Dirigentes sindicales de varios países latinoamericanos hablan de la importancia de fortalecer las organizaciones de los trabajadores y respaldar los procesos políticos de izquierda
Juan Camilo Montañez Santos
En Nobsa Boyacá los pasados días 3, 4 y 5 de marzo se llevó a cabo la 87 asamblea nacional del cementero Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de los Materiales de Construcción, Sutimac, enmarcado en la conmemoración de los 50 años de su creación. La organización obrera fue fundada en 1972 en Yumbo, Valle del Cauca.
La historia del sindicato ha sido escrita bajo el renglón de las luchas obreras en el país, no solamente en defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, sino también en defensa del pueblo colombiano.
En 1905, con la llegada de Industrias e Inversiones Samper, se inauguró la primera planta cementera en Colombia e inició sus operaciones en 1906. Las primeras expresiones del sindicalismo cementero, datan desde el auge de la industria en las décadas de los 30 y los 40, en la que se funda el Sindicato de Trabajadores de Cementos del Valle.
El 23 de febrero de 1963 los trabajadores recibieron uno de los más cruentos golpes a manos del Estado, con su aparataje militar, quienes abrieron fuego contra su carpa cuando se encontraban en huelga y que dejó un saldo de 12 personas asesinadas, entre estas, una menor de edad, 32 heridos y 80 detenidos. Esta masacre se conoció como la masacre de Santa Bárbara, en Antioquia, pero no sería la última gota de sangre de los obreros cementeros que se derramó.
La lucha sindical continúa vigente, pues solo en 2021 el desempleo fue de 13.7% la segunda cifra más alta en los últimos 21 años de acuerdo con el DANE. Y es esta, una de las tantas problemáticas que aquejan a la clase trabajadora del país, problemáticas que en el seno del sindicato y en el marco de su asamblea, cobraron trascendental relevancia para las álgidas discusiones, las cuales contaron con la presencia e intervención de invitados nacionales e internacionales, afirmando la necesidad de la lucha obrera organizada.
En el evento, Manuel Fernández Lejía presidente nacional de Sutimac, dijo: “Tenemos unas tareas y retos importantes, no solamente en el marco de lo gremial, en los que hoy el sindicato aglutina 2.600 compañeras y compañeros en todo el país, también hay retos políticos con una tarea bastante dura, nada fácil, pero no imposible, que es orientar a nuestros afiliados y la población colombiana en general a lograr este 13 de marzo llevar la mayoría de compañeros y compañeras del Pacto Histórico al Congreso de la República, para poder coadyuvar a que en la elección presidencial el compañero Gustavo Petro Urrego pueda tomar decisiones trascendentales para el país. Es necesario defender la industria nacional, defender el medio ambiente, una educación y salud en equidad, buscando una paz duradera, que es justa y necesaria”.
Por su parte, José Agustín Santos, secretario general Confederación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de la Construcción, la Madera, los Materiales de la Edificación y Actividades Conexas de Chile, expresó: “Me llevo una buena y grata impresión de saber que los compañeros están en pleno proceso de fortalecimiento de la organización sindical, de mucho debate, de mucha preocupación de los temas nacionales de Colombia. Por tanto, nosotros vamos a discutir con los compañeros en Chile esta impresión que me llevo y con una muy buena fe de que los cambios se tienen que dar en Colombia. En este país ha sido duro el tema de que pueda haber gobiernos progresistas, la misma situación nos ocurrió en Chile. Nosotros llevamos casi 50 años de una dictadura fascista con una Constitución fascista y creemos que a ustedes deben cambiar a una actitud nueva en función de la de las transformaciones que tienen que haber aquí en Colombia”.
A su turno, Daniel Tiberio secretario general del Sindicato Único de la Construcción y Anexo de Uruguay Sunca, miembro del secretariado de PIT-CNT, aseguró: “Confirmamos lo que ya sabíamos nosotros, que donde hay clase obrera, hay garantías y hay esperanza. Vemos como en Chile hay un gobierno de izquierda, se confirma lo de Bolivia, vemos lo de El Salvador, posiblemente en Brasil también gane la izquierda y en Colombia también miramos con mucha expectativa que gane la izquierda. Pero lo más importante de todo, es que esos procesos necesitan una pata ancha, que es lo que fundamental, lo que sostiene los procesos revolucionarios y esa pata ancha es justamente la clase obrera organizada.
“Por eso la importancia tener claro que lo central es generar organización en los trabajadores para que sean la vanguardia de cualquier revolución. Si los trabajadores y las trabajadoras no somos la vanguardia las revoluciones por lo general tienen la dificultad de sostenerse y avanzar. Por eso estamos hoy más que nunca con una inmensa alegría, pues esta asamblea para nosotros también es un baño de clase obrera.
“Es importante la llegada de gobiernos progresistas que generen herramientas para poder avanzar, que generen libertades sindicales, que generen paro a los trabajadores y trabajadoras, que se organicen, se movilicen. Pero voy reiterar, no hay forma de avanzar si los trabajadores no estamos al frente de esos avances”.
La senadora de la República, Aida Avella, en su intervención manifestó: “Con orgullo estoy acá en tan importante sindicato que con gran afecto reconozco, pues fueron dos obreros cementeros quienes me enseñaron todo sobre la lucha sindical, que durante 21 años di con dignidad, ética y responsabilidad con los trabajadores y trabajadoras, quienes son los que tienen que someterse a los riesgos sin ningún tipo de garantías. Por ende, hay que proteger sus vidas, integridad y derechos. Una batalla que ningún partido tradicional ha buscado dar, por el contrario, con sus leyes y decretos siguen desangrando a la clase obrera. Por eso, estamos frente a un momento histórico, donde los trabajadores deben apostarle a un verdadero cambio, para ellos, sus familias y el pueblo colombiano, un momento decisivo para la vida nacional”.
El país está en un momento histórico de estallido social, en el que durante diez meses se realizaron masivas manifestaciones en todo el país, en contra de las políticas genocidas y de hambre del Estado colombiano, que han sembrado por medio de sus reformas y decretos económicos y sus aparatos militares represivos.
Ahora, el momento político llama a la transformación desde la esfera electoral, entendiendo que es parte fundamental del grueso de la lucha que hay que seguir dando, en las calles y en las urnas. Como sindicato clasista, tenemos el férreo compromiso de elevar la lucha fuera de las paredes de las fábricas, entendiendo que nuestro papel debe estar a la vanguardia de la avanzada del pueblo colombiano por la obtención de sus derechos, vida digna y paz con justicia social. Por ello, la asamblea reiteró, como parte de su plan táctico y estratégico, el apoyo al Pacto Histórico y a la candidatura de Gustavo Petro Urrego a la presidencia de la República, de la mano de los campesinos, estudiantes, obreros y pueblo en general, para así transitar caminos hacia la apertura democrática, la paz, la transformación del modelo económico con responsabilidad medio ambiental y alcanzar una nueva sociedad sin explotados ni explotadores.