Editorial VOZ 3155
El 2022 es un año en el que se ha consumado un momento que ha marcado un punto de inflexión para la sociedad colombiana. Luego de dos años de movilización social contra las políticas de hambre y guerra, se configuró un nuevo proyecto de unidad popular, el cual logró arrancarle una victoria a la violenta y corrupta oligarquía nacional en las urnas. De esta manera, el Pacto Histórico consiguió por primera vez en la historia para la izquierda constituirse en gobierno.
Ahora se inicia un periodo en el que se perfila la posibilidad de construir un firme camino hacia la paz y la apertura democrática, mientras se avanza en reformas sociales que recojan las más urgentes reivindicaciones sociales de la gente trabajadora y excluida de nuestro país. Aunque es claro que esto no ocurrirá sin la resistencia de las fuerzas reaccionarias, que no están dispuestas a ceder en lo más mínimo frente a sus privilegios.
Ante estas circunstancias la militancia del Partido Comunista, que precisamente ha luchado desde hace más de nueve décadas para construir una sociedad justa y democrática, debe corresponder al momento político. Ello ha quedado expresado en el XXIII Congreso que se adelantó entre el 7 y el 10 de diciembre pasados.
El máximo órgano del Partido se reunió para trazar la línea de acción de la organización para el futuro inmediato, un momento crucial para Colombia, pues se disputará la posibilidad de avanzar en la construcción de un país nuevo. En este sentido, uno de los resultados más importantes del Congreso fue que se ratificó el apoyo decidido al Pacto Histórico y su programa, planteándose como tarea fundamental la defensa del gobierno ante la arremetida de la derecha. Para sacar adelante el programa y garantizar su cumplimiento, se convocó a la movilización social y popular.
Esta conclusión no hace más que reafirmar la determinación del Partido Comunista en la construcción de la unidad y la contribución al avance de los procesos colectivos. La unidad de las fuerzas populares es una tarea con la que se comprometió nuestra organización prácticamente desde sus orígenes. Fiel a la tradición que se expresó en importantes experiencias como la Unión Nacional de Oposición, la Unión Patriótica, el Frente Social y Político, el Polo Democrático y la Marcha Patriótica, el XXIII Congreso ha remarcado la intención del Partido de continuar construyendo la unidad de los sectores democráticos que avanza mientras mantiene su identidad como organización revolucionaria.
Por eso el Congreso llamó a la conformación de un frente amplio por una alternativa para salvaguardar la vida. Hoy la humanidad está en peligro de extinción. El capitalismo ha venido depredando el planeta en aras de la acumulación, mientras que mantiene al grueso de la población en la miseria. Y para mantener aceitada la maquinaria que permite la concentración de la riqueza en pocas manos, recurre a la guerra.
Es por ello que nuestra alternativa se sustenta en la superación del conflicto social y armado interno –lo que implica la demanda de la implementación del Acuerdo de Paz y la exigencia del desmonte del paramilitarismo y del avance en nuevos diálogos–, la defensa de la paz en nuestras fronteras, la búsqueda de un entendimiento en el escenario internacional que conjure el riesgo de una hecatombe nuclear, y la superación del capitalismo.
Para poner en marcha todo lo planteado, el XXIII Congreso renovó la dirección partidaria. Uno de los resultados más importantes de este encuentro consiste en que el PCC, en medio del debate democrático, ha pulido sus mecanismos para conformar una dirección política que garantice que los mejores liderazgos conduzcan la organización. Así, el Congreso aprobó la paridad para la elección de la dirección, lo que ha redundado en una renovación de la misma, con una alta presencia de jóvenes, mujeres y representantes de las poblaciones diversas, étnicas y con discapacidad.
Finalmente, se aprobó la creación de la presidencia del Partido Comunista, espacio político que será liderado por el camarada Jaime Caycedo, y se eligió a la nueva secretaria general de la organización, la camarada directora del semanario VOZ Claudia Flórez Sepúlveda.
El XXIII Congreso ha reafirmado el carácter revolucionario de nuestro Partido. Es firme y profunda la convicción que las transformaciones revolucionarias requeridas por la sociedad colombiana solo serán posibles por la acción movilizadora de las masas. A tono con la realidad de nuestro país, se ha orientado impulsar con nuestra experiencia e iniciativa los cambios que el pueblo clama.