Con una participación del 80 de la población, Ecuador eligió las autoridades locales hasta el 2027. Gran victoria de la colectividad del expresidente Rafael Correa, con ocho Prefecturas, así como el triunfo en las alcaldías de Quito y Guayaquil. El plebiscito de Lasso fue derrotado
José del Río
El significado para la izquierda ecuatoriana de los resultados electorales del día 5 de febrero, lo expresa el periódico La Hora en su primera página: “Correísmo y Conaie acorralan al Gobierno”. En el desarrollo de la noticia expresan que la Revolución Ciudadana gana en siete de las provincias, mientras Pachakutik gana en seis territorios.
Los candidatos a la alcaldía y la Prefectura de Guayaquil del partido de Rafael Correa, Aquiles Álvarez y Marcela Aguiñaga ganaron. Sobre las 4:15 de la tarde del día 5 de febrero ya habían iniciado una caravana con miles de simpatizantes del partido Revolución Ciudadana.
En las primeras declaraciones de la Prefecta electa Marcela Aguiñaga, expresó: “No quiero hablar mal de nadie, pero Guayaquil necesita una oxigenación y la provincia también. No vamos a poder descansar ni un solo día porque tenemos que trabajar urgentemente para ustedes, para recuperar la paz y el trabajo, rescatar a nuestros jóvenes, la agenda social, deportiva. La agenda de todos comenzó este 5 de febrero”.
El desastre del Partido Social Cristiano
Después de 31 años, el Partido Social Cristiano fue abatido políticamente en Guayaquil. La colectividad de la Revolución Ciudadana ganó en 10 de los 25 cantones. El correista Aquiles Álvarez ganó la Alcaldía de la ciudad sepultando la hegemonía de 30 años de los socialcristianos.
Álvarez, del movimiento Revolución Ciudadana, es el alcalde de Guayaquil al conquistar el 39,74 de los votos, en cambio, Cynthia Viteri logró solo 30,31% de los sufragios.
En la prefectura de Guayas, el correísmo se impuso sobre la socialcristiana Susana Gonzales. Marcela Aguiñaga fue elegida a la prefectura con el 34,42% de los votos. Su rival solo obtuvo el 25, 53%.
Lasso y la Revolución Ciudadana
El presidente Guillermo Lasso comentó: “me dijeron que Rafael Correa quiere hablar con usted… Y hablé con Correa. Lo hice porque a mí me interesa el Ecuador, pero en esa conversación telefónica me di cuenta que a Correa no le interesa el Ecuador. Sólo le interesa su libertad, su impunidad”.
El hecho real es que el presidente Lasso fue estruendosamente derrotado, el pueblo rechazó las ocho preguntas del referendo, Este resultado le pone su gobernabilidad en manos de un acuerdo con el correísmo y Pachacutik, por tanto esas declaraciones constituyen una gran torpeza política.
Para que el lector del semanario VOZ tenga una visión de lo que significa la política de la Revolución Ciudadana hacemos partícipe la valoración que hace el periódico La Hora: “El correísmo acaba de alzarse con una victoria electoral de insospechada magnitud. Además de conquistar espacios de poder en todo el país, privó a otras fuerzas políticas de sus principales plazas. Los adversarios del correísmo tienen mucho que aprender. Es el único partido con cuadros formados a lo largo de más de una década. En medio de toda la convulsión, mantiene una línea de mando. Su mensaje es claro y conciso, así como su espíritu combativo su entusiasta nostalgia y su nacionalismo sentimental. Mantiene un trabajo silencioso y persistente a nivel nacional y da frutos que los estudios de opinión y los centros políticos no perciben a tiempo, es absolutamente calculador y estratégico con sus aliados: ellos ilusos pero útiles. El correísmo tiene el objetivo declarado de volver a la presidencia y convocar a una Asamblea Constituyente para revertir el proceso que arrancó en el 2017”.
Las elecciones más violentas de la historia
Nunca antes en la historia del Ecuador hubo unas elecciones tan violentas. A lo largo del período electoral se produjeron 15 atentados contra los candidatos de los diferentes partidos. En total fueron asesinados tres candidatos, el último fue Omar Menéndez, quien resultara electo alcalde de Puerto López, Provincia de Manabí, militante del Partido Revolución Ciudadana.