sábado, agosto 31, 2024
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“Estamos contando nuestras historias”

Personas de todas las áreas del trabajo sexual se han agrupado en la Asociación Sindical de Trabajadoras Sexuales, Astrasex, y desde ese espacio han venido construyendo una agenda para reivindicar sus derechos. VOZ habló con su secretaria general Alejandra Omaña

Anna Margoliner
@marxoliner

El 6 de febrero se desarrolló en Cartagena una mesa técnica de acuerdo al deber del Ministerio de Trabajo para hacer una propuesta de regulación que proteja a quienes ejercen la prostitución legalmente ordenada por la Corte Constitucional en la sentencia T-629.

Alejandra Omaña, conocida en la industria del cine pornográfico como Amaranta Hank, es la secretaria general de la Asociación Sindical de Trabajadoras Sexuales, Astrasex, y habló con VOZ respecto a las expectativas y condiciones de las trabajadoras sexuales en Colombia.

Qué es Astrasex

Alejandra Omaña (Amaranta Hank)

Alejandra cuenta que Astrasex nació como la necesidad de que trabajadoras de todas las áreas sexuales se agrupen y empiecen a defender sus derechos. Sobre todo, “porque lo que ha pasado históricamente es que otros profesionales de otras áreas han hablado por nosotras, han decidido qué es lo que nosotras necesitamos, queremos y nos beneficia, pero nunca nos han preguntado. Entonces, nosotras dijimos: si alguien va a hablar por las trabajadoras sexuales vamos a ser nosotras”.

Omaña comenta que cada una de las integrantes ya hacía activismo por sí solas desde sus propias carreras e incluso trabajo comunitario, pero no existía una fuerza conjunta. “Allí vimos la importancia de estar reunidas, de convertirnos en un sindicato. Esto fue el 11 de septiembre del 2022 y en estos meses los avances han sido muchísimos.”

Asegura que gracias a esto “las trabajadoras sexuales estamos en los espacios donde históricamente nunca estuvimos. Hacer parte de la política colombiana, tener encuentros y conversaciones con senadores y representantes a la Cámara de diversos partidos políticos, hablar con el Ministerio de Trabajo sobre la formalización del trabajo sexual en Colombia y con el distrito de Bogotá, con diferentes alcaldías de municipios de Colombia, con activistas, con medios de comunicación, etc.”

Garantías y reivindicaciones

Sobre las garantías solicitadas, comenta que inicialmente estaban pidiendo que los espacios donde se ejerza el trabajo sexual sean dignos, con condiciones sanitarias, que no sean reducidos, que los horarios no sean extendidos, es decir, que no haya explotación laboral ni sexual en esos espacios, que no haya abuso policial, que tengan acceso a seguridad social y salud, porque no existen en la actualidad riesgos profesionales para el trabajo sexual que sean precisos.

“Hay un código para la prostitución que es impreciso y no existe uno, por ejemplo, para el modelaje webcam. Algunas cosas se han concretado, pero otras necesitan de la misma reforma laboral y de un proyecto de ley”, precisa la presidenta del sindicato.

Teniendo en cuenta los vacíos existentes, Alejandra asegura que, “se necesita una regulación y un marco laboral digno para el trabajo sexual. Actualmente ejercer trabajo sexual en Colombia es completamente legal, pero hay muchos vacíos, tiene muchas aristas dependiendo de la modalidad que se ejerza y todos esos vacíos no han sido resueltos porque han ignorado completamente el trabajo sexual, todo lo que han dicho ha venido desde la desinformación y desde el prejuicio”.

Tal y como lo ha identificado Astrasex hay una discriminación financiera. Las modelos webcam y las trabajadoras sexuales no pueden abrir cuentas bancarias argumentando la profesión al mismo tiempo que no pueden acceder a créditos. En muchos casos tienen que inventar otras profesiones o disfrazar la ocupación que ejercen.

Abordando la cobertura en salud para las trabajadoras sexuales, Alejandra menciona que el sistema de salud es pésimo, principalmente por el prejuicio alrededor de esta labor: “Una trabajadora sexual se acerca a un puesto de salud y lo único que recibe son pruebas de VIH, pero no va más allá, ni para mujeres cisgénero, en cuanto a los riesgos de salud para todo el aparato reproductor, ni para mujeres transgénero”.

Diversificación del trabajo sexual en Colombia

El trabajo sexual se viene diversificando hace más o menos dos décadas desde que llegó el modelaje webcam a Colombia, aunque ya existían las líneas calientes. Omaña puntualiza que, “hace más o menos desde hace unos ocho años fue cogiendo mayor fuerza y desde la pandemia se popularizó. Hoy en día existen diversas modalidades como la creación de contenido para plataformas como Onlyfans donde se vende contenido exclusivo, productoras de pornografía con las que se trabaja directamente para estas, aunque puedan vender esos contenidos a otras productoras en el exterior o en sus propias páginas web”.

“Existe también el modelaje webcam que tiene un auge muy fuerte. Se habla de 300 mil modelos webcam en el país. Me refiero en femenino, pero en realidad son diversidades: mujeres cisgénero, mujeres transgénero, hombres transgénero, hombres cisgénero y personas no binarias pero la ocupación mayor es de mujeres cisgénero. No tenemos unos porcentajes exactos, pero por lo menos hay un 75% de mujeres cisgénero ejerciendo allí. Es una forma de trabajo sexual, para satisfacer las necesidades de los nuevos tiempos”.

Proceso con el Ministerio de Trabajo

Para Alejandra el proceso con la ministra de Trabajo ha sido maravilloso: “Ha estado muy involucrada con nosotras, nos han dado el espacio que merecemos y que hemos pedido en todos los eventos donde se habla de reforma laboral, derechos de trabajadores, riesgos profesionales, seguridad y salud en el trabajo.

Nos han ofrecido soluciones, han estado muy atentas con una escucha honesta para enterarse a detalle cómo funciona el trabajo sexual en Colombia desde las modalidades virtuales, por ejemplo, que es muy nuevo para ellos y nos parece que es un momento valioso porque así se pueden tomar decisiones con criterio, desde los testimonios directos”.

Así mismo esperan que este contacto siga siendo muy estrecho, seguir siendo parte de todas estas conversaciones “porque eso hace parte de la reivindicación de muchas compañeras nuestras que lucharon por los derechos de las trabajadoras sexuales, pero no fueron escuchadas por el gobierno. Este al ser el gobierno del cambio, al ser un ministerio que viene desde el sindicalismo, hemos tenido las puertas completamente abiertas”.

Superar la estigmatización

Es imperativo superar la barrera informativa y la educación. Alejandra asevera que “en los últimos años, las trabajadoras sexuales nos hemos apropiado de los espacios digitales y hemos contado nuestras historias. Gracias a esto se nos ha humanizado, porque antes nos veían como entes sexuales, no pensaban que fuéramos personas, que tuviéramos derechos, solicitarlos y exigirlos, que contribuíamos, por ejemplo, al PIB nacional. La gente ya se ha creado una idea más aterrizada de qué es el trabajo sexual y cuál es la vida de las trabajadoras sexuales y deja de ser ese concepto basado en el prejuicio y en la desinformación.”

Finaliza recalcando la importancia de tener su propia voz: “El contar nuestras historias ha venido derribando la desinformación y el prejuicio. Sigue faltando mucho más y sigue faltando es pedagogía que hemos venido haciendo nosotras autónomamente. El Estado debe apoyarnos en eso para que terminen la discriminación y la violencia que están en todas partes acabando, incluso, con la vida de las trabajadoras sexuales. Hemos encontrado compañeras asesinadas. Hace dos meses encontramos a una compañera modelo webcam asesinada en su casa en Villavicencio.

“Eso es una constante del trabajo sexual. Existe una dificultad, aunque tenemos un gobierno progresista dentro del progresismo también hay un feminismo abolicionista que cree que estamos mejor en la clandestinidad y en la ilegalidad, quienes se han opuesto a la legalización de nuestro trabajo, es necesario hacer capacitaciones, pedagogía, incluso interna dentro del mismo movimiento”.

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