Los familiares de las víctimas de este crimen, por medio de sus voces, actos culturales, murales, pancartas y fotos representativas de sus seres queridos, insisten en que la búsqueda continúa y no se detendrán hasta ser escuchados
Daniela Delgado
La desaparición forzada ha sido una estrategia utilizada por los actores del conflicto armado para infundir terror a las personas, causar zozobra y perjuicio moral en aquellos que forman parte del círculo social y familiar de las víctimas. Ellas, han adquirido la conciencia que les permite tomar la iniciativa social de tomar conciencia y liderazgo en la búsqueda de los desaparecidos y exigir a los mandatarios la verdad sobre lo acontecido.
Aunque es un trabajo diario, día a día, año tras año, destacamos que el 30 de agosto pasado se conmemoró el Dia Internacional de las Victimas de Desaparición forzada. Amigos y familiares de víctimas de desaparecidos, recuerdan y reclaman la verdad sobre el lugar donde se encuentran sus seres queridos. Personas y organizaciones que han dedicado su labor a la búsqueda de sus familiares, mediante actos simbólicos y restaurativos hacen un llamado a la sociedad y al Estado por la verdad y justicia del paradero de los desaparecidos.
Morir sin encontrar
En muchas situaciones los familiares mueren o pierden las esperanzas por no haber encontrado a sus seres queridos, por ello, la búsqueda de los desaparecidos se ha transmitido a las nuevas generaciones y a organizaciones de derechos humanos, quienes han tomado la vocería y han encaminado su labor en un enfoque político-social y humano para encontrar a estas personas que en algún momento fueron arrebatadas en el contexto del conflicto armado.
Por ejemplo, Enrique Chimonja, buscador de personas desaparecidas, integrante de la asociación Conpazcol y de la zona de biodiversidad La Esperanza, en el sur del departamento del Huila, ha dedicado su vida a la búsqueda de su padre, el señor Tulio Enrique Chimonja desaparecido en el municipio de Palestina el 3 de septiembre del año 1983 y la de otras tantas familias que sufren la desaparición de sus seres queridos. La cifra estadística de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas asciende a más de 100.000 historias inconclusas, que han impulsado a la búsqueda de la verdad y justicia.
Toda la vida buscando
Enrique Chimonja nos relata su experiencia desde la búsqueda de desaparecidos.
¿Cuál es el panorama actual en cuanto a la búsqueda de desaparecidos en Palestina Huila?
El proceso de esclarecimiento de la verdad autónomo en el municipio de Palestina ha permitido avanzar en el reconocimiento de un universo de víctimas que alcanza medio centenar en un territorio que apenas llegaba a ochomil personas durante los años del conflicto armado. Lo que nos ubica en una de las zonas más impactadas por este hecho victimizante. El acuerdo de 2016 y el sistema integral de paz permitió concretar un acto de reconocimiento público por parte de las Farc-Ep en algunos de los casos de desaparición forzada y esto ha significado el fortalecimiento colectivo y público de la búsqueda, así como de procesos simbólicos de memoria y restauración de familiares buscadores. Sin embargo, el avance efectivo de búsqueda, identificación y recuperación de cuerpos o de personas vivas ha sido infructuoso por parte de la institucionalidad, generando incertidumbre y cierta desesperanza en las familias buscadoras. A 8 años de la firma del acuerdo y de la creación de la Unidad de Búsqueda no ha sido encontrada ninguna persona desaparecida en este territorio.
¿Qué aspectos relevantes se puede reconocer en este proceso de búsqueda?
Se han identificado algunos posibles lugares para hacer prospección e identificación de cuerpos, sin haberse materializado una exhumación. Además, con familiares buscadores se avanzó en la toma de muestras de ADN para los cotejos genéticos de identificación y quizás lo más relevante que se puede mencionar son los actos de conmemoración y ejercicios de memoria de las victimas como acto concreto de dignificación de sus proyectos de vida.
¿De qué forma la sociedad y las nuevas generaciones aportarían al proceso de búsqueda?
Lo principal y más efectivo para disminuir la cifra de personas desaparecidas seria reconocer la tragedia que significa padecer este hecho victimizante y sumarse a una búsqueda colectiva y territorial, participando solidariamente de la construcción de entornos comunitarios protectores.
¿Cuáles son las afectaciones a raíz de una de una desaparición forzada?
La desaparición de una persona genera una vulneración integral de todos sus derechos humanos así como de sus familiares buscadores en una revictimización que se perpetua en el tiempo hasta no encontrar los restos de la persona. Generando un daño a su entorno familiar, comunitario y un limbo jurídico al no poder afirmar ni que esté vivo ni que esté muerto.
Los espacios de memoria y aquellos que han destinado su labor a esta búsqueda, representan la fuerza, lucha, esperanza y la vida que se despareció y renació en los familiares de los desaparecidos y seres queridos que han encontrado diversas maneras de no olvidar, exigiendo justicia y reparación. Estos procesos de memoria mantienen latentes los relatos, impiden que estas historias queden inconclusas e impunes, puesto que implica generar relaciones de fortaleza, confianza y consolidar registros de memoria que reparan simbólicamente de manera directa o indirecta a los familiares de las víctimas.