José Ramón Llanos H.
Según el diario L’Humanité la huelga en Francia de este marte 7 marcó un hito histórico: tres millones y medio de manifestantes y huelguistas paralizaron 100 ciudades del país. Paris fue tomada por ochocientos mil manifestantes, hubo más de 300 manifestaciones, paros, mítines y tomas del espacio público. Este paro superó en más del 20 por ciento al del 31 de enero. La Confederación General del Trabajo, CGT, confirmó: “Contrario a lo que pueda decir el Gobierno es un éxito: hoy éramos más numerosos que el 31 de enero el récord anterior”.
Los líderes sindicales habían lanzado la consigna: “Detener a Francia el martes”. No solo los trabajadores sindicalizados, sino la población francesa en general jóvenes, mujeres, ancianos paralizaron el país. En la industria metalúrgica entraron a la huelga hasta los subcontratados que por temor a perder el trabajo generalmente no participan en las huelgas. Catherine Perret secretaria Confederal de la Confederación General de Trabajadores afirmó: “Paralizar Francia pasa por una huelga, por afectar la producción económica”.
Por esa razón durante una rueda de prensa en la sede de la Federación Obrera las centrales se pusieron de acuerdo para impulsar un séptimo paro interprofesional el sábado 11 de marzo, se propuso también que la intersindical convoca otro paro para el día en que la Comisión Mixta entre Diputados y Senadores discutan el proyecto de ley. Se propuso también de los sindicatos van a escribirle una carta al presidente Emmanuel Macron. Catherine Perret exclamó “Vamos a escribirle al presidente nuestras propuestas para ayudarle a retirar su reforma antes de que el país arda y se derrame sangre”. Otros lideres opinaron que “la renuencia del presidente a retirar el proyecto de ley que aumenta la edad de retiro a 64 años esta incrementando la resistencia popular y llegará un momento que nadie podría controlar más la ira social”
Le Monde el día 7 del presente mes tituló: “En toda Francia la movilización contra la reforma de las pensiones no decae”, en el desarrollo de la noticia afirma “Una movilización histórica, el martes 7 de marzo, durante manifestaciones que reunieron a más de un millón doscientas ochenta mil personas según cálculos del Ministerio del Interior. El periódico recoge también la convocatoria a nuevas manifestaciones el sábado 11 de marzo contra la reforma pensional. Los sindicatos también exigieron un dialogo urgente con Emmanuel Macron.
El periódico destaca que según los trabajadores se movilizaron tres millones quinientos mil franceses en 100 ciudades. El mismo rotativo anota que en el desarrollo de las manifestaciones hubo bloqueos de refinerías, disturbios en colegios y en las calles se palpaba como la situación social se ha agravado.
Según el Ministerios de Educación, el 36 por ciento de los docentes están en huelga en primaria y el 31 por ciento en secundaria. En cambio, el sindicato de maestros calcula que más del 60 porciento de los docentes de primaria están en huelga. Estas movilizaciones aumentaran masivamente el Dia Internacional de los Derechos de la Mujer.
La intersindical según Le Monde declaró: “El silencio del presidente es un grave problema democrático; la intersindical pide ser recibida urgentemente y llama a continuar y ampliar el movimiento”. La misma organización convoca una segunda jornada de movilizaciones y paro para el día en que se reúna la Comisión Paritaria, el 15 de marzo.
Mélenchon pide al gobierno referendo sobre reforma de las pensiones
Durante la huelga convocada por los sindicalistas franceses contra la reforma pensional que eleva de 62 a 64 años la edad de retiro, Jean Luc Mélenchon marchó con los manifestantes en Marsella. En declaraciones a la prensa afirmó que únicamente “un referéndum o la disolución de la Asamblea Nacional podría evitar el bloqueo del país”. Mélenchon reflexiono “entre la voluntad del presidente Emmanuel Macron por un lado y por otro la voluntad del pueblo, ¿Quién debe tener la última palabra? Evidentemente el pueblo”.
Según Prensa Latina Mélenchon comentó que la reforma es una “especie de capricho del Príncipe” y agregó “Una forma inútil, injusta y cruel de gobernar. Ha llegado el momento de que tome la iniciativa la fuerza democrática que corresponde a esta situación de bloqueo”.