Desde Ipiales, la colectiva musical se toma las calles para resistir a la violencia y la exclusión. Con sus sonidos fortalece los lazos de solidaridad al interior del movimiento de mujeres
María del Mar Rosero Calderón
En 2020, el mundo colapsó a raíz de una pandemia que nos obligó a cambiar nuestra forma de vida. La cotidianidad se esfumó y nos tocó aprender a vivir diferente, a cumplir ciertas normas para mantener el bienestar.
En medio de una situación que nos afectaba por igual, sin distinguir nuestras condiciones, la brecha de la desigualdad seguía presente y se agudizaba. Las mujeres, los y las niñas, las diversidades, seguíamos viviendo una violencia que no frena ni siquiera en medio del caos mundial por un agravante de salud pública mortal. Triste y gravemente, los casos por violencias basadas en género se seguían presentando.
La emergencia de la iniciativa
Las mujeres del mundo no pudimos callar, cada día una menos. Seguían quitándonos a tantas hermanas que con ellas se llevaron el miedo, incluso, hasta de lo que estábamos enfrentando con la pandemia.
El 25 de noviembre de 2020, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Colectiva Feminista Batucada Sur-versiva salió por primera vez a las calles para conmemorar esta fecha histórica y a la vez hacer un ejercicio de memoria por todas nuestras compañeras violentadas, desaparecidas y asesinadas en medio de un sistema machista y patriarcal que, al contrario de protegernos, nos agrede y discrimina.
Con tambores y versos del sur, las mujeres de Ipiales nos juntamos para manifestar en nuestro territorio el rechazo a la violencia y la desigualdad, llenamos las calles centrales de un gran sonido. Ese día fue importante, creemos que logramos nuestro propósito de hacer un llamado a la conciencia y de algún modo nuestra voz retumbó, rompimos el silencio en un lugar por demás conservador y machista.
Nuevo proceso, altas ganancias
Decidimos continuar nuestro proceso para encaminar y fortalecer al movimiento feminista en Ipiales, que estaba escondido, pero que gracias al impulso generado por el sonido de unos tambores, empezó a surgir y con gran sorpresa nuestra apuesta social y cultural empezó a tener gran acogida.
En adelante, la colectiva feminista Batucada Sur-versiva ha ido creciendo cada vez en el recorrido de diferentes escenarios, nuestra lucha feminista ha logrado aportar en otros espacios sociales y con ello hemos logrado abrir un camino más amplio para la participación en el activismo.
Este 2023 vamos por el tercer año de estar frente a la lucha de las mujeres en nuestro municipio. Si bien es corto el tiempo, han sido muchas las ganancias, crecimos cuantitativa pero también cualitativamente, somos cada vez más y más fuertes, hemos logrado recorrer diferentes territorios, no solo en nuestra región visitando y acompañando iniciativas de nuestros municipios vecinos, sino también hemos fortalecido lazos más allá de las fronteras, generando procesos con nuestras hermanas ecuatorianas que enfrentar situaciones de violencia tanto como nosotras.
Con tambores al hombro
En ese mismo sentido, el contexto que viven las mujeres migrantes de Venezuela y el mundo, que están lejos de sus hogares y familias y que reposan en la frontera colombo-ecuatoriana en condiciones que las vuelve aún más vulnerables.
Como colectiva feminista nos sentimos fortalecidas y agradecidas, al haber logrado lo hasta hoy construido por nuestra convicción y compromiso, motivado en muchas ocasiones por el dolor de las pérdidas. Seguiremos recorriendo caminos con los tambores al hombro y al son de nuestros versos del sur, como aquella vez que llegamos a la capital de nuestra Colombia a celebrar el triunfo del cambio para tener esperanza y defender la lucha. Ahora más que nunca permanecer de la mano mujeres y hombres, de pie sobre la tierra como un árbol, resguardando el buen vivir.