Los dirigentes payaneses del movimiento ‘Lxs sin techo’ y de la Juventud Comunista Colombiana siguen privados de la libertad. Sus delitos son defender los derechos de las poblaciones que exigen vivienda digna. El fiscal Barbosa sigue estigmatizando y persiguiendo a la juventud del país
Redacción Juvenil
El pasado 17 de junio se cumplió un año de la captura de Bremmen Hinestroza y Andrés Duque, dos líderes luchadores populares, miembros del movimiento ‘Lxs Sin Techo’ en el departamento del Cauca y dirigentes la Juventud Comunista Colombiana.
Los dos jóvenes son víctimas de la persecución y estigmatización de un Estado que condena a los procesos sociales y a las luchas juveniles que abanderan la defensa de los derechos humanos. En el país es un delito exigir condiciones para gozar de una vida y vivienda digna como lo emana la Constitución de 1991. Además, perfilan a la juventud por pensar diferente y levantar las banderas de la dignidad. Las frías rejas de la criminalización son la consecuencia de esta política.
Andrés y Bremmen fueron judializados por los delitos de avasallamiento de bien inmueble, violencia contra servidor público y empleo o lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos. Frente a esto se configuran muchas dudas e inquietudes ya que la Corte Constitucional manifiestó que el delito de avasallamiento no existe en Colombia, entonces inmediatamente la Fiscalía General de la Nación, reformuló el caso y presentó otra serie de delitos con el objeto de seguir privándolos de la libertad.
Voceros de paz
¿Cuál es el interés que tiene la justicia en mantener este caso? Es más que claro que la estrategia se ha basado en tratar de negar el papel de Andrés y Bremmen como líderes sociales con representación legitima en las comunidades. En lo que lleva el injusto encarcelamiento, la Fiscalía entorpece el proceso con una serie de aplazamientos, creando un camino de mucho dolor para los compañeros judicializados.
Andrés Mais, precandidato por el Partido Comunista a la alcaldía de Popayán, dice que él se siente preso con Andrés y Bremmen: “Ha sido un año muy difícil, tallado una cicatriz que se labra en sus jóvenes almas. Sin embargo, nos han demostrado la fuerza de sus corazones, sus almas insurrectas se han levantado. Son un ejemplo para la juventud, son dignos de ser miembros de la gloriosa Juventud Comunista”.
Recordemos, que en medio de esta odisea, surge una esperanza para lograr la llave de la libertad. Mediante el decreto emitido en diciembre del 2022 el presidente Gustavo Petro designó como voceros de paz a Bremen Hinestroza y Andrés Duque, pero ante esto un juez de garantizas de Popayán, manifestó que los jóvenes no cuentan con las condiciones, bajo el argumento de que no fueron detenidos en el marco de estallido social, si no en presuntas invasiones de tierra. Hasta la fecha, a pesar de los esfuerzos del gobierno por promover su libertad, aún siguen recluidos.
¿Quiénes son?
“Andrés Duque es un camarada, un luchador popular, es un joven crecido en las barriadas empobrecidas del sur de Popayán y comparte los sueños de justicia social con Bremen Hinestroza, también nacido en estas barriadas donde la miseria se encuentra en cada esquina”, expresa Andrés Mais.
Hay que mencionar y adentrarnos en la esencia que construyó su entereza. Cuando los familiares, compañeros y camaradas que han estado de pie y juntos en esta lucha, se dirigen a ellos resaltan la humanidad que hay en cada uno, mostrando profunda admiración.
Dos jóvenes que transitan por trochas comunes, pero ambos tienen historias divergentes. Andrés Duque un líder inagotable viene de una cuna matriarca, obrera; mientras que Bremen un joven tocado por la sensibilidad del arte, proviene de una cuna huérfana. A pesar de ser tan jóvenes, son luchadores por los derechos de su pueblo.
Junto a su generación, junto a sus camaradas y compañeros desde su activismo, han marcado una huella histórica en la memoria de Popayán, han sembrado semillas en esas grietas del olvido, donde hemos crecido y donde nacemos quienes estamos desde esta orilla.
‘Lxs sin techo’
El movimiento ‘Lxs sin techo’ está integrado y coordinado por las organizaciones populares y comunales de Popayán. Nació en 2019 a raíz de esa crisis por la vivienda que se agudiza, debido al desplazamiento que se da en el interior del departamento. A esto se le suma los incumplimientos al Acuerdo de Paz en el Cauca, un elemento que agudiza la crisis ya que al reorganizarse los reductos de Farc-EP, el conflicto persiste y proporcionalmente se incrementa el desplazamiento.
Popayán es el epicentro de la llegada de esta población despojada. Es aquí donde las organizaciones populares se reagrupan en la lucha por la vivienda digna, al que se le suma la incidencia por parte de los diferentes líderes estudiantiles de la Universidad del Cauca, quienes después de las movilizaciones del 2018, llegan a aportar en el propósito. Entre ellos se encuentran Andrés Duque y Bremen Hinestroza.
Conformando diferentes asentamientos para aquellas familias desposeídas en el norte de Popayán, cuando comienza la crisis del Covid-19 se funda el eco barrio Sinaí como un asentamiento inicialmente, pero proyectado por las organizaciones populares, que más allá de una invasión, se convierte en la primera experiencia en transición a barrio de ‘Lxs sin techo’.
Sobre lo anterior, Jesús dirigente de la organización expresa que, “no solo es la lucha por un techo, sino el cumplimiento de esos derechos fundamentales que garantizan un ambiente sano, es hablar del derecho a la salud, a una soberanía alimentaria, trato digno, igualdad de género y los derechos de las mujeres. Mínimos de una vida digna para esta población desprotegida”.
El movimiento también se organizó alrededor del paro nacional en 2021, donde se movilizaron junto a esa plataforma barrial de jóvenes y madres que se sumaron al estallido social.
El debate de brindar y crear un techo digno para la gente continúo ante la inminente crisis de vivienda. Si bien la experiencia del eco barrio Sinaí es significativa, ‘Lxs sin techo’ siguieron con los procesos de ocupación y liberación de tierra en lugares públicos y privados.
Estas acciones de recuperación surgen unos meses después del estallido social, dándose un campamento humanitario en el lote Río Blanco, como exigencia al derecho por una vivienda digna y la reactivación de una mesa de negociación con la alcaldía en 2020, la cual fue incumplida.
Al respecto, las familias presentaron el proceso de convocatoria a la administración, pero la respuesta fue enviar al Esmad, produciendo violencia y desalojo forzado durante los seis meses que duró ese campamento, ya que se disuelvió debido a la represión. A raíz de esta situación, la población desplazada y re victimizada del lote Río Blanco se reubicó en otros espacios, incluso el Sinaí acogió parte de esta población.
Los verdaderos delitos
Desde este punto inicia el proceso de persecución y criminalización por parte de la Fiscalía. En junio de 2022 se producen las capturas de cuatro miembros, de ‘Lxs sin techo’, dos de ellos son Andrés y Bremen, persecución que se dió en base a la ley se seguridad ciudadana en cabeza del fiscal Francisco Barbosa.
También recalcamos que el movimiento de ‘Lxs sin techo’, le han apostado a la propuesta de cambio y transformación desde las bases, con el trabajo y la incidencia que tienen en la construcción del Pacto Histórico en Popayán, donde han sido una plataforma y fortín determinante en el contexto electoral.
Hoy la Fiscalía General de la Nación está privando de la libertad a dos dirigentes, cuyos delitos han sido velar por los derechos de aquellos marginados y olvidados. Andrés y Bremmen empuñan dignamente la bandera de la justicia social. Por eso decimos: ¡Libertad, libertad, a los presos por luchar!
