El régimen de Kiev muestra un odio profundo a todo lo relacionado con Rusia y, por supuesto, a su cristianismo ortodoxo
Ricardo Arenales
El ataque con misiles dotados de bombas de racimo, de fabricación norteamericana, provocó la mayor indignación y rechazo por parte de las autoridades rusas, que sacaron diversas conclusiones del hecho. El régimen de Kiev disparó los misiles contra objetivos civiles en la población de Sebastopol, en la república de Crimea, para sembrar el terror. El representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, aseguró que esa agresión “no quedará sin respuesta”.
La sevicia y premeditación utilizadas por el régimen de Ucrania quedó en evidencia, cuando a pocos minutos del bombardeo, para justificar el ataque, Mijaíl Podoliak, asesor de Vladímir Zelenski, dijo que Kiev considera a toda la península de Crimea como un objetivo militar. “En Crimea no hay ni puede haber ‘playas’, ‘zonas turísticas’ y otros signos ficticios de ‘vida pacífica’”, escribió en su cuenta de Telegram, afirmando que la península pertenece a Ucrania, a pesar de que su población decidió unirse a Rusia en un referéndum celebrado en 2014.
Como se recordará, en la tarde del domingo 23 de junio, fuerzas de Ucrania lanzaron un ataque contra la población civil de Sebastopol, en Crimea, dejando un saldo de cuatro personas muertas, entre ellas dos niños y 153 heridos. Después del ataque se identificaron fragmentos de una ojiva de racimo de un misil ATACMS, de fabricación norteamericana. Los disparos fueron dirigidos contra veraneantes que descansaban en las playas, que en ese momento eran visitadas por numerosas personas.
Odio a Rusia
“La fecha para tal ataque tampoco fue elegida por casualidad. El día de la Santísima Trinidad”, dijo la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova. “Y entendemos perfectamente lo que representa la esencia del régimen de Kiev: es un odio profundo a todo lo que está relacionado con Rusia, con lo ruso, con la cultura rusa. Y, por supuesto, la ortodoxia y el cristianismo en su conjunto”, afirmó la funcionaria en entrevista con un medio en Moscú.
La diplomática precisó que los ‘crímenes rituales’ de las fuerzas ucranianas siempre “coinciden con las grandes fiestas”. Según Zajárova, Kiev ataca deliberadamente las concentraciones masivas de personas con el objetivo de “maximizar el impacto sobre la población civil y la infraestructura civil. Esto lo hace por ‘odio’ y para ‘sembrar el pánico’”, agregó.
En el caso de Sebastopol, la cantidad de víctimas pudo haber sido mayor si no se hubiesen interceptado, por el escudo de defensa ruso, cuatro de los cinco misiles disparados por Ucrania. El quinto cayó en una zona donde centenares de personas celebraban una fiesta religiosa. Como se trató de un proyectil de bombas racimo, que esparce explosivos al azar, fragmentos del misil cayeron en una zona costera en la parte norte de Sebastopol, donde se encuentra una de las playas más grandes y concurridas de la ciudad en el inicio de la temporada de verano.
Hipocresía USA
En opinión de un analista ruso, esta es una estrategia que no solo afecta a la población civil en ese país, sino que pretende generar una respuesta más dura de Moscú, que le permita a la propaganda occidental incrementar los ataques políticos contra el gobierno de Vladimir Putin. Es decir, otra expresión de la rusofobia.
El dedo acusador no solo señala al régimen de Zelenski en Ucrania, sino a su principal patrocinador, Estados Unidos. En este sentido, un alto funcionario ruso señaló que la hipocresía estadounidense frente a este ataque terrorista es descomunal. Es quien autoriza a su testaferro de Kiev a atacar territorio ruso y luego afirma a través del portavoz del Pentágono, Patrik Ryder, que “Estados Unidos no quiere que se produzcan muertes de civiles y discutirá este asunto con Kiev… hemos sido muy claros con nuestro aliado sobre que no queremos ver víctimas civiles”.
Para rematar la hipocresía, Ryder, a pesar de las imágenes de la muerte de cinco personas y de centenares de heridos, declaró que “el Pentágono no tiene información que se hayan generado muertes de civiles”. Se negó, igualmente, a entregar una respuesta a los periodistas sobre la versión de que Washington entregó apoyo de inteligencia y datos sobre objetivos a agredir en territorio ruso. Cuestión que es obvia, pues es algo que han hecho desde el inicio del conflicto en Ucrania.