Los temas abordados en la reunión fueron la solidaridad con los pueblos en lucha, el rechazo a las sanciones impuestas por Estados Unidos a varios países, el posicionamiento de los movimientos feministas y juveniles y la apropiación de nuevas tecnologías por parte de los movimientos de resistencia popular
Ricardo Arenales
Con una condena generalizada a los bloqueos económicos y a las sanciones financieras que Estados Unidos y las principales potencias europeas imponen a Cuba, Nicaragua y Venezuela, concluyó en la tarde del pasado domingo 2 de julio en Brasilia, la XXVI edición del Foro de Sao Paulo, que en esta ocasión reunió a 270 delegados de 57 organizaciones sociales de 27 países, que además abogaron por la integración y la soberanía de América Latina y el Caribe, así como la defensa de los migrantes que actualmente residen en Estados Unidos.
El parlamentario de Nicaragua, Wilfredo Navarro, dijo que la acción integrada contra los bloqueos y otras medidas coercitivas en la región, fue uno de los ejes centrales de discusión del foro. “Hay una opinión internacional de que cualquier medida coercitiva o agresión económica contra un país soberano debe ser rechazada”, dijo el parlamentario, quien también aseguró que estas medidas sancionatorias “tratan de detener los procesos revolucionarios de nuestros países”.
La cumbre de Brasilia reunió además a representantes de ocho países externos al Foro, para conectar luchas populares y antimperialistas. El presidente del Partido Socialista de Zambia, Fred M’Membe, dijo que “aquel espíritu tricontinental no se perdió, él muestra la necesidad de unificar nuestras luchas”.
Primero la integración
M’Membe sostuvo que “el imperialismo intenta dividir a nuestros países a pesar de sus orígenes, ellos intentan colocar a Latinoamérica contra África, ¿por qué lo hacen? (…) lo que buscan es abaratar los recursos minerales que se llevan”.
El Foro de Sao Paulo, en su actual versión, sesiona por primera vez después de la pandemia del convid-19 y se realiza bajo el lema ‘Integración Regional para avanzar en la Soberanía Latinoamericana y Caribeña’, para ser un lugar de intercambio y articulación de las fuerzas progresistas, democráticas y de izquierda de la región.
En los términos de la convocatoria, el evento se realizó en medio de un escenario complejo, de victorias y de mucha lucha. Entre los temas abordados estuvieron, la necesidad de construir la integración de nuestros países, proteger nuestra naturaleza, pueblos y soberanía, además de la lucha contra los efectos del neoliberalismo.
Reformas a la ONU
Para los organizadores, desde el encuentro en Caracas en 2019 hasta hoy, “las fuerzas organizadas, sociales y políticas de la izquierda continental han protagonizado una intensa lucha por la defensa de los derechos políticos, económicos y sociales de los pueblos, mientras que la derecha pro imperialista transita la ruta del golpismo y de la ilegalidad”.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los fundadores del Foro de Sao Paulo, inauguró la XXVI versión del evento, refiriéndose a una serie de temas regionales e internacionales de gran relevancia, entre ellos la urgente necesidad de promover cambios esenciales en la composición del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para dar voz a más países de África, América Latina y Asia.
“La ONU no puede continuar con el mismo tamaño que tenía en 1945. Es preciso aumentar los miembros de la ONU con África, América Latina y los países asiáticos. Es esencial cambiar a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Porque son ellos los que producen las armas y hacen la guerra. Y sin pasar por la decisión del Consejo de Seguridad, estamos en una trinchera”, aseguró Lula.
Avance de la derecha fascista
En este contexto, Lula llamó a hacer frente a la derecha fascista fortaleciendo la democracia en el mundo. “Tenemos que reforzar el papel de los sectores progresistas y democráticos de la sociedad de este mundo, porque la derecha fascista ha crecido en muchos lugares, y en lugares que nunca imaginamos que volvería a crecer”, puntualizó el gobernante brasileño.
En el segundo día de deliberaciones, se dialogó sobre los protagonismos de las mujeres en la lucha por la integración y el uso de las redes sociales. En este sentido se debatió sobre la necesidad de pensar una proyección de los feminismos con la lucha antimperialista y las críticas al sistema capitalista como protagonista.
Se realizó un diálogo con el lema “Por la unidad latinoamericana y la autodeterminación de los pueblos”, de donde salieron recomendaciones para reforzar la lucha por la defensa de la soberanía de los pueblos. En otro panel, se dialogó sobre el uso de las redes sociales y cómo deben ser empleadas estas plataformas por los movimientos alternativos.
Ante de concluir el evento de Brasilia, los asistentes se armaron de un arsenal de documentos, recomendaciones y conclusiones, que darán luces a su trabajo político futuro. Uno de tales documentos dice: “La cultura y los saberes son en nuestro continente expresiones auténticas de las identidades, de los valores humanos, de la solidaridad, de la unidad y de las rebeldías. Para este XXVI encuentro es un deber resaltar el papel fundamental de los artistas, intelectuales, activistas de la cultura, al lado de sus pueblos”.
El futuro y el compromiso con la Amazonía, para salvar a la humanidad del desastre climático, el conflicto bélico en Ucrania, la crisis económica mundial, la posición de los países emergentes frente a la hegemonía del dólar en lo comercio internacional junto a la amenaza que constituye el resurgir del neofascismo y su reto para la izquierda mundial, fueron otros de los temas abordados por la reunión.