La mayor preocupación para el Pentágono es que la información divulgada pueda proporcionar nuevas pistas a los militares rusos para causar daños en la contraofensiva ucraniana
Ricardo Arenales
Corriendo bases se encuentran los servicios de inteligencia militar del Pentágono y la diplomacia estadounidense para arreglar las relaciones con varios países habitualmente cercanos a sus intereses, que fueron objeto de espionaje por las agencias gringas, según lo revelaron documentos etiquetados como “ultrasecretos”, que sin embargo fueron filtrados en las últimas semanas, y divulgados a través de redes sociales como Twitter, Telegram, YouTube y en plataformas populares.
Fotocopias de más de cien documentos, con información privilegiada sobre los planes de Estados Unidos y la OTAN en torno a la guerra en Ucrania, fueron apareciendo en las redes sociales, primero mostrando unas pocas páginas y después en forma masiva.
La mayor preocupación para el Pentágono es que la información divulgada pueda proporcionar nuevas y diversas pistas clave a los militares rusos, sin contar el daño real que los datos revelados causará a la contraofensiva ucraniana, prevista para comienzos de la primavera en Europa.
Contraofensiva en veremos
La evaluación de inteligencia norteamericana destaca que la falta de tropas, municiones y equipos de combate entre las fuerzas ucranianas podría significar que Kiev “no logre” su ambicioso objetivo de recuperar el terreno perdido pese a la ‘contraofensiva’.
Los documentos filtrados revelaron las “debilidades críticas” y “deficiencias considerables” de las tropas ucranianas que fueron detectadas por funcionarios estadounidenses, y esos problemas probablemente “dificulten el progreso de la contraofensiva y aumenten las bajas”, dice un artículo de The Washington Post, citado por la agencia Rusia Today, RT.
“EE.UU. y sus aliados han enviado a Ucrania decenas de miles de millones de dólares en armas y equipamiento militar; sin embargo, la evaluación de inteligencia expone lo que muchos comandantes y tropas ya saben: la difícil lucha contra Rusia ha agotado a los efectivos y equipos de Ucrania, prolongando el conflicto”, asegura el rotativo.
Involucramiento norteamericano
El portal RT, asegura por su parte: “La perspectiva de realizar gigantescas inversiones en un estancamiento militar con ganancias graduales podría debilitar la determinación de los partidarios de Kiev en Europa y EE.UU., lo que posiblemente agudizaría los llamados a que el conflicto se resuelva a través de negociaciones. Pero tal escenario podría ser arriesgado para el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, dada su ‘aguda hostilidad’ hacia el Kremlin y su promesa de lograr una victoria total sobre Rusia”.
Al lado de la reseña de la destrucción del ejército ucraniano, en más de un año de confrontación, los documentos revelan un mayor involucramiento de Estados Unidos y la OTAN en el conflicto. Hay analistas que aseguran en este sentido que, primero, el ejército ucraniano ya no existe, lo que queda es un cascarón y, segundo, que quien libra la guerra contra Rusia en estos momentos son tropas de la OTAN y de Estados Unidos.
Por otro lado, la Casa Blanca y el Departamento de Estado hacen esfuerzos supremos por arrastrar al resto del mundo a la guerra: presionan a los países del viejo continente europeo para que incrementen sus presupuestos de guerra, envíen armas y municiones al régimen de Zelenski, y se sumen a las sanciones contra Rusia. Si no lo hacen, amenazan con represalias.
Ni la ONU escapa
En este contexto se ha venido a saber que los organismos de inteligencia espiraron a los gobiernos de Israel y Corea del Sur. En el caso de Israel, la inteligencia militar estadounidense estimuló y lideró las recientes protestas contra la reforma judicial en Israel. Estados Unidos alentó a agentes del Mossad y a ciudadanos israelíes a “condenar” al gobierno de Benjamín Netanyahu.
Un episodio insólito y además descarado, si se tiene en cuenta que ofende los cimientos del derecho internacional, es que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas António Guterres, no escapó al espionaje norteamericano. Del funcionario se insinúa que estaría al servicio de los intereses de Rusia.
Los documentos revelados describen conversaciones entre el jefe de la ONU y su adjunto e indican que Guterres estaba dispuesto a respaldar un acuerdo de julio del año pasado para desbloquear la exportación de granos de Ucrania a través del Mar Negro para evitar una crisis alimentaria global, aunque ello implicara satisfacer los intereses rusos, ¡ese fue su crimen!
Frustración en Kiev
Ni el mismo Zelenski, considerado la niña de los ojos de la administración norteamericana en la guerra contra Rusia, escapó al espionaje de los servicios de inteligencia del Pentágono. Una fuente del alto gobierno en Kiev, dijo al respecto, que la noticia no lo sorprende, aunque las autoridades de ese país están “profundamente frustradas” por la filtración.
La cadena CNN —citada por Cubadebate—, que también hizo una revisión de los documentos indicó que, a finales de febrero, Zelenski “sugirió atacar lugares de despliegue rusos en la provincia de Rostov con el uso de drones, dado que Kiev no dispone de armamento de largo alcance. CNN señala que este tipo de datos de inteligencia explican la renuencia de Washington a suministrar armas de mayor alcance a Ucrania por el temor de que las use para alcanzar objetivos en territorio ruso”.
Alta vulnerabilidad
A finales de la semana pasada, Globovisión suministró la información de que un principal sospechoso de filtrar la información referida fue Jack Teixeira, de 21 años de edad, especialista en sistemas de transporte cibernético de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Teixeira era miembro del Ala de Inteligencia de la Guardia Nacional Aérea y como especialista en sistemas de transporte cibernético su tarea principal era asegurarse de que la “vasta red global de comunicaciones” del servicio, funcione correctamente.
Del número de documentos filtrados y de sus consecuencias, comienzan a sacarse algunas conclusiones. Una de ellas apunta a la alta vulnerabilidad de la inteligencia militar norteamericana que, ya en varias ocasiones anteriores ha sido objeto de filtraciones semejantes. Esto significa que, sin mayor dificultad puede ser penetrada por sus contrapartes rusa o china.
Otras conclusiones se refieren a la inexistencia de un ejército real en Ucrania, desgastado en un año largo de conflicto y, en contraste, que la guerra la libran ahora mercenarios norteamericanos y de la OTAN. Los documentos revelados esta vez, a diferencia de casos anteriores, como el de WikiLeaks, no son de varios años atrás, sino de apenas unas semanas, es decir, completamente frescos, lo que multiplica el daño en la estrategia inmediata de guerra de Estados Unidos, la OTAN y Ucrania, en favor de la iniciativa rusa.
