El maestro Arlés Herrera está próximo a cumplir nueve décadas de existencia. Toda su vida se ha caracterizado por ser una persona creadora, activa, apasionada y permanente constructor de proyectos. El más reciente, el Festival de caricatura cuyo propósito es defender el agua
Andrés Olivos Lombana
Tal vez eran como las diez de la noche cuando timbró mi viejo teléfono fijo, pues detesto lo que ahora denominan “celular”. Me llamaron desde la dirección de nuestro semanario VOZ para asignarme una singular y grata tarea.
Durante más de un mes investigué exhaustivamente en las notarías y parroquias de Armenia, Cali y de Bogotá -por si acaso-, pero todo fue en vano, no logré encontrar ningún rastro del registro civil o de la eventual partida de bautismo. Para resarcir mi frustración y responder con algo ante la dirección del periódico, resolví escarbar en los recuerdos y vivencias, pues en varias ocasiones le he acompañado en sus díscolas aventuras en mi condición de fiel escudero.
Agitador, orador y otras subversiones
Tempranamente se le conoció como agitador, inclusive alguna vez perteneció a lo que se denominó como la “comisión de agipro”. Dicen algunos que ha querido ser locutor de radio y hasta cantante, lo que no resulta desatinado por su vigoroso timbre de voz.
Investigando en los archivos del periódico, encontré en la edición No. 530 del 5 de junio de 1969 de VOZ Proletaria un aviso que dice: “Los camaradas y amigos del PCC que toquen un instrumento musical, les solicitamos envíen, a la mayor brevedad, su nombre y dirección a la carrera 16 No. 16-61 con el fin de integrar un formidable conjunto musical popular en Bogotá. Comité Agi-pro”. El aviso está firmado por nuestro personaje en cuestión.
En su prontuario como subversivo son incontables los casos de colaboración abierta con la prensa del Partido Comunista Colombiano, sindicatos y organizaciones estudiantiles y campesinas.
Las evidencias de su trabajo como artista militante se encuentran en las caricaturas de denuncia política y de combate contra la oligarquía, el fascismo y el imperialismo; contra la contaminación y en defensa de la vida planetaria; murales e ilustraciones en homenaje a la resistencia del pueblo colombiano y latinoamericano; inclusive algunas de sus ilustraciones han sido utilizadas en las carátulas de discos LP y de carteles subversivos.
Como infatigable trabajador de la cultura ha mostrado una definida predilección por el rescate del legado de lucha de nuestros antepasados, la mitología indígena y el coraje de las mujeres de la resistencia en todos los tiempos.
Biblioteca encaletada, discoteca y tango
Para cumplir mi tarea decidí entrevistarle. Con tal propósito me dirigí con mi amada y fiel ‘Monareta’ hacia El Pola, el heroico y legendario barrio en el sur del centro de la capital.
Me abrió la puerta de su casa con su cálido y enérgico saludo de siempre: “¡Juventud! Aquí esperándole, sentado en mi angarilla y voleando brocha”. Subimos hasta el segundo nivel donde en una buhardilla se encuentra su acogedor taller: arrumes de papel de diferentes calidades, lienzos, frascos con tintas, pinceles y -apilados en un rincón- algunos bultos con café molido.
Además de esculpir bustos en bronce y dibujar caricaturas en plumilla con tinta negra, realiza sus obras en tamaño pliego y extra-pliego, con vivos colores, utilizando acuarelas y oleos. También en los últimos años pinta con café, empleando una técnica producto de su recursivo ingenio.
Mi mirada inquisitiva no logró encontrar su biblioteca, pues la conserva encaletada. Lo que sí he podido disfrutar es de casi un centenar de discos de su valiosa discoteca que generosamente me obsequió como aporte a mi investigación sobre las canciones y protestas en Latinoamérica. Los libros y la música revelan la impronta biográfica de todo personaje. En su discoteca se encuentra música colombiana, rusa, italiana, cubana, argentina, sin embargo, por sobre todas se destaca el tango, la milonga y otros parientes cercanos.
Cuando se le visita en su casa con el propósito de conversar sobre algún tema cultural, ecológico o relacionado con su obra, la mayor imprudencia es hablar sobre tango, pues de inmediato coloca en su inmenso televisor varios videos de tango, donde aparecen mujeres esculturales, quedando uno inevitablemente atrapado por su magistral y fascinante encantamiento.
Fiel a su militancia revolucionaria y anticapitalista pareciera incomodarse con aquello de los “negocios”, pues siempre resulta mal cobrador de su trabajo cuando se trata de encargos para los sectores revolucionarios y populares, pues siempre termina diciendo, “compañero: el arte es del pueblo”.
Sembrador de sueños y amante del planeta
Durante toda su vida, consecuente con sus años de juventud, se ha caracterizado por ser una persona inquieta, activa, apasionada por la vida y como permanente constructor de sueños y de proyectos. Con su pluma se ha ubicado siempre en las trincheras, participando en los combates por la vida, fortaleciendo la esperanza y la posibilidad de una patria y una humanidad más justa. Entre tanto apunta con sus pinceles contra los corruptos, los oligarcas, los gorilas fascistas y los paracos; contra las multinacionales que causan heridas al planeta, y que atentan contra la vida en todas sus manifestaciones.
En ese contexto a nuestro personaje se le ha visto preocupado y ocupado adelantando proyectos en defensa de la Amazonía, de nuestros recursos naturales y últimamente alrededor del agua.
Precisamente, con su liderazgo, actualmente está organizando una valiosa y significativa jornada política, ecológica y cultural denominada Por la ruta del cambio: Festival Internacional de Caricatura en defensa del Agua, que se realizará entre los meses de julio y octubre de este año en varias ciudades del país, en los departamentos de Quindío, Valle, Boyacá, Huila, Tolima y Cundinamarca, entre otros.
Dicha jornada tiene un carácter tanto internacional como regional; se espera sea un evento amplio, abierto y participativo en cada municipio, con la asistencia en especial de los jóvenes. En algunas partes el evento pretende tomarse las calles con desfiles artísticos, luciendo afiches con las caricaturas. Se harán proyecciones de dichas caricaturas en los muros de los barrios y también se llevará la exposición itinerante -donde sea posible- a los reclusorios de hombres y mujeres.
¡Caminatas con el periodista inédito!
En varias ocasiones he acompañado a nuestro personaje de marras en sus habituales y largas caminatas, pues poco gusta de viajar en vehículos y mucho menos en Transmilenio. Antes de salir, siempre llevo una mochila repleta de paciencia, pues ocurre que tiene un caminar bastante peculiar.
Al recorrer las calles de la ciudad suele con frecuencia detenerse, sin previo aviso, apuntando su mirada hacia los paisajes de pobreza y dolor urbanos. Conversa con indigentes y vendedores ambulantes, entrevista a los perros y acaricia los pocos árboles que aún permanecen de pie.
En los últimos años los lectores del semanario VOZ hemos sido testigos del periodista hasta entonces inédito. Tiene un estilo propio que combina una escritura divertida e interesante, adobándola con ficción y realidad, permitiéndole tratar temas de vital importancia como la contaminación de los ríos, el derecho a una vida digna y la necesidad de proteger a los animales, entre otros. De ello dan evidencias sus crónicas periodísticas sobre el río Cauca y su ingeniosa escritura sobre la máquina de escribir. Según me cuenta, actualmente pretende entrevistar al Salto de Tequendama y para ello está conversando con Bochica, el sabio Francisco José de Caldas y otros interlocutores de alto nivel.
Algunos dicen que José Arlés Herrera nació el 23 de junio, -asunto que finalmente no pude comprobar-; pero de todas formas estos días de junio resultan propicios para desearle el feliz cumpleaños… y algo más importante: agradecerle al camarada Calarcá por su apoyo y compañía militante con los combatientes de todos los tiempos que luchan por la utopía del humanismo planetario.