituciones, en realidad el Congreso Nacional regaló su potestad constitucional a una especie de segundo Parlamento”.
“En este caso los elementos que se alinearon fueron el miedo provocado por la violencia, la ceguera política, los cálculos partidistas, y variadas formas de oportunismo. El resultado ha sido deplorable. De allí salió un programa político de las izquierdas. De allí salió la más grave amenaza que ha surgido contra el Estado-Nación, la integridad territorial de Chile y las bases de la democracia representativa. Aquí lo que hubo es un intento de parte de la Asociación de colectivos que funcionó en la convención por armar otro país, en la práctica es eso armar otro país”.
En cambio, el Partido Comunista Chileno PCCH como es de suponer apoya plenamente el proyecto de constitución de proyecto que salió de la Convención. Al respecto Guillermo Taillier afirma: “Ya tenemos en las manos el principal elemento para la lucha para la aprobación de la Nueva Constitución que reemplazará la pinochetista en el plebiscito del 4 de septiembre.
“El pueblo verá en ella la plasmación constitucional sociales, políticas, y la posibilidad abierta de su materialización en un corto plazo. Luchar por este triunfo histórico por el que bregaron tantas generaciones con tanta esperanza y sacrificio, pero con optimismo y la alegría de que era posible, es la principal resolución del Pleno que nuestro Comité Central”.
Marcos Barraza remata sus comentarios en esta forma: “Creo, que lo más relevante es que el texto constitucional propuesto no solo es un texto constitucional, no solo es una nueva Constitución, es la transformación del Estado para la transformación del país que queremos construir, terminar con las brechas sociales. El nuevo texto constitucional es la transformación del Estado, para la transformación del país y que beneficie a todos sus habitantes sin exclusiones”