martes, abril 16, 2024
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Catar 2022, un juego de contradicciones

Debido a las múltiples violaciones de los derechos humanos contra las mujeres y la población diversa, además de los abusos laborales durante la construcción de los estadios, aeropuertos y hoteles, la sede de este evento futbolero ha sido cuando menos polémica

Anna Margoliner

El origen del fútbol como lo conocemos se remonta al siglo XIX, popularizado principalmente por ciudadanos ingleses quienes, en el caso de Colombia, por ejemplo, se dice en la tradición popular que algunos marineros sacaron balones en las playas caribeñas y, así lentamente, se fue esparciendo por todo el país la fiebre de “la pecosa”. Por otro lado, la evidencia histórica muestra que algunos de los primeros equipos con perspectiva profesional en el territorio nacional surgieron en el Pacífico y en el centro del país.

El proceso de globalización del deporte además de las prácticas de eugenesia y mejora a partir del ejercicio físico, conllevó al crecimiento de las prácticas deportivas y su masificación, cuyo control se ejerce a través de la creación de federaciones deportivas dirigidas por potencias occidentales.

Este es el caso de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIFA, creada en París el 21 de mayo de 1904, como iniciativa de ocho países: Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Países Bajos, Suecia, Suiza y Alemania. Después de la primera participación en los Juegos Olímpicos en 1908, la FIFA decide crear un torneo a nivel mundial a celebrarse cada cuatro años cuya primera sede fue Uruguay en 1930 durante el período entre guerras.

Fútbol y política

La transición del escenario deportivo al político es imperceptible en muchos aspectos. Por ejemplo, el filósofo Francesco Screti menciona en su artículo titulado Fútbol, Guerra, Naciones y Política que: El deporte, pero especialmente el fútbol, que es el caso que nos interesa aquí, es un elemento fundamental en la expresión de una nación: permite a una nación existir en un contexto de competición entre naciones y sobre todo –en este sentido– permite la expresión de su identidad nacional y de su agresividad nacional y nacionalista; por ejemplo, permite desahogar sus tensiones internas y externas. Además, el deporte es un excelente modo de desviar la atención de los ciudadanos de problemas sociales y/o económicos de un país”.

La cancha, entonces, funciona como escenario de disputa deportiva, donde también se encuentran ideales nacionalistas. Esto se traduce incluso en la forma como las personas se identifican con un club local, donde existen estéticas propias de cada hinchada que permiten un afecto colectivo, muchas veces difícil de explicar.

Irrupción de las mujeres en los espacios deportivos

La exclusión de las mujeres en los espacios que han sido históricamente creados para ser habitados y consumidos por los hombres ha sido igualmente estructural. En ese sentido, en las primeras competencias deportivas la participación femenina fue negada. Sin embargo, ellas se fueron apropiando de los espacios deportivos, siendo incluso golpeadas o encarceladas en varias ocasiones tras disfrazarse de hombres para poder competir.

Este es el caso de Ana Carmona Ruiz, una mujer pionera jugando fútbol. Hacia mediados de la década de 1920 logró vincularse al Sporting de Málaga al disfrazarse de hombre para poder competir. Su destreza en la cancha pronto la llevó a jugar en el Vélez Club de Fútbol, sin embargo, a pesar de ser apoyada por sus compañeros de equipo, las denuncias de varias personas conservadoras conllevaron a que fuera varias veces arrestada y agredida físicamente.

Gracias a la presión de Alice Milliat, ante el Comité Olímpico Internacional después de prohibir explícitamente la participación de las mujeres en 1920, se abrieron espacios en estas competencias. Ella fue fundadora de la Federación de Sociedades Femeninas de Francia que sirvió como plataforma para la organización de los primeros juegos olímpicos femeninos en 1922.

Muestras en el mundial sobre derechos humanos

La sede seleccionada para la presente edición del mundial fue designada en el año 2010 después de concursar con otros países candidatos. En Catar, según la BBC, la población está compuesta por un 25% de mujeres, el 85% son trabajadores extranjeros y el 15% restante qataríes. El 99% viven en territorio urbano dadas las condiciones geográficas del país. Su gobierno es monarquía hereditaria, controla el 13% de las reservas mundiales de petróleo lo que le permite tener un PIB per cápita de 50 mil millones de dólares.

En cuanto a sus rasgos culturales, la religión predominante es el islam y por ello las características sociales se rigen por los principios del credo monoteísta: las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales, está prohibido consumir licor en espacios públicos y hay rudas leyes sobre el comportamiento público.

Debido a las múltiples violaciones de los derechos humanos que ocurren y que fueron cometidas durante la construcción de los estadios, aeropuertos y hoteles la organización de este evento deportivo ha sido cuando menos polémica. Human Rights Watch en conjunto con otras organizaciones no gubernamentales publicaron una carta apoyando a las víctimas de maltratos y abuso laboral, puesto que se tiene conocimiento de miles de trabajadores migrantes fallecidos en condiciones precarias:

“La FIFA debería reservar una cantidad no inferior a los US$440 millones en premios ofrecidos a los equipos participantes en el Mundial, para invertirlos en fondos de apoyo a la reparación. Esto representaría solo un pequeño porcentaje de los US$6.000 millones de ingresos previstos por la FIFA para el torneo y los US$1.600 millones que tiene en reservas.

“Esta cantidad refleja una ‘base’ probable para la escala de daños sufridos y la necesidad de invertir en programas para garantizar que los abusos no se repitan en el futuro. La cantidad final requerida para la reparación se determinará en función de la escala de la necesidad, los daños a reparar y las medidas a ofrecer, y deberá decidirse mediante un proceso participativo y sujeto a una evaluación independiente.

“El inicio de la primera Copa del Mundo que se celebra en Oriente Próximo debería ser un momento de alegría y orgullo para los amantes del fútbol de todo el mundo. Pero hasta que no se compense a todos los trabajadores y se reparen los daños, el torneo no podrá celebrarse de verdad”

Contradicciones

En medio de este escenario hostil para las mujeres se destaca un hecho histórico para el fútbol profesional. La francesa Stéphanie Frappart se convirtió en la primera mujer en arbitrar un partido en esta competencia. Su experiencia y carrera profesional le permitieron ser jueza central en el partido que disputaron Costa Rica y Alemania. Las críticas no se hicieron esperar en redes sociales y en algunos medios noticiosos que señalaron aspectos sobre la feminidad que perdía al ejercer y la problemática del control de sus emociones en la cancha.

También se han visto múltiples manifestaciones políticas en las tribunas. Entre estas está el masivo apoyo a las protestas que están ocurriendo en Irán a raíz del asesinato de Mahsa Amini. Una mujer maquillada con lágrimas de sangre mientras exhibía una camiseta de la selección iraní con el nombre de la víctima y la edad que tenía fue sacada por la policía del estadio.

Muchos hinchas tienen miedo de regresar a su país por miedo a ser asesinados por el régimen al apoyar el inconformismo social en las tribunas mediante el uso de elementos que permitirían que les distinguieran al entrar. Después de todo, el fútbol va más allá de la cancha.

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