Evitemos hechos luctuosos como el ocurrido en la Modelo de Barranquilla
La Fundación Lazos de Dignidad, organización no gubernamental defensora de derechos humanos, reconocida por las autoridades penitenciarias en nuestro país como veedora del tratamiento a los ciudadanos en situación de reclusión y en especial de los prisioneros políticos en Colombia, en esta oportunidad informa a la comunidad nacional e internacional la denuncia por la grave crisis humanitaria y la conculcación sistemática de los derechos humanos que vienen padeciendo los prisioneros en el Establecimiento de Reclusión de Orden Nacional (ERON) Picota de Bogotá DC, así mismo como la grave crisis que se presenta en la prisión de Girón (Santander), en la cárcel Modelo de Barranquilla y, en general, en los centros penitenciarios en nuestro país.
Apoyamos y coadyuvamos en su integridad las denuncias públicas realizadas por los prisioneros en el ERON Picota, la Corporación Solidaridad Jurídica, el comunicado conjunto de los prisioneros de la cárcel nacional Modelo y Picota Bogotá, así como las contantes denuncias realizadas por el Equipo Jurídico Pueblos.
Resaltamos que en este contexto de crisis carcelaria y penitenciaria se hace necesario retomar la petición del Movimiento Nacional Carcelario consistente en la instalación de una mesa nacional de concertación en la que participen voceros de la población reclusa, autoridades judiciales, administrativas, legislativas, ministerio público y organizaciones de la sociedad civil, bajo el acompañamiento de organizaciones internacionales, a fin de solucionar de fondo las problemáticas que afectan a la población reclusa.
Exhortamos sin perjuicio de lo anterior a que las autoridades penitenciarias y carcelarias cesen inmediatamente las agresiones contra los prisioneros del ERON Picota y respeten los derechos y garantías fundamentales de los ciudadanos puestos a su custodia por la sociedad.
Hacemos el llamado a la sociedad colombiana en general a no permanecer impávida frente a la situación carcelaria y penitenciaria en nuestro país y a reflexionar en la responsabilidad que tenemos para con nuestros compatriotas en reclusión, quienes son merecedores de un trato respetuoso a la dignidad humana y los derechos humanos.
Bogotá DC, 21 de febrero de 2014
