Con una inversión a la fecha de más de 55 mil millones de pesos y un avance de no más del 60 por ciento, esta construcción se ha convertido en un caos vehicular para la ciudadanía y una incomodidad para la comunidad que habita los barrios aledaños a la obra
Redacción Caribe
En la localidad del suroccidente del distrito de Barranquilla, van poco más de 51 mes desde que el pasado 25 de abril de 2018 se dio inicio la construcción y ampliación de la vía circunvalar entre la carrera 38 y la carrera 12A, proyecto a cargo de la Agencia Distrital de Infraestructura, ADI.
Los avances de esta obra son reprochables y generan controversia frente a la cantidad de tiempo y dinero que se ha invertido en este proyecto. Con una inversión a la fecha de más 55 mil millones de pesos y un avance de no más del 60%, esta construcción se ha convertido en un caos vehicular para la ciudadanía barranquillera y una incomodidad para la comunidad de los barrios aledaños a la obra, donde a diario se ven afectados y se exponen a accidentes vehiculares, trancones, tránsito peatonal peligroso, entre otros factores de riesgos que han traído estos atrasos.
Avanza todo, menos la obra
A lo largo de estos cuatro años se han venido presentando quejas y reclamos a la ADI donde siempre se reciben las mismas repuestas por parte de Alberto Salah, gerente de la Agencia Distrital de Infraestructura. “En el camino se encontraron una serie de dificultades que generaron los atrasos”, se le escucha frecuentemente decir.
Avanzan los meses, pero no la obra. El plazo inicial para terminar la intervención fue el 31 de diciembre de 2018 obteniendo la primera prórroga para seis meses más tarde el 30 de junio de 2019. Desde entonces, cada semestre se extiende el aplazamiento de la fecha de vencimiento y entrega de la obra.
El pasado mes de julio se concedió la última prórroga para el 30 de junio de 2023, donde se espera que la ADI junto con el consorcio Avenida Circunvalar 2018 puedan cumplirle a la ciudadanía.
La influencia de los Char
Una de las razones por la cuales se suspendió la obra fue la pandemia del covid-19. Según comenta Alberto Salah: “El alcalde priorizó la vida de los barranquilleros”. Pero, ¿por qué no se suspendieron obras como la extensión de los dos kilómetros del malecón del río en ese mismo periodo de tiempo?, ¿será que la avenida circunvalar tiene menos importancia que el malecón del río?, ¿Cuáles son los argumentos que se dieron para continuar la obra del malecón del río y suspender la aplicación de la circunvalar?
Claramente hay intereses mucho más grandes que el progreso y bienestar de la sociedad barranquillera. La familia más poderosa de la ciudad y sus tentáculos han manipulado toda planeación y ejecución de las obras a su favor. Para nadie es un secreto que en la actual administración del alcalde Jaime Pumarejo no se mueve una piedra sin que esta familia no avale la decisión.
Los interrogantes en materia del interés particular de la presente administración de la alcaldía de Barranquilla son grandes y son cuestionamientos que la ciudadanía debe hacer.
Para Alejandro Char, quien promovió el presente proyecto dentro de su plan de desarrollo 2016-2019 Barranquilla capital de vida, mostraba la avenida interregional como una vía de cinco carriles con dirección sur norte y cinco carriles con dirección norte sur dentro del tramo establecido en los pliegos.
Este proyecto quedó plasmado con dicha presentación por el entonces alcalde de la ciudad, con dos carriles adicionales a los tres ya existentes de 3.5 metros cada uno en ambos sentidos de la avenida, agregado que se dispondría de carriles unidireccionales de ciclobandas de uso exclusivo, andenes de tres metros en promedio, alumbrado público con luz LED, se sembrarían más de 800 árboles y la construcción de tres puentes peatonales ubicados en las carreras 31, 27 y 12, pero a la fecha de esto solo se pueden apreciar los pilotes de los puentes peatonales ya desgastados y con deterioro visible.
Veeduría ciudadana
¿Alcanzará el alcalde Jaime Pumarejo a entregar la obra o será otra administración o el detrimento de nuestra infraestructura vial será recibido por una nueva administración en 2023?
Nuestra sociedad ya no soporta más incompetencia por parte de los administradores que solo endeudan la ciudad para promover obras civiles sin garantizar la viabilidad, la eficiencia, la eficacia y la transparencia de estos.
Los y las barranquilleras debemos levantar la voz y crear espacios de veeduría ciudadana que nos asegure que los impuestos que se pagan sean bien destinados, teniendo en cuenta las necesidades de nuestra sociedad y beneficiando a todas las clases sociales.