jueves, marzo 28, 2024
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Epitafio: creatividad, vida, muerte y lucha

Las famosas inscripciones que acompañan algunos sepulcros buscan que se reconozca quien fue la persona en vida. Poetas, poetisas y escritores han subvertido la forma y esencia de este género, enriqueciéndolo con el humor, la sátira, lo absurdo y la rebeldía

Luydomin Atencia

Los epitafios no son solo cosas de muertos y cementerios, todos y todas algún día moriremos. Es mejor morir de pie y creando que ser un ente inerte ante el mundo.

El epitafio no es lo mismo que la lápida. Esta última se refiere al aspecto físico de la tumba y los datos normales que porta cada muerto. No obstante, su origen en el griego y su significado literal es “oración fúnebre”. Comúnmente se los ha entendido como la última petición del muerto, una especie de testamento resumido y público, un mensaje final.

Cotidianamente el epitafio busca que al finado se le reconozca quien fue en vida, tal vez con la idea de eternidad y resurrección para que pueda ser identificado en la otra dimensión no solo por su nombre, sino por su legado, teniendo en cuenta que, “por sus obras los conoceréis”

En todos los casos el epitafio tiene una característica única: se trata de una decisión tomada por una persona, que se supone tiene conciencia de su finitud y antes de morir ha pensado mucho el mensaje que estará en el portal de su casa definitiva.

Epitafios Literarios

“Abrid la tumba: al fondo de esta tumba se ve el mar”. Este epitafio en la tumba del poeta chileno Vicente Huidobro nos indica que, con los artistas, escritores y creadores la cosa es a otro precio. Razón por la cual siempre a los creativos se les está exigiendo ingenio y creatividad hasta sus últimos días.

Para los escritores es casi inevitable que su escritura se refleje ante sus lectores en su tumba, como el cierre apoteósico de su obra. Un poco pretensioso, ¿pero qué escritor no busca llevar su obra hasta el máximo nivel creativo? Aunque suene paradójico, la muerte y la tumba son un buen momento para ello.

Es de tal importancia el epitafio para los y las escritoras que, en corrientes literarias empieza a vérsele como un subgénero cercano al minirrelato o al minicuento por su característica de ser breve, preciso, genial y de un mensaje contundente y “lapidario”.

“En contra tuyo volaré
con mi cuerpo invencible e inamovible,
¡oh muerte!”
Virginia Woolf

El epitafio se ha llenado de poesía desde sus inicios, se puede escribir en verso o narrativa. Si el epitafio se atuviera a su origen oracional y sagrado debería ser lúgubre, místico y espiritual. Pero, sobre todo los poetas, poetisas y escritores, como debe ser, han roto históricamente con la forma y esencia de este espécimen raro de la creatividad, enriqueciéndolo con el humor, la sátira, lo absurdo y la rebeldía.

“No lo intentéis”
Charles Bukowski

“Perdonad el polvo”
Dorothy Parker

“Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien”
Molière

“No le tengo miedo”

La poesía, la literatura y el pensamiento crítico ha quebrado el andamiaje religioso y oracional del epitafio para dirigirlo al mundo mágico creativo, que busca que el muerto siga ligado al mundo real, perturbando a los vivos y vinculado a la vida social a través de su sentencia.

Por ello, el epitafio también anda en el mundo de la política, la lucha de clases y la crítica al capitalismo. Algunos y algunas escritoras, poetas e intelectuales muertos siguen dando lidia al sistema imperante a través de sus obras y de sus epitafios.

“Si la muerte me sorprende, no le tengo miedo; soy un hombre dialéctico. El día que me muera vendrán otros mejores a reemplazarme”
Jaime Pardo Leal

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