Inicia un alto al fuego que incluye a cinco grupos armados en Colombia. Es el laboratorio de paz más complejo que ha enfrentado gobierno alguno. Del buen ritmo en los diálogos dependerá la tranquilidad de las comunidades y el éxito de la política del Gobierno de Gustavo Petro
Redacción Política
El anuncio del cese al fuego multilateral en Colombia con el ELN, la Segunda Marquetalia, disidencias, Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, y las Autodefensas de la Sierra Nevada fue recibido por las comunidades como un alivio en medio de la guerra y una nueva esperanza de paz y tranquilidad.
El silencio temporal de los fusiles materializa la política de paz total del gobierno Petro, y le permite a las mesas de conversaciones y los procesos de paz regionales ganar confianzas, tanto de la ciudadanía como de los propios actores para alcanzar el fin definitivo del conflicto armado.
Paso a paso
El anunció no fue apresurado, como lo advierte la oposición de derecha, es el fruto de un proceso de acercamiento, conversaciones y definiciones políticas y militares de cada actor armado en los territorios, con la idea de generar un ambiente para el diálogo permanente y tranquilo. Todos los actores anunciaron cese de actividades o treguas regionales para navidad.
El ELN se pronunció sobre una tregua navideña el 19 de diciembre ratificando su compromiso “con la búsqueda de una solución política del conflicto y así coincidimos con quienes están decididamente por una paz con cambios”.
Las Autodefensas de la Sierra que ratificaron su decisión de alto al fuego el 24 de diciembre, incluso grupos de disidencias hicieron llamados para detener la guerra que libran entre La Coordinadora Guerrillera del Pacífico Segunda Marquetalia y los grupos disidentes que lidera Iván Mordisco.
En una carta con fecha de 27 de diciembre del pasado año la Coordinadora ratifica su intención de parar el fuego y hace otro llamado de paz: “Por eso hacemos el llamado al señor Iván Mordisco a que paremos la guerra innecesaria y busquemos el camino de la reconciliación con justicia social, donde podamos llevar a un término las diferencias entre ambas organizaciones y dar por terminada esta guerra entre los revolucionarios”.
Por su parte, el ministro del Interior Alfonso Prada señaló que el Gobierno Nacional “valora muy positivamente la voluntad de paz urbana de los grupos que operan en Buenaventura, Quibdó, Barranquilla, Medellín y el área metropolitana, Tumaco, Cali y Tuluá con los cuales se han adelantado acuerdos básicos de respeto a la vida y se desarrollarán mecanismos para la transición hacia el Estado de Derecho”.
Camino al cese multilateral
Advierte el ejecutivo que la primera motivación del Gobierno nacional para jugársela toda por el diálogo es darle lo más rápido posible tranquilidad a las comunidades: “El cese bilateral es una respuesta principalmente a las comunidades y organizaciones sociales que piden la paz en el territorio”, señaló Prada. Es el primer paso para lograr un cese multilateral de fuego y terminar las disputas que se desarrollan en el territorio entre los grupos armados.
En departamentos como Arauca o en Buenaventura el fuego cruzado hace que la violencia se multiplique en comparación a otras épocas del conflicto en esos territorios. “El territorio observa con optimismo y esperanza los avances registrados en los diálogos Gobierno-ELN, pero también exige se concrete no solo el diálogo sino también el cese al fuego con otros actores armados disidentes del acuerdo de paz de La Habana y definir también la ruta de sometimiento con las AGC, que en Arauca también hacen presencia en límites con el Casanare”, indicó Lidia Afanador, dirigente social y defensora de derechos humanos.
Paz para el Pacífico
En Buenaventura se vive la cara más dura del conflicto con la guerra entre el ELN y el Clan del Golfo dejando desplazamiento, zozobra y violencia en los últimos días. Mientras se adelanta un proceso de paz, mediado por la iglesia católica entre Los Espartanos y Los Chotas, dos bandas del crimen en zona urbana del municipio. Desde el 18 de septiembre que se firmó la tregua urbana en Buenaventura no se registra muertes violentas.
El facilitador de paz del pacifico nariñense Benildo Estupiñán destaca las bondades del cese bilateral y la urgencia de extender el alto al fuego entre las organizaciones y actores armados en territorios como Tumaco. “El cese es positivo para traer la normalidad a las comunidades y sus actividades económicas, es devolver la confianza de las comunidades a las acciones de los gobiernos locales y nacional”.
Sin embargo, falta pactar el silencio de los fusiles en la guerra a varias bandas. “La paz tan anhelada y soñada por los territorios, el cese bilateral es un primer paso por el camino al cese multilateral y finalmente a la meta, la Paz Total al territorial viviendo en tranquilidad y armonía. Nuestra propuesta, así lo han entendido los actores armados, es precisamente que el cese no únicamente bilateral en el Pacífico sino a nivel de todo el territorio de Nariño, Cauca y Valle del Cauca de tal manera que eso permita una tranquilidad perdurable para las comunidades de los territorios”.
Verificación
El Gobierno nacional promulgó seis decretos reglamentarios para el cese bilateral especificando sus objetivos, la extensión en el tiempo, la posibilidad de ampliarlo y la creación del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación del cese al fuego, que contará con participación de representantes de los grupos armados, las organizaciones sociales y la iglesia católica.
Voceros oficiales le manifestaron a VOZ que si las partes en cada proceso consideran ampliar el mecanismo de verificación pueden sumar al Consejo Mundial de Iglesias y un componente internacional conformado por la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA y la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
El secretario general de las Naciones Unidas António Guterres en su más reciente informe sobre la implementación del Acuerdo de Paz, destacó positivamente los avances y las perspectivas en materia de implementación del acuerdo de paz y voluntad de alcanzar la paz del Gobierno Petro: “Transcurridos más de 100 días del nuevo Gobierno, varios acontecimientos descritos en el presente informe hablan de su determinación de avanzar hacia la consolidación de la paz en Colombia”.
El cese bilateral al fuego temporal y nacional es el primer paso para darle alivio a la violencia que padecen las comunidades en las regiones escenario de conflicto, y permitirá abrigar la esperanza de un no retorno a la guerra. “Despacio porque se va lejos” le dijo a VOZ un alto funcionario del Gobierno advirtiendo que el éxito del cese bilateral es el sostén de un cese total de acciones multilaterales que garantizaría el silencio de todos los fusiles. La paz reclama imaginación y decisiones audaces.
