Fabian Ricardo Briceño Santiz (*)
Desde la primera mitad del siglo XIX y durante todo el siglo XX, miles de campesinos han estado ante la expectativa de la materialización de la una reforma agraria, que fomente la producción, el arraigo territorial y la soberanía alimentaria. No obstante, a pesar de miles de escenarios de movilización y de lucha social en las diferentes regiones del país, los diferentes gobiernos de turno han buscado dilatar la posibilidad de generar un proceso de transformación y modernización de las relaciones sociales dentro del mundo rural y agrario.
A pesar del duro trasegar, con el Gobierno del Pacto Histórico se marca la posibilidad en construir procesos de reforma y en avances significativos en términos de la democratización de la tenencia de la tierra, fomento de la producción para la seguridad y la soberanía alimentaria y el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos.
Una de las principales apuestas contemplado dentro de la Ley 135 de 1961 y ratificado dentro de la Ley 160 de 1994, es la importancia de la materialización de los Comités de Reforma Agraria, escenarios claves para la participación popular de las organizaciones campesinas, rurales y agrarias, a pesar de que, de manera reiterada, los diferentes gobiernos omitieron y boicotearon estos espacios.
Con la implementación de los acuerdos y el Decreto-Ley 902, constituyeron un espacio de participación denominados los Semilleros de la Tierra y el Territorio, en contravía de los escenarios de participación mencionados anteriormente. La principal dificultad de este escenario fue la generación de un escenario de reunión, pero que no contaba con las posibilidades efectivas para la participación y el control social. Además, que negaba la existencia de escenarios claves dentro de los municipios, como los espacios existentes previamente (Escenarios campesinos y Consejos de Desarrollo Rural).
Desde 2017 con la resolución 740 hasta 2019 se constituyeron más de 30 escenarios de participación, que brindaron escenarios de capacitación, pero nulas posibilidades de participación efectiva en dichos municipios del país. En el gobierno de Iván Duque con la resolución 12096 se suprime y cambia esta figura, que va a ser denominada “Gestores Comunitarios” un escenario de “participación” con un carácter más instrumental y determinado por los intereses institucionales y gubernamentales.
Dentro de estas instancias no existió la posibilidad efectiva de garantizar una adecuada participación ciudadana, en términos de un proceso activo, que permita la adecuada comunicación entre las comunidades y las autoridades. Así mismo, como materializar el control ciudadano a los lineamientos, resultados y efectos de la implementación de las políticas públicas.
En este marco, es clave lo mencionado dentro del del Plan Nacional de Desarrollo en materializar el “Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Colombiano”, contando con la posibilidad de construir escenarios a nivel departamental, regional y municipal, espacios de participación con las plenas garantías, con la finalidad de garantizar la participación de las comunidades, la retroalimentación y concreción de las políticas públicas rurales en términos de una adecuada democratización en vía de lo planteado por la Cumbre Nacional Campesina y los Diálogos Territoriales.
(*) Sociólogo y Especialista en Políticas Públicas para la Igualdad CLACSO.
